lunes, 5 de febrero de 2018

No soy buena amiga: coñito timido y coñito jugueton


Ayer tuve tiempo para pensar, y como dispuse de ese tiempo me vi envuelta en un torbellino de arrepentimiento seguido por ráfagas narcisistas en donde solo me explico lo sucedido por los inevitables deseos sexuales que tenemos las personas, y sobre todo las personas que vivimos para el placer. En ocasiones cuando empiezo a conocer a una persona, y me invitan a salir es recurrente que me pregunten "¿y tienes alguna amiga para que salgamos los 4?, o ¿y no tienes alguna amiga para mi amigo?". Mi respuesta habitual es NO, ya que en realidad no las tengo, no porque sea antipática, o a razón de "querer todo para mi", creo que simplemente es un tema de evitar problemas.


Estoy convencida que todo tiene una explicación, y en este caso creo que tiene que ver con una experiencia que recordé ayer, y a la cual espontáneamente denomine de la siguiente manera: 1) coñito tímido y coñito jugueton.

La primera sucedió cuando tenia 18 años de edad, y a la pregunta de que si tenia una amiga para su amigo, por alguna razón una vez dije si. ¡Si, Edna, aun me acuerdo de ti!. Ella me pregunto que si era atractivo, yo le dije que si, y no mentía, ya había visto una foto suya; ambos eran contadores o administradores, lo que recuerdo es que sus clientes eran hoteles y algunos moteles, por lo que evidentemente tenían a su disposición privilegios que el usuario común no tiene.

Después de clases salí con Edna, y justo frente a la universidad nos recogieron en una camioneta, allí estaban ambos, nosotras nos sentamos en el asiento trasero, nos saludamos y nos presentamos, creo que todos estábamos algo nerviosos. le dije a ella que el plan era una habitación de hotel (que en realidad era motel) donde tomaríamos y hablaríamos los cuatro. Imaginara querido lector que la habitación lo tenia todo, sauna, jacuzzy, una cama gigante, minibar, etc. Al entrar ella apretó mi mano, nos miramos y sus ojos estaban redondos de espanto; la mire y con los ojos trate de decirle que se relajara.

Ellos se quitaron la ropa, entraron en el jacuzzy, tenían vino y algunos quesos para comer; no espere mucho tiempo y los acompañe, me desnude y entre en el agua que se me hizo más caliente de lo que esperaba, sin embargo, no tarde en relajarme, me pasaron una copa de vino y tome un poco, y Edna, pues se quito los zapatos y metió sus pies al agua luego de mucho insistir. Tuve la sensación de "quedar mal con ellos", con ami amigo nos acercamos, nos besamos, nos tocamos, y su amigo quiso buscar a Edna de igual forma pero su actitud no fue la mejor, es mas se torno agria y se mostró molesta. No entrare en detalles, pero todo termino con ella pidiendo un taxi.

Y ahí, pues hay una doble sensación para mi: una de vergüenza, y otra de sentirme juguetona teniendo a dos hombres a mi disposición... termino siendo una noche fantástica para los tres. 

A la mañana siguiente ambos me preguntaron: "¿de casualidad no tendrás mas amigas que sean como tu?", puse los ojos en blanco y negué con la cabeza.