-Deja que me encargue de todo, solo quiero que cuando me anuncien, subiré lentamente por las escaleras para darte tiempo, mientras que tu estas lista, es sencillo, solo te quiero boca abajo sin ropa en la cama-
Cuando la puerta se abrió por un instante imagine que podía estar entrando alguien desconocido, me tomo de la muñeca y de la otra, me esposan a la cabecera de la cama, luego hacen lo mismo en mis tobillos, no opongo la mínima resistencia. No hay palabras, ni un saludo y en absoluto un permiso.
Un cubo de hielo inicia un recorrido por mi espalda, muy lento, mi piel arde, así que tengo la impresión que el cubo rápidamente se hace agua.
Un segundo cubo viene, esta vez en mis nalgas, primero en una, luego en la otra; otro sube por mi nuca, mi cuerpo tiembla, un dedo entra en mi culo y hace movimientos circulares como tratando de hacer perfectos círculos. Luego intenta meter un cubo en mi culo, la sensación me resulta muy extraña, no puedo decir que sea desagradable o agradable, o tal vez las dos al tiempo. El cubo se deshace y viene un segundo que logra entrar, me da frío en todo el cuerpo, luego una lengua tibia se introduce, hace movimientos aleatorios. Pierdo la cabeza, el que jueguen de esa manera con mi cuerpo me hace perderme en esas sensaciones que se mezclan y que son innombrables.
A esa lengua siguió una verga que entro dura y con fuerza, y luego el liquido más caliente que jamas sentí dentro de mi.
No creo que leas esto, pero igual cumpliste y me has dado una noche llena de experiencias, esto y lo que siguió, fue el inicio de un buen fin de semana, ha sido la escusa perfecta para olvidar los deberes. Luego su pene en mi vagina, sus dedos que jugaron todo el tiempo en mi culo, la forma en que chupo mis senos, todo absolutamente todo lleno de placer mi noche.
Se fue hace poco, hizo el desayuno, y me hecho el ultimo antes de irse. Me agradan esas despedidas.
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