Cesar intuyo mi incertidumbre y me calmo - no te preocupes me vine adentro pero no pasa nada yo me encargo... es que tenia muchas ganas de descargarme dentro tuyo-.
Mientras decía eso, empezó a meter sus dedos en mi vagina, lo sacaba y frotaba un rato mi clítoris, chupaba mis senos, mientras me dijo al oído:
-quiero echarte otro-.
-dale- abriendo mis piernas en señal de estar de acuerdo.
Se hizo encima mio, con sus piernas abrió las mías, se acomodo y me penetro de nuevo, esta vez lentamente y con tranquilidad, su intención era doble, la primera tenia que ver con el placer y la segunda con establecer reglas de nuestra relación, esa segunda la decía mirándome a los ojos y penetrándome con profundidad.
-no vamos a ser novios, no se puede; esto no lo puede saber nadie así que no le cuentes ni a tus amigas; quiero que nos veamos seguido, por lo menos una vez a la semana en mi apto, y no me gusta usar condón; entonces vas a empezar a planificar, yo te ayudo con eso; quiero también que sigas experimentando con muchachos de tu edad; y por ultimo nada de celos entre los dos-
Sus palabras se vieron interrumpidas cuando mi profesor se dio cuenta que estaba a punto de venirme de nuevo, acelero su ritmo y me vine nuevamente, casi al tiempo que él eyaculaba adentro de nuevo.
Me vestí y me dio la pastilla del día después, menciono que me llevaría al siguiente día donde un amigo para que me empezara a aplicar la inyección.
Ese día algo cambio en mi, me decidí a experimentar, a no dejar que la moral dominara mi vida, y darle al sexo un lugar prioritario en mi cotidianidad.
...y para todo eso se acercaba una buena oportunidad.
...y para todo eso se acercaba una buena oportunidad.
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