miércoles, 3 de abril de 2019

Vestido Azul IV ¿tragedia o comedia?

Lo sucedido en efecto me ha traído un montón de problemas, me he visto envuelta en un drama que nunca imagine me fuera a suceder; la esposa del hombre calvo esta enceguecida por la rabia y la tristeza, que, para su fortuna tiene con quién canalizar toda esa maraña de emociones, pero su fortuna es mi tragedia. Han sido dos semanas de pesadilla, me han interrogado, me han acusado, me han amenazado. Sin embargo, estoy bien, también he tenido apoyo y todo va por muy buen camino a pesar de lo irreal que sigue pareciéndome esto.

Mi primera reacción fue aislarme, y eso lo aprovecho R, me vio sola, vulnerable y asustada; salí a tomar con él, me hizo beber más de la cuenta, pero no me importó, suelo tener mucho control sobre esto, pero esta vez solo decidí que no me iba a detener, como si nada importara. R, me beso, me manoseo, toco mis piernas, mis senos, mi vagina, todo en el bar, me beso, me lamió el cuello, reímos, bebimos, nos tocamos.

Fuimos a su apartamento, me desnude apenas entrar, me tumbo y me ato a la cama, quede boca abajo a su disposición, lamió mi ano, metió sus dedos, fue gentil, tuvo paciencia, dijo que lo iba a disfrutar demasiado, pero no me lo dijo a mi, estaba hablando consigo mismo en voz alta; me penetro, me mordió en la espalda, una embestida con fuerza, y luego tomo un ritmo calmado, me dijo que disfrutaba mucho de mi culo, no le respondí.

Su gentileza termino rápido, abrió mis piernas con las suyas, me penetro cada vez con más fuerza, entre el dolor y el placer tome la decisión de no volver a ver a R, pero en ese momento no podía hacer nada, no tenia posibilidad de moverme o de escapar. Deje que me lastimara de nuevo. Y lo hizo de nuevo en la mañana, solo hasta casi medio día me desato, luego que por fin quedo satisfecho.

Me fui a casa, lastimada como nunca, quería estar sola, recibí varias llamadas pero no conteste a nadie, esa noche corte mi vestido azul, y no imaginan el descanso que sentí; fui a ver a Angie, follamos, a nuestra manera, relajadas, todo muy erótico, mucho tacto, muchos besos, me sentí a salvo y feliz.

martes, 2 de abril de 2019

Vestido Azul III: ¿tragedia o comedia?

Todo lo que había dicho eran mentiras, no se había divorciado, no vivía solo, y me enteré de la peor forma posible, y es que lo que sucedió puedo comprender que tiene un lado cómico, pero para mí que lo viví las ultimas semanas ha sido una pesadilla. Y pensaba que esto solo sucedía en las películas.

La mañana siguiente este hombre calvo que no me había dicho su nombre, me despertó chupando mis senos, dándome dedito, luego bajo y lentamente lamió mi clítoris, me retorcí de placer, luego le dije que se lo quería chupar, se sentó en la cama y lo lamí, chupe. Enseguida me tomo de los tobillos, puso mis piernas en sus hombros y me penetro, lo vi sudar, y respirar con dificultad, bajo mis piernas y dejo caer su peso sobre mi cuerpo, me miraba a los ojos, su respiración cada vez le resultaba más difícil, se vino, se retorció, como si convulsionara más de la cuenta, luego descanso.

Creo que ese fue el momento exacto en que el hombre calvo murió, pero en ese momento solo imagine que estaba exhausto por el esfuerzo, y que podría haberse quedado dormido, sin embargo, hasta un hombre dormido respira ¿no es así?, pues este dejo de hacerlo en un instante; no imaginan el esfuerzo tan grande que tuve que hacer para hacerlo a un lado, cuando lo hice, trate de escuchar el corazón, pero no escuche nada, coloque un espejo bajo su nariz y se mantuvo limpio. Fue la primera vez que tuve que enfrentar algo así, me quede paralizada con esa sensación de irrealidad... Pero todo era muy real, hice la llamada y en media hora llego la ambulancia. ¿debía ir con él?, ¿o acaso era mejor ir a casa?, decidí ir.

Unas muy aburridas horas después conocí a su esposa, me saludo con una cachetada, me quede en silencio, me grito que todo era culpa mía. Tuve que dar muchas explicaciones a muchas personas.

Esa noche R me escribió, dijo que quería verme, que soñaba verme con mi vestido azul, acepte verme con él; follamos a pesar de que aun seguía asustada, él me noto diferente, dijo que quería mi culo otra vez, supe entonces que quería lastimarme de nuevo, pero esta vez se lo permití, no opuse resistencia, me puso en cuatro, me tomo del cabello y me penetro sin rastro de compasión. Grite... esta vez no tapo mi boca.

Vestido Azul II

No tarde en lucir de nuevo el vestido azul, salí de nuevo, quería emborracharme y follar, desconectarme de la rutina de mi vida, como si le pusiera una pausa y dejara que pasara lo que pasara podría volver y simplemente continuar. Pedí ron con Coca-cola, lo tome despacio mientras escuchaba algo de música, pero por momentos tome deprisa, me sentí triste de nuevo, aburrida; se acerco un hombre, gordo, con poco cabello, toco mis piernas, me dijo que le gustaba mi vestido, sonreí  y le dije que me gustaba su corbata.

Hacia calor en el bar, vi su cabeza llena de gotitas de sudor, y yo misma me sentí algo ahogada, era como si el aire no circulara, como si todo fuera en cámara lenta, o mejor, como si a la cinta le hubieran editado algunos segmentos y no estaba la secuencia completa. Se acerco más, acaricio mis piernas con más confianza.

Fuimos a su apartamento, era grande, pero descuidado, menciono que su esposa se fue con otro y que sus hijos estaban con los abuelos, hace un mes estaba solo. Al cabalgarlo en su cama matrimonial me di cuenta que la habitación estaba llena de fotos de ella, y todas esas fotos nos miraban, él gemía, y me moví hacia adelante y hacia atrás sin ningún control, pensé que era su pequeña venganza personal. Me tomo de las manos, me dio la vuelta y me acostó, se hizo encima, me penetro, lo hizo con rabia, y comprendí que se desquitaba de sus desgracias conmigo. Me aferre a él, me beso, me tomo del cabello y me miro a los ojos, sus embestidas fueron lentas y con fuerza, no dejo nunca de ver mis ojos, tal vez buscando señas de dolor y placer, se las di, aumento el ritmo, se levanto y se vino en mi cara.

Invirtió toda su energía ahí, y se quedo dormido; me quede despierta un rato, revise mis mensajes y encontré que R me había escrito:

"Espero que no este culiando con ese gordo Hijueputa"

Sentí miedo.

lunes, 1 de abril de 2019

Vestido azul

Cuando estoy triste suelo elegir mal, tomo malas decisiones, elijo el peor camino; al estar triste en realidad creo que tomo opciones un tanto autodestructivas. No es que me haga cortes, no, no llego a esas tonterías, pero siento que mi umbral de peligro o riesgo se modifica. Estoy triste hace un par de semanas, y es por lo mismo de siempre, pienso que trabajo demasiado, no gano mucho y sacrifico tiempo que podría invertir en cosas más agradables. Es un tema recurrente en mi, pero así como viene, un día desaparece esta tristeza.

Así triste salí sola una noche, y ahora que lo pienso cuando estoy triste me esfuerzo por seducir, me visto de forma diferente, y creo que envío señales diferentes, como si transmitiera en una señal que solo "hombres malos" pueden captar. Cuando estoy bien, suelo ir muy tranquila, jeans, un saco, una blusita, nada llamativo, y suelo conocer así hombres interesantes... bueno así conocí a W. Pero ese viernes me puse ese vestidito azul, ese que siempre atrae a hombres malos, y lo peor es que creo que es algo que no se cruza por mi mente en ese momento sino a la mañana siguiente cuando esta en el suelo de un motel. Esta vez el vestido azul atrajo a R, el cual tiene 21 años de edad, se rapa la cabeza pues tiene un tatuaje de un dragón que recorre tosa su cabeza, tiene más piercings que vellos en las cejas, sus brazos y su espalda no tienen lugar para más tatuajes, pezones perforados, lengua perforada. Lo curioso es que en el día todo ese metal desaparece.

Dice que trabaja en un callcenter, y me atrapo porque supo hacerme reír, y justo en el momento que más lo necesitaba, tal vez, se dio cuenta de ello desde que me vio. Me contó sus experiencias traumáticas con sus piercings:

"...cuando tenia 17 años, me puse piercings en los pezones, como sabia que mi mamá se iba a molestar si se daba cuenta de que los tenia, trataba de ser muy cuidadoso, pero una mañana mi hermanito me quiso despertar quitándome las cobijas para que fuéramos a jugar, y en esas la joya se enredo con la cobija...y puff, te imaginaras el chorro de sangre, me dolió tanto...".

"... este de la ceja una vez se me enredo con la gorra,y un amigo molestando me rapo la gorra..."

"... antes tenia en la lengua, y me la pasaba jugando con la joya, hasta que un día la mordí y se me partió un diente...".

No puede parar de reír, se me hizo muy dulce esa combinación de hombre malo y niño ingenuo, así que cuando me beso todo resulto ser muy natural, como que no podía terminar de una forma diferente, y sin embargo, no dejaba de ser un hombre malo, sus ideas son raras, su otra ocupación no resulta ser muy legal, solo que de ello me percate tiempo después.

Al estar en la cama vi sus dos facetas, muy dulce a inicio y con el transcurrir del tiempo se hizo más salvaje, sudamos tanto que estando encima parecía que no había ninguna fricción en nuestros cuerpos, lo que le facilitaba el movimiento, me besó con pasión mientras estuvo dentro de mi, las venas de sus sienes se brotaron visiblemente la primera vez que eyaculo. No tardó mucho en volver a penetrarme y llenar mis senos con su semen, fue abundante, liquido y de un olor fuerte; nos acostamos, él me abrazo, bajo sus manos a mis nalgas, las abrió, metió su dedo en mi ano, suave, luego fuerte, le dije que por ahí no, continuo como si no me escuchara, se levanto, me puso boca abajo, metió su lengua en mi culo lo que me enloqueció. Se detuvo, me di cuenta de su intención, pero ya era tarde, puso su mano en mi boca dejo caer su cuerpo sobre el mio y me penetro, el dolor fue al instante, el grito silencioso.

La mañana siguiente vi el vestido azul en el suelo, arrugado, parecía más pequeño que de costumbre, pensé que debería tirarlo, pocas veces suceden cosas buenas cuando lo uso.