miércoles, 21 de noviembre de 2018

Me Acuerdo I


  1. Me acuerdo de mi primer beso, nos hicimos novios luego de ir a cine, y tuve una sensación extraña en mis labios el resto de la semana.
  2. Me acuerdo de la primera revista porno que vi, un amigo del colegio la llevo y los niños querían ver la reacción de las niñas al ver las fotos.
  3. Me acuerdo que mi reacción ante esa revista porno fue de sorpresa y nauseas, pensé que me iba a vomitar.
  4. Me acuerdo que la primera vez que me emborrache fue con aguardiente y cerveza, y que vomite en un parque.
  5. Me acuerdo la primera vez que hice un oral, no lo disfrute y me sentí torpe, pero él me dijo que lo disfruto, incluso se vino en mi cara.
  6. Me acuerdo de mi desconcierto ante esa primera vez de tener mi rostro lleno de semen, no supe que hacer, hasta que fui al baño a limpiarme. 
  7. Me acuerdo la primera vez que me hicieron un oral, me enloquece por esa sensación, no podía controlar mi cuerpo, y me vine en menos de tres minutos.

martes, 13 de noviembre de 2018

Instructor de gym

Llevaba un tiempo sin escribir, fue un mes duro, de poco sexo y mucho trabajo. Cuando algo así sucede en mi vida, suelo ser distante, simplemente me alejo de todos; no es que me comporte como una amargada, no señor, solo es que el descanso se me hace fundamental. Y para mi descansar equivale a no salir de casa y leer. Por alguna razón note que Netflix me cansaba, o más bien me aburría. 

El lunes me anime a salir con alguien, con el que nunca considere salir; solo les diré que Miguel es instructor en el gym al cual asisto, y ahí debo mencionar que tengo una especie de prejuicio con los instructores: 1) su trabajo creo que fácilmente los lleva a una vida promiscua, 2) esta promiscuidad por lo general no distingue genero y 3) su narcisismo puede ser insoportable. Lo siento si algún instructor me lee, pero esa ha sido mi opinión durante bastante tiempo. El lunes me di cuenta de una habilidad que ellos suelen tener, y de la que denominare "olfato de vulnerabilidad". Sí, el lunes me encontraba vulnerable, algo triste tal vez, algo que Miguel capto en una señal que se suponía no tenia destino, pero la capto y se puso en acción. Se acerco sin que me diera cuenta, me tomo por la cintura... es fue la acción que me derroto, sentir sus brazos, su firmeza, naturalidad. Espero a que nadie viera y me robo un beso, no me resistí, no escape.

Fuimos a su apartamento, no lejos del gym. Un apartamento prácticamente vacío, solo una cama y un sofá; una cama pequeña de eterno soltero, pensé. Fue rápido, casi sin preliminares, como si presintiera que en cualquier momento me arrepintiera, y en efecto en el momento que me penetro, sentí que no debía estar ahí, pero no huí. Cerré los ojos y me deje llevar, estaba vulnerable, sin embargo, no tarde en sentir un orgasmo, y luego otro. Él parecía no cansarse, no tener limite, hasta que sentí como mis senos se llenaban de su liquido caliente y muy espeso.

Me levante, fui al baño, me limpie. Él ser acerco de nuevo, pero esta vez le dije que tenia que irme, debió ver algo diferente en mi, pues no insistió.

Hoy, estoy bien. 

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Libidinosa

Esta frente a su laptop, no le apetece esta tarde salir de su pequeño apartamento, la cafetera dejo de sonar advirtiendo que el café esta listo, ella todos los días deja que pasen un par de minutos a modo de ritual antes de preparar una taza, y en donde espera que caiga hasta la ultima gota; se sirve el café, le agrega algo de leche y toma una pequeña pastilla de chocolate para acompañar la bebida. Se detiene en la ventana, hay nubes grises pero no parece que vaya a llover, sus pensamientos se elevan en un remolino que mezcla recuerdos y emociones, el centro de todos estos pensamientos es una entrevista que le realizaron el día anterior, todo a propósito de su libro que ha teniendo alguna visibilidad y que de alguna manera a cumplido un hito nunca mencionado. 

De algo siempre estuvo segura y es que su relato debía trascender su imagen, lo importante siempre ha sido lo vivido, lo soñado y lo contado, por ello nunca fue actriz porno o chica webcam. Cuando recibió el correo de la emisora invitándola a una entrevista ella no respondió ese correo, no por miedo o inseguridad, simplemente no le intereso y continuo con su vida como si ese libro nunca hubiese nacido. Un día ella olvido ese libro, y olvido el blog que lo alimento, se dejo absorber por la rutina y lo operativo de la vida. 

Tomó un sorbo de café, mordió el chocolate, ideas de trabajo e informes llenaron su mente, como tinta que se riega en un pañuelo, frunció el ceño señalando una molestia con la vida misma; no obstante, no se detuvo mucho en ese tema, decidió orientar sus ideas a la laptop, para ser más precisos a un excel de aquellos en donde interactuan textos y números casi de manera incomprensible.

Cuando sintió hambre se levanto y se preparo un sadwich, al comerlo fue consciente del hambre que tenia; adicional a esto, pudo darse cuenta de lo cansaba que estaba de estar frente a una pantalla en un trabajo tan operativo como es trabajar en una hoja de calculo. Pensó en acostarse unos segundos y descansar sus ojos.

Una forma que ella ha descubierto de descanso es la fantasía, pero es una fantasía que se confunde con recuerdos, de modo que en ocasiones ella olvida si lo soñado fue real o imaginario, por lo general resulta ser una mezcla de ambas; al cerrar los ojos regreso diez años, un pasado que parece remoto y cercano a la vez. Esta con dos amigas de la universidad, como parte de un ejercicio pre-practica profesional las han llevado a unos juzgados, con el propósito de observar juicios orales. Pilar y sus amigas entran en una sala, puede verse al juez, y lo que ella imagina son un equipo de abogados, no entiende bien la dinámica pues trata de encajar esa imagen con series y películas en donde los protagonista son precisamente abogados.

El caso es sencillo, es un hombre de la costa colombiana que lleva poco tiempo en Bogotá, desesperado por no conseguir un empleo asalto a una pareja, uso una navaja y robo sus celulares y algo de efectivo; no obstante, era novato y lo atraparon, de eso ya ha pasado dos años y debe cumplir una pena de cuatro. Pero eso es solo ruido para Pilar, como viento en un parque. Ella se ve interesada en él; es alto, acuerpado, cabello corto. Sin intención ella dice en voz alta a sus amigas que le haría un juicio oral en su apartamento como parte de un peritaje, ellas contienen la risa, pero se muestran de acuerdo que podría ser una buena idea.

Luego Pilar cambia de opinión, pero esto se lo reserva para ella; como psicóloga debe hacerle una entrevista, y al ser una profesional rigurosa, la entrevista debe hacerla en la celda, pero por alguna razón en su mente libidinosa la guían de una forma particular a esa celda. Esta desnuda, la llevan dos guardias, lleva unas esposas pesadas y que hacen un ruido estruendoso con cada paso que da, el camino es largo, lento. El destino es la celda al final de un túnel oscuro, a pesar de ir desnuda no tiene frío, al contrario, el ambiente parece cargado de una humedad calurosa y pesada, esa celda no parece el hábitat de un recluso cualquiera, la definición más cercana seria la jaula de un animal salvaje.

Al llegar lo puede ver, también esta desnudo, esta de pie y la observa con una tranquilidad que la sorprende, sin embargo, por la forma en que sus manos se aferran a los barrotes, esa tranquilidad parece una mascara; uno de los guardias menciona que solo tendrán una hora para la entrevista. Abren la celda, la empujan dentro, la cierran y se van, el eco de sus botas resuena por el túnel. El animal tiene su pene erecto, lo pone en la boca de ella. La celda, el túnel se inunda con sus gemidos, no es fácil discernir si sufre o disfruta.

Al abrir sus ojos, esta de nuevo en su apartamento, siente una humedad significativa entre sus piernas, pero no desea estar ahí, sin ningún genero de duda quiere estar en esa celda.




jueves, 11 de octubre de 2018

Decepciones amorosas

Leonardo es un hombre grande, tiene gafas, cabello corto, gordo pero no obeso, velludo, dice que tiene 42 años, mide 1.80, lo que quiere decir que casi estoy a la altura de su ombligo. Le gusta el vino, y por ello empezamos a vernos desde hace años, lo que me gusta de él es que a pesar que se ve como un hombre maduro cuando se le conoce tiene una inocencia infantil que provoca ternura. Eso lleva a que nuestras conversaciones siempre sean divertidas y poco serias.

En la cama nos llevamos bien, siempre que follamos lo hacemos como si hace años no lo hiciéramos; tengo algo claro, y es que Leonardo suele buscarme cuando tiene algún tipo de decepción amorosa, alguna separación, infidelidad, un rechazo. No me molesta, no lo hacemos explicito, pero hay esa especie de pacto. Esta vez ha sido una compañera del trabajo que no ha querido tener una relación con él, y eso le a dolido e incrementado su sensación de soledad.

Riega algo de vino en mis senos, los lame, con la punta de su lengua estimula mis pezones, mientras sus dedos rozan mi clítoris, me besa, me penetra delicadamente, me aferro a él, me encanta aferrarme a él. Su frente se cubre de sudor.

En la mañana nos despedimos como si fuera un hasta pronto, pero ambos sabemos que es un hasta la próxima vez que tenga el corazón roto.

miércoles, 10 de octubre de 2018

Cuando se tienen dos amantes en un día

Follamos en el sofá, me muevo lentamente, estoy encima y Camilo sentado me mira sin decir palabra, agarra mis senos, pellizca mis pezones delicadamente, los lame, los muerde; me reclama por haberme ido sin despedirme el pasado viernes, y conteste de manera despreocupada argumentando que seria incomodo estar ahí cuando todos despertaran, simplemente no quería escuchar quejas y niños vomitando. Camilo hace una mueca y acepta lo que digo, me besa, me toma por la cintura, me lleva a la cama.

Me pregunta si es un buen aprendiz, yo le digo que si, que ha aprendido rápido y que seguramente una futura novia se enamoraría fácilmente de él, me dice que no quiere niñas, que le gustan mayorcitas como yo; me besa, lame mi cuello, mis senos, dice que quiere trabajar y vivir cerca de mí, pero él sabe que eso solo seria posible en un par de años, y yo sé que seguramente en un par de años ya no seamos amantes. Se viene en mis senos, me pide tomarle una foto con su celular a mis senos bañados en su semen, le digo que no hay problema.

Voy al baño, me limpio, me miro al espejo, Camilo aparece, me besa la espalda, me penetra de nuevo, nos miramos en el espejo, me hago consciente de su cara de niño, su cuerpo adolescente, pero su forma de follarme ya es la de un hombre. Suena el celular, veo que es Antonio, dice que quiere verme, le digo que estoy ocupada, se enfurece, me insulta y cuelga. Camilo se viste, me besa, quedamos de vernos el sábado. Suena el citofono, mientras Camilo se va, me dicen que Antonio ha llegado, autorizo que pase. Mi corazón palpita de nervios. Al llegar apenas si me saluda, me besa, me toca, me insulta, dice que huelo a semen, se quita la ropa, me desnuda y me lleva a la ducha, no me deja dormir en toda la noche.

Miro el celular, 5:00am, Antonio se viene por cuarta vez, me besa, dice que sus noches son mejores cuando esta conmigo, se muestra cariñoso, dormimos un par de horas. Desayunamos juntos, me lleva a un lugar muy agradable, hablamos, pero como siempre hablamos de otras cosas, de seguro no me apetece hablar de "nosotros". Me entrega una prueba de embarazo y me dice que quiere que me la haga, la guardo y no hago comentarios. 

martes, 9 de octubre de 2018

Antonio me sorprende

Me sorprendió ver a Antonio esperándome cuando salí del trabajo, no es usual en él darme esas sorpresas, pues tiene como costumbre el orden y planear absolutamente todo lo que hace; vamos a cenar sushi, todo muy tranquilo, hablamos de trabajo, de vacaciones soñadas, no hablamos de nuestra relación. Me lleva a mi casa, subimos, en el ascensor dice con ironía que espera no haberme arruinados mis planes.

Follamos en la sala, en la cama, me toma, me hace suya; Antonio tiene un estilo particular de hacerlo, suele pensar en su placer, es dominante, no suele ser cariñoso, salvo al final de la noche. Me gusta eso, me encanta como me lo hace. Se detiene me mira a los ojos, y dice que soy solo suya, y que quiere que le de dos hijos; guardo silencio, hago como si no escuchara, me muevo, disfruto de su pene dentro de mi, retoma su movimiento como si yo fuera su juguete. 

En la mañana me toma sin decir nada, me folla sin mirarme a los ojos, me aferro a él, se viene, descansa, lo hace de nuevo, esta vez no dura mucho y se viene de nuevo, me besa, esta vez con ternura y me dice al oído que soy solo suya. Le digo NO, su mirada se transforma, su voz hace lo mismo, me da la vuelta y me deja boca abajo, con sus piernas separa las mías, me toma del cabello, y dice que no me estaba preguntando, que es un hecho que soy suya, me penetra por atrás, grito, su peso no me deja moverme, se viene, me da un beso en la mejilla, se viste y se va.

sábado, 6 de octubre de 2018

Juego de cartas y cerveza

No tuve nada mejor que hacer y fui a la fiesta, a pesar que encontraba varias razones para no ir, pero de alguna manera me sentía mal al pensar en decepcionar a Camilo, además, estaba condenada por mi falta de claridad ante el tema, todo se habría resuelto con un contundente NO cuando me hizo la invitación. Al llegar al apartamento había música, rock en español, poca gente, no más de diez personas, la mayoría hombres, aunque seria más propio decir niños-adolescentes; me saludaron con curiosidad, me ofrecieron una cerveza, ¿en vaso o en lata?, la pedí en lata.

Me senté en un sofá, no recuerdo haber estado tan incomoda. Un par de parejas en lo suyo en la otra esquina, el resto llegan a la sala, me miran me preguntan cosas, no doy mucha información, me invitan a jugar cartas, le doy un sorbo a mi cerveza; luego de un par de horas alguien dice que juguemos prendas, me ceja se sube en un automatismo, pero acepto, llevo hora y media con la misma cerveza, ya esta caliente, me dan otra. Pierde Camilo, se quita los zapatos, pierdo yo y hago lo mismo, luego pierde un amigo de Camilo y se quita la chaqueta, después mis medias, mi chaqueta, hasta que quedo en ropa interior, cuando debo quitarme el brassier lo hago y me retiro de jugar, hay protestas, pero no escucho. 

Voy a la cocina por agua, Camilo me sigue, me toma del brazo, me guía a una habitación, la habitación de los padres, se desnuda, me folla, me besa, chupa mis senos sin prisa, me hace venir varias veces en la noche, me olvido dónde estoy. En la mañana me levanto, salgo a sala, todos duermen, huele a cerveza, cigarrillo y vomito, tomo mi ropa, me visto; no me despido, no hablo con nadie, pido un taxi, llego a mi casa, escribo en mi blog sintiendo alegría de no tener guayabo como esos pobres niños, me desnudo, me meto en mi cama y prendo la tv.

viernes, 5 de octubre de 2018

Vino, juguetes y aprendiendo de nuevas experiencias

Espere a Angie en mi apartamento, con un babydoll rosado, dos vibradores, uno rojo y uno azul, dos copas de vino. Llego a las nueve, se sorprendió al verme, sonrió, me beso en los labios, nos sentamos en mi cama, tomamos vino mientras ella examinaba los juguetes, confeso que nunca había experimentado con juguetes, abrí mis ojos con sorpresa, reímos, le dije que seria su primera vez, que le enseñaría a disfrutar con un vibrador.

Se desnudo, me hice encima de ella, nos besamos, bese su cuello, sus pechos, luego ella tomo el control, lamió mis pezones, tomo el vibrador azul, lo miro curiosa, lo encendió y lo metió en mi vagina, guié su mano, controle sus movimientos, la mire a los ojos y le dije "así, despacio", bajo, lamió mi clítoris delicadamente mientras metía y sacaba el juguete, me vine, ella se emociono, su rostro quedo humedecido con mis fluidos, me levante, la tome de los hombros y la acosté, abrí sus piernas, le hice oral, con paciencia, poco a poco, sus piernas temblaron, gemía, metí el vibrador rojo, lo hice despacio, observando, apreciando como su vagina se abría, después mas rápido, mi lengua luego rozo su clítoris, se vino.

Nos acostamos, me abrazo, beso mi cuello, me dijo que le encantaba aprender cosas conmigo, dormimos; esta mañana nos duchamos juntas, ella me puso jabón y yo a ella, nos besamos, nos acariciamos. Desayunamos juntas, hablamos poco, ella fue a clase, yo fui a trabajar.

jueves, 4 de octubre de 2018

Enseño, guío, con el propósito de sentir placer

Estamos desnudos en mi cama, ya follamos dos veces, nos besamos con pasión, Camilo me cuenta más de su vida, esta en décimo grado, perdió un año, sus padres son separados; chupa mis senos, y dice que nunca imagino que le gustaran tanto unas tetas pequeñas como las mías, acaricio su cabello, abre mis piernas, me penetra de nuevo, le digo que tiene mucha energía y responde que cuando esta conmigo quiere aprovechar cada segundo, agrega que se masturba con las fotos que me tomo la ultima vez.

Lo hace con una energía que me encanta, conoce si cuerpo, se preocupa por mi placer, le guío, le enseño a darme placer, controlo sus movimientos, besa mi cuello, me mira a los ojos, nos conectamos. Me vengo, hundo mis uñas en su espalda, gimo, pierde el control, sus movimientos son irregulares y se viene al poco tiempo; no tenemos aliento, me besa, me hago a un lado.

Camilo regula su respiración, se levanta de la cama y se viste, me da algo de rabia que no pueda quedarse, pero no lo menciono, prefiero no tener problemas y que él no tenga problemas. Dice que lo han invitado a una fiesta el viernes, me invita a ir con él, estoy vulnerable y asiento, sonríe, me da un beso en la mejilla y se va.

Tiene 17 años, aprende rápido, no me molesta su edad, me molesta las restricciones, me molesta no ser totalmente libres. Pero tal vez sea esto lo que haga especial cada encuentro.

miércoles, 3 de octubre de 2018

Pedir exclusividad conmigo es un error

Ayer salí con Antonio, el militar. Cenamos, hablamos, hablamos de él, hablamos de mí, pregunto por mis otras relaciones, le dije que era mejor no hablar de ese tema. Fuimos a mi apartamento, nos besamos, me quito la blusa, chupo mis senos mientras mencionaba que tenia el periodo, mordió mi pezón al escuchar esa advertencia, luego se lo chupe detenidamente, saboreando.

Lo masturbe en el sofá, se puso de pie y se vino en mi cara. Lamí mis labios, fui al baño, me limpie; tome algo de agua, me metí a la cama, Antonio me siguió, me beso nuevamente, chupo mis senos, me dijo que dejara que lo metiera por atrás, le respondí que de la cintura para abajo estaba prohibido esa noche, no insistió más. Nos besamos, beso mi cuello, lamió mis senos, froto su pene contra mi cuerpo, luego lo puso en mis senos los froto, se masturbo y se vino abundantemente.

Al despedirnos esta mañana, dijo de nuevo su obsesión por mí, solo pensaba en mí, quería exclusividad, mi respuesta fue un contundente no. Nos besamos, y comento que haría todo lo posible por enamorarme.

martes, 2 de octubre de 2018

Jugando sin bra

En ocasiones me gusta divertirme con juegos sencillos, juegos que me hacen fantasear con facilidad. Ayer no me puse brassier, use una blusita blanca, con un escote pronunciado, si me vieran daría la impresión que en cualquier momento algunos de mis senos se asomará, pero difícilmente sucede; en el transporte publico, tres muchachos muy jóvenes me miraron con curiosidad, miraban, hablaban entre ellos en voz baja y luego volvían a mirarme, luego un señor de abundante barba me miraba morbosamente, tuve la fantasía que sin permiso me tomaba ahí y me follaba. 

Una señora de más de 40 años me miraba como basura; luego en el trabajo, muchas miradas, ojos más abiertos que de costumbre, pero sin referencia a lo que veían, o no veían. Camilo me escribió, dijo que quería verme, le dije que tenia el periodo y que no quería, insistió y termine por aceptar; nos vimos en la tarde, no estaba solo, estaba con amigos de su colegio, me saludo con un beso como saludando a su novia, entendí su intención pero no hice comentarios al respecto.

Tomamos una malteada, no dejo de mirar mi escote en todo momento, con intensión saque momentáneamente uno de mis senos y lo escondí rápidamente, él se emociono, pero le dije que hoy no estaban disponibles.

lunes, 1 de octubre de 2018

Angie, 19 años, universitaria curiosa

Nunca he tenido experiencias con mujeres, los que llevan tiempo leyéndome saben perfectamente esto; no obstante, es inevitable en ocasiones pensar en la posibilidad de experimentar. Hace años escuche historias que señalaban cómo una mujer podía hacer un mejor sexo oral, asunto el cual no puse mucha atención en el momento. Cuando tuve mi primera red social (Myspace), recuerdo haber hablado con una muchacha de mi edad (tal vez 19 en aquella época), decía que quería besarme, pues nadie besaba como una mujer, fue insistente en que nos viéramos, me paso el teléfono de su casa, pero por alguna razón sentí algo de miedo y deje de hablarle.

Tal vez este recuerdo me llevo el sábado a verme con Angie, tiene 19 años, universitaria, cabello rubio y crespo, es algo más alta que yo (1.65), senos grandes, no tiene novio. Tomamos un café, conversamos, me contó que ha tenido relaciones con hombres y mujeres, hace un mes termino una relación con un hombre que duro aproximadamente un año, le fue fiel, pero él no; dice que yo le gusto, que quiere experimentar con una mujer con experiencia, le digo nerviosamente que no tengo experiencia con mujeres, a ella parece no importarle. Vamos a mi apartamento, colocamos música, tomamos un vino, ella me besa, cierro los ojos, lo disfruto, no siento asco, luego yo la beso con algo más de pasión, ella suspira, gime.

Vamos a mi cama, nos desnudamos, nos tocamos, ella chupa mis senos, yo los de ella, lo disfruto, no siento culpa, aversión; toma la iniciativa y mete sus dedos en mi vagina, yo la imito, esa mojada, y yo estoy mojada, yo le hago oral, se viene, luego ella a mí, y tengo un orgasmo, sin duda sabe hacerlo, no sé si mejor que un hombre, pero mejor que la mayoría. 

Se viste aproximadamente a las 6:00pm, quiere verme de nuevo, le digo que no tengo problema, pero que valdría la pena visitar juntas un sexshop, ella esta de acuerdo con la idea. Me besa en los labios y se va. 

El domingo me llega el periodo, no salí de casa, prepare desayuno, apague el celu, leí un poco, luego Netflix, en la tarde pedí una pizza.

viernes, 28 de septiembre de 2018

Visita en la habitación de Ander

Angie tiene 19 años de edad, el ultimo mes me ha estado escribiendo constantemente, quiere conocerme, salir conmigo, le he expresado mi falta de tiempo, para no decir que estoy indecisa, pero curiosa, realmente no sé qué sucederá ahí. Aproximadamente a medio día me escribe Ander, somo amantes hace tres años, pero solo nos hemos visto cinco veces; lo conocí en Buenos Aires, en un café cerca a la estación de Primera Junta, estaba solo, yo estaba sola y juntamos esas soledades.

Es español, siempre olvido si es de Sevilla o de Barcelona, suele viajar bastante en el año, no tiene esposa, o para ser más precisa, es divorciado hace cinco años, luego de que dejara embarazada a una mexicana. No cree en la monogamia, y esta firmemente convencido que tiene derecho a tomar la mujer que deseé; no me molesta esta forma de pensar, tampoco me agrada, llego a su hotel luego de salir del trabajo, al entrar en su cuarto tiene dispuestas unas botellas de vino, algo de comer, y me saluda con un beso en la mejilla, esta en boxers. No recordaba lo atractivo que es, tiene la cabeza rapada, barba, ojos azules, el pecho velludo. Brindamos por la vida y los placeres que uno elije disfrutar.

Follamos toda la noche, él suele ser un romántico, le gusta jugar el juego del seductor y la mujer inocente, suelo seguirle el juego, aunque ambos sabemos que no soy una doncella inocente, le pregunto si esa primera noche en Buenos Aires me creyó mi papel, Ander penetrándome suavemente menciona que desde que me vio pensó en que tenia "... cara de guarra", reímos, nos besamos, se viene en mi cara y esparce su semen por mi rostro usando su pene. 

Mientras escribo esto, Ander esta en un vuelo con destino Guadalajara, a ver a su hijo, disfruta ser padre, pero no esposo, solo amante; al despedirnos le digo que esa tarde en ese café, me preocupe por no tener dinero para pagar sus servicios como prostituto, me mira seriamente y suelta una carcajada.

jueves, 27 de septiembre de 2018

Ducha relajante

Anoche cuando Andres llego, pensé que él realidad lleva el aroma de un capuchino, tal vez las personas en la ciudad son seguidores de esa bebida; venia del trabajo, se veía estresado, agotado, con el sudor del viaje, nos duchamos entonces aproximadamente a las 8:00pm, se lo chupe, se vino relativamente rápido en mi boca. Al salir, él me seco con la toalla y yo a él, fui al sofá, me puse en cuatro, viendo hacia la ventana, Andres sin pensarlo me penetro suavemente, disfrutando el momento. Me dijo que me había pensado esos días, y que en sus pensamientos siempre estaba desnuda, y que pensándolo bien, me había visto mas sin ropa que con ropa, comente que tal vez si llegara a su trabajo no me reconocería; hablamos otro poco mientras follábamos, luego, acelero el ritmo, nos vinimos. 

Fuimos a mi cama, él se acostó, lo cabalgue, apretó mis senos, me vine de nuevo; me dijo que no quería desaprovechar un momento, que quería jugar con mi cuerpo a cada instante, que mi vagina lo hacia feliz.  Creo que Andres cumple lo que dice.

Al despertar sentí su lengua en mi clítoris, iba despacio de arriba a bajo, en círculos, de izquierda a derecha, luego se hace encima de mi, me penetra. Tiene turno temprano, se levanta, se ducha, luego se acerca a la cama, se sienta en el borde mientras se viste, dice que ha dejado de masturbarse con el propósito de guardar todo para mi, esas palabras me hacen mojar, lo miro y me despido, entro a la ducha y él se va a trabajar, me masturbo con esas ultimas palabras resonando en mis oídos, en mi cabeza, en mis pensamientos.


miércoles, 26 de septiembre de 2018

Mi relación con Camilo se hace más profunda

De nuevo Camilo, muchacho de 17 años se mete en mi cama. Salí temprano del trabajo, nos encontramos y fuimos a mi apartamento; juega fútbol, hace natación, y me folla, dice que son sus deportes favoritos. También menciona que cuida su cuerpo para darme mejor placer. No hablamos mucho, solo follamos, mientras me penetra comenta que le ha dicho a su mamá que tiene novia, y desde ese anuncio su mamá ha estado más tranquila, y en efecto no he recibido más llamas extrañas, ni mensajes con preguntas que no deseaba responder.

Me sorprende su energía, casi no deja tiempo para descansos, apenas terminaos y nos venimos, se hace a mi lado un par de minutos y vuelve a buscarme cuando aun mi respiración no se regula; tiene una fijación en mis senos y en mi vagina, me lame, muerde, chupa, besa. No fuma, toma y se la pasa con amigos, no tiene novia, me pregunta, y le digo que tampoco tengo novio, más sin embargo, salgo con otras personas; parece no molestarse por mi afirmación, y dice que no es celoso y que entiende, que no podría ser de otra forma. 

Se masturba pensando en mi, me pide tomar algunas fotos a mi  vagina, no tengo problema, abro mis piernas, toma algunas, luego pone sus dedos en mi vagina y toma otras, enseguida, con mis dedos abro mis labios para las ultimas. 

Se va a las 7:00Pm de mi apartamento, me quedo en mi cama, veo algo de TV, me toco, y me quedo dormida temprano.

martes, 25 de septiembre de 2018

Celos Irracionales

Antonio es militar, escogió esta vida debido a que no había otra posibilidad; tiene corte militar, es alto, fornido, habla rápido y en ocasiones no logro entender lo que dice. Cuando se pone nervioso habla más rápido y con poca coherencia, no me gusta hablar con él, me aburre, me desespera en ocasiones. Nos conocimos aproximadamente hace tres meses, tomamos un café, el cual estuvo acompañado de su triste historia en las relaciones de pareja: recuerdo principalmente que su ex-pareja quedo embarazada de su mejor amigo, y todo fue descubierto por lagunas conversaciones en una red social. Esa noche fuimos a mi apartamento, follamos, fumamos, nuestros cuerpos sudaron de modo que era curiosos como nuestra fricción resbalosa era absolutamente excitante para mi.

Anoche sucedió de nuevo, follamos lubricados por nuestro sudor, vi su frente llena de gotitas cuando me penetraba, su caballeo estaba empapado, al igual que su espalda. Baño mis senos con su semen espeso y caliente, tome algo de agua, di una mirada por la ventana; él se acerco por mi espalda, froto mi clítoris, me pregunto si podía volver la noche siguiente, le dije que estaría ocupada que me era imposible, se molesto y me pregunto si iba a estar con alguien más, no conteste, no quise provocarlo, no obstante, el silencio resulto ser desafiante. 

Me llevo de nuevo a la cama, se hizo encima de mi, abrió mis piernas con sus muslos violentamente, me penetro, me miro a los ojos y me dijo que yo era suya y de nadie más, lleve mi mirada a un costado de la cama, luego a la ventana, mencione que no eramos pareja, eso se había pactado desde esa primera noche que follamos, no se calmo hasta que se vino, se hizo a mi lado y dormimos como si nada ocurriera.

Al despertar, nos duchamos juntos, follamos, esta vez lentamente, casi romántico, me pidió disculpas y dijo que se había enamorado de mi; al separarnos en la calle, le comente que debía pensarlo mejor si deseaba seguir viéndome... tal vez no le haría bien, hizo una mueca forzada intentando sonreír.

lunes, 24 de septiembre de 2018

Café de domingo

Andres trabaja en un café y huele a café, o eso es lo que me parece. Tiene turnos de trabajo que nunca entendí, y que solo me hicieron pensar que no debe ser un trabajo agradable; tomamos un par de cervezas en mi apartamento, me pregunto si podía verme cómo me tocaba, no le vi problema, me baje los jeans, me senté en el sofá, frote mi clítoris delicadamente, seguimos hablando, me cuenta que es de Bucaramanga, lleva dos años sin estar con una mujer, no quiere hijos. Todo esto lo cuenta pausadamente, esta mas concentrado en observar cómo me froto, cómo me mojo.

Cuando me penetra siento su desesperación, como logrando algo que hace mucho esperaba, cansado y frustrado de solo masturbarse; no es delicado, tiene prisa, chupa mis senos con la misma desesperación. 

Casi a media noche estoy boca abajo, Andres besa mi espalda, la lame, hace un recorrido lento, se hace encima, con sus piernas abre las mías con la intención de penetrarme por atrás, lo detengo, temiendo un poco que me haga daño, le digo que aún no, que hoy no, que deberá ganárselo. Me gira, y con rabia me penetra de nuevo por mi vagina, me mira a los ojos, noto un matiz de rabia, me aferro a su cuerpo, me entrego totalmente. 

Esta mañana se levanta temprano, tiene turno, se baña, y se viste en menos de quince minutos, antes de irse, dice que quiere verme de nuevo, y me pregunta cómo se gana mi culo, casi dormida solo le digo que tal vez la próxima, pone su mano en mi vagina, la agarra con fuerza, y dice que quiere seguir dándole a eso. No digo nada y se va. 

viernes, 21 de septiembre de 2018

Manos mágicas para una migraña

En la tarde tuve una breve migraña. Todos los que sufren de esto saben que eso prácticamente te daña buena parte del día, y dependiendo de la intensidad, la semana; al llegar a casa le escribí a Fernando, le mencione que estaba algo cansada, estresada, y en ese sentido necesitaba relajarme. Llego a mi casa alrededor de las 9, nos desnudamos y nos acostamos en mi cama, puse mi cabeza en su pecho velludo y canoso, y paso toda la película acariciando mi cabello, mi cabeza. Él tiene esa característica, sus manos tienen esa magia. Me hizo un delicado masaje en la espalda, no hablamos, yo me concentre en relajarme y él en ayudarme a eso.

En la mañana me despertó su mano, estimulaba mi clítoris, metía y sacaba delicadamente sus dedos de mi vagina, los lamia y los volvía a meter; con delicadeza me penetro, tuve dos orgasmos, él se vino en mis senos, la migraña apenas si la recordaba. Se fue, entre a ducharme, me toque, me vestí, elegí jeans y una blusita. Esta noche no deseo salir, no quiero ni cerveza, ni vino, ni música a alto volumen, solo mi cama, aun no sé si sola o acompañada. SI decido estar acompañada deseo un Fernando, pero él no puede hoy.

jueves, 20 de septiembre de 2018

No dormí sola

No dormí sola. lo tenia planeado, lo soñé, lo anticipe, pero termine no durmiendo sola. De nuevo Camilo se las ingenio para meterse en mi cama, no hice ningún comentario sobre los sucedido en la mañana, y cuando intento hablar de ello le dije explicitamente mi desinterés por el tema; impedí que hablara haciendo que su boca se ocupara de mi vagina, solo me acosté, abrí mis piernas y puse mis manos en su cabello, el mensaje fue claro y no hablamos.

Siempre me sorprende su energía, su curiosidad, su calentura, como explorando desesperadamente un territorio que en algún momento no podrá visitar más. Me pide que sea su novia, le digo que no, no podría tener como novio alguien tan joven; me hago encima de él, pongo mi mano en su boca indicándole que no hable.

Esta mañana no hay citofono, no suena el teléfono, no hay nadie esperándome a la salida de mi apartamento, nos duchamos, lo hacemos una ultima vez antes de vestirme y salir al trabajo, él con cara triste, tal vez tiene problemas en casa y yo me he convertido en su droga, su escape, un lugar donde es hombre y no niño, mi cama donde solo tiene placer y no responsabilidades. No sé a qué se dedica, no tengo idea si estudia o trabaja, dónde vive o si tiene novia. Solo sé que me gusta estar con él, que ha aprendido rápidamente algunos secretos de mi cuerpo. 

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Enredo de oficina

Con Ricardo no hablamos mucho, o hablamos mucho solo con la mirada, creo que seria más preciso decir que nuestra comunicación es simple y superficial como nuestra relación, solo con alguna mirada o un destello de los ojos nos ponemos de acuerdo. Hoy llegue tarde al trabajo, evitando a alguien que no quería ver y, no sé si el enojo, la incomodidad, lo particular de mi mañana ayudaron a que estuviera muy excitada en la tarde; pensé en tocarme en mi oficina, más sin embargo, me cruce con Ricardo en un pasillo, nos saludamos, y todo fue claro.

Al llegar a ese salón, él ya estaba ahí, me acerque, desabotono mi pantalón, lo dejo hasta mis rodillas, sin preliminares me penetro, todo sucedió muy rápido, muy intenso, muy caliente, placentero para ambos. Él salio primero, espere un par de minutos, fui al baño, luego tome un café, regrese al trabajo relajada, y pude concentrarme sin dificultad. Al salir, ahí estaba en su carro, quería traerme a casa, pero me negué, es mejor dejarlo todo simple, sencillo, sin complicaciones, y más enredos sentimentales innecesarios, aún usa su anillo de matrimonio, y considero que los enredos de oficina deben quedarse solo como enredos y nada más. 

Esta noche duermo sola, como cualquier persona, también disfruto de la soledad en ocasiones, hoy no hay muchachos mentirosos en mi cama ni hombres casados escapando de la suya.

Conversaciones que nunca debería tener

Anoche le di una nueva oportunidad a Camilo, un muchacho joven, nervioso, algo perdido en la vida; hace dos meses lo conocí, fuimos a mi apartamento, tomamos algo, follamos un par de veces en mi cama. Luego de ello, acostados desnudos, me confeso una mentira que había sostenido por un tiempo, me dijo que tenia 23 años, cuando en realidad tenia 17.  Me confeso esto cuando su celular empezó a sonar insistentemente, al principio intento ignorarlo, no obstante, al final tuvo que decirme la verdad. 

Era su mamá la que llamaba, Camilo me pidió decir mentiras para disculparlo, lo cual me molesto pero que en ultimas considere era lo mejor. Pase al teléfono, y me hice pasar por la mamá de un compañero de él, la señora pidió el fijo y tuvimos una breve conversación de mamá a "mamá". Camilo se quedo esa noche en mi apartamento, seguimos follando aunque estuviera molesta.

Ayer le advertí que no hablaría con su mamá, si deseaba pasar la noche en mi apto, él debía hacerlo posible, sin ayuda. Pero ahora la sorpresa fue cuando a las 6:00 am de hoy 19/09/2018, sonó el citofono, donde una tal "Margarita" deseaba hablar conmigo, preocupada por el comportamiento de su hijo. Le dije que bajara con su mamá, yo mientras me duche, y decidí salir más tarde de lo usual. Creo que aveces es mejor evitar ciertas conversaciones, y evitar tener relaciones con muchachos de esa edad. Al escribir esto, suena el teléfono insistentemente, es un numero desconocido. Pensándolo mejor, seria sensato no salir hoy. 

martes, 18 de septiembre de 2018

Preguntas incomodas que arruinan amistades

Anoche fue la segunda vez que salí con este hombre, es rubio pero calvo, ojos claros, no muy muy gordo, no muy delgado, es amable, y hasta donde noté suele ser ambivalente cuando habla, pues en algunos momentos habla de querer una relación abierta y luego me confunde con enunciados que relaciono a la exclusividad e incluso al matrimonio o convivencia. Dice que su nombre es Esteban.

La primera noche que salimos tuvimos sexo en su apartamento, lo disfrute bastante, tuvimos una buena conexión sexual, hablamos poco, hicimos mucho, dormimos solo un par de horas; a la mañana siguiente me despertó tocándome y penetrándome suavemente, trajo desayuno a la cama, nos duchamos juntos, y luego me fui. Escribió insistentemente las dos semanas siguientes, apenas le puse atención eso días. Anoche tuvimos sexo en mi apartamento, de nuevo dormimos poco, esta mañana nos duchamos juntos, al salir de mi apartamento, en el ascensor, me pregunto si deseaba ser la madre de sus hijos. No le respondí.

Al escribir esto, Esteban, me ha enviado 27 mensajes, y no me apetece ni siquiera decirle un hola. 

SPA

Esa tarde en el SPA era sin duda lo que había estado esperando por mucho tiempo, no debido a que sea una fiel seguidora de ir a estos establecimientos, pues en sí, no creo que vaya una vez al año; pero cuando voy es un pequeño regalo a mi misma. No voy con expectativas altas, solo con la idea de relajarme, de ser atendida, de tener el claro propósito de no pensar en trabajo y en responsabilidades y, a decir verdad tampoco pensar en hombres, relaciones, deseos.

No podría ir cada semana, seria aburrido, perdería encanto, desgastaría su gracia; los masajes me es indiferente si los hace un hombre o una mujer, o una mujer con más fuerza que un hombre, o un hombre más delicado que una mujer. Solo cierro los ojos y me mantengo en la frontera entre lo onírico y la vigilia, sin llegar a entregarme por completo a alguna... creo que ese es el secreto de que pueda ser una excelente experiencia. Pero ayer fue diferente, fue un hombre joven, con lo que llamaría un tacto libidinoso, que por alguna energía extraña me impidió relajarme del todo, creo que sus dedos transgredían algunos limites del masaje, como si sus dedos avanzaran unos milímetros más de lo usual o de lo permitido. 

No miento, en algún momento espere que esos dedos fueran más allá, pero no sucedió, sin embargo, la incertidumbre, la espera, la imaginación me llevaron a mojarme significativamente; me pregunto ¿lo habrá notado?

Llegue a casa  a tocarme, y no me basto con mis dedos, no quede satisfecha. 

jueves, 7 de junio de 2018

Mujer Cansada


Esta mañana pensé que me convertí en una mujer cansada, siempre cansada, siempre ocupada; nunca imagine que mi vida cambiara tanto con este nuevo trabajo, es salir de casa, estar en un pc todo el día, luego salir, follar, comer, y dormir. Tan así es el tema que deje de pagar Netflix pues me di cuenta que hace mucho no veo una película o una serie, es más, los maratones murieron para mi.

Vendí mi tv, que se estaba pudriendo, y le aposte a los libros, a youtube y a spotify; el sexo sigue siendo importante, no, primordial para ser más precisa, pero ya no escribo, siempre que lo intento estoy demasiado cansada, en este momento me duele la cabeza, y mis parpados se sienten pesados. Anoche alguien tubo la buena intención de darme un masaje... increíblemente me quede dormida. 



Toxic Love: psycho


No soy la mejor trotando, y definitivamente no me considero una mujer disciplinada en cuanto a la actividad física se refiere, no obstante, algunos días del año -aveces meses- acostumbro levantarme temprano y dar dos vueltas a un parque cerca a mi casa. Es ahí cuando me doy cuenta de los verdaderos deportistas, puedes ir cualquier mañana del año y ahí están, disfrutando el parque y la actividad física. Ayer en la noche pensé en la ultima vez que había salido a trotar... no fue fácil, pero estoy casi segura que fue en agosto de 2017. Pensar que si me descuido podría cumplir el año me lleno de cierta vitalidad.


Y así lo hice, salí esta mañana, mucho sol, y reconocí varias personas que imagino deben llevar años haciendo ejercicio. Lo hice despacio, a un ritmo bastante moderado, con el objetivo de no ahogarme y evitar cualquier molestia muscular, no quería perder en absoluto mi capacidad de subir escaleras. 

Conocí un hombre ese día, negro, alto, lleno de tatuajes, aproximadamente 1.80 de alto, sin camisa, totalmente seguro de si mismo. Me habla, me pongo nerviosa, no sé si huir, ignorarlo; pero él es hábil, sabe captar la atención de una mujer sin mucho esfuerzo. Trato de sonreír en ocasiones, también intento parecer seria e inexpresiva, pero me doy cuenta de los movimientos extraños de mis mejillas y mi rostro, me sonrojo.

Pase el día con él, y no pude negarme a pasar la noche con él; su pene evidentemente es coherente con su cuerpo, parece un musculo bien ejercitado. Al tenerme en sus brazos puede experimentar el volverme mantequilla, sin huesos y sin músculos, me deje llevar por su voluntad, cada cabello se movió debido a la voluntad de él. Abre mis piernas, me penetra con fuerza, y empiezo a pensar... pero no.

Pone sus manos en mi cuello, aplica presión, me excito, lo siento terriblemente erótico, cierro los ojos y me entrego completamente, mi respiración se hace irregular; la presión aumenta y no se detiene, abro los ojos, recibo una bofetada, me cuesta respirar, intento gritar o decir !basta¡, pero no puedo, no salen palabras, mis fuerzas son inexistentes en todo mi cuerpo. Luego, mi cara es cubierta con tres chorros de semen espeso, la presión termina, y el oxigeno entra. Él me toma del brazo, me pone de pie, me apoya contra la pared, me penetra de nuevo, de nuevo sus manos van a mi cuello, trato de evitarlo pero su fuerza me supera ampliamente, mi cabeza choca levemente contra la pared, una mano suya cubre mi cuello, la otra mano pellizca mi pezón.

Quedo claro para mi, que buscaba hacerme daño, la pregunta que me hice es ¿qué tanto?, cerré los ojos, sentí morir...

Al despertar al otro día me dolía todo, estaba sola...






lunes, 2 de abril de 2018

Casita Libidinosa: Exploración

Me despierta el canto de uno de aquellos pájaros amarillos, esta todo iluminado, y siento en mi cuerpo la languidez usual después de una noche de sexo, Sergio ya no esta en la cama, me había dicho que estaría todo el fuera, pero que me quedaría en compañía de los perros, que ellos me cuidarían, lo cual no me hizo mucha gracia la verdad. Me tome mi tiempo en la cama.

Me pongo las medias y una botas que Sergio me presto para mis excursiones, eran de su hermana y me calzaron a la perfección; no me moleste en vestirme, decidí ir desnuda, fui a la cocina, me prepare unas tostadas y unos huevos, debía oler muy bien, pues desde las rejas ambos perros estaba salivando. 

Después de desayunar me detengo a ver el paisaje desde el comedor, se ve mucho más vivo hoy, el sol esta en pleno y hace calor, la camioneta no esta, se me hace divertido pensar en recorrer la finca completamente desnuda; abro la reja y salgo lentamente, bajo por el camino de piedra, me detengo un momento cuando escucho a los perros ladrar en la puerta, bueno al menos estarán entretenidos ladrando a cualquier persona que pase por el camino, sigo bajando, miro en la finca vecina que tienen toda una plantación de café, lo reconozco por las pepitas rojas, continuo mi camino. Al terminar el camino de piedra me agrada la sensación del roce del pasto en mis piernas, no tengo prisa, es mas, me olvido de mi desnudez, siento todo muy natural.

Llego a la cerca, la corro, paso y la vuelvo a cerrar pensando en que los perros no me persigan y me den el susto de mi vida, ahora están callados y no sé donde están, seguramente durmiendo; seguí el camino, el mismo de ayer, pero esta vez no subo a la casita, voy por el camino de bajada, escucho algunos pájaros, también el sonido de una sierra a lo lejos y perros a una distancia que no me preocupa. El camino es mucho mas angosto, y lleva a una bajada que decido no hacer, detrás hay tres arboles de troncos secos y gruesos, de pie disfruto el paisaje, tranquila, desconectada o mas bien conectada con el presente.

-Vecina, buenos días tenga- dijo alguien tranquilamente, confieso que me toma por sorpresa, o mas sencillamente digo que me asusto. Es un trabajador de la finca donde plantaron todo ese café, esta sin camisa, sudando y me saluda desde detrás de la cerca.

-Buenos días- contesto tranquilamente.

-¿puedo pasar?- me pregunta cortesmente, y asiento al no encontrar un real motivo para decir que no.

Se agacha y de un paso dado con precaución atraviesa la cerca de alambres, apoya sus manos en el suelo y sube con relativa agilidad, solo al estar a mi lado me hago consciente de mi desnudez, no obstante, me quedo tranquila, nunca he tenido el reflejo de cubrir mi desnudez, y creo que eso le llama la atención.

-¿Qué hace sólita por acá vecina?-

-Estaba explorando, disfrutando del paisaje, es bien bonito por acá, entonces hay que aprovecharlo-

-Si es bien bonito, pero usted mi vecina, es mejor paisaje- mientras dice esto, me doy cuenta que ha empezado a frotarse la entrepierna.  

Solo sonrío, lo miro a los ojos y luego aparto la mirada, es un hombre fuerte, de espalda ancha; centro mi atención en la cerca, en los limites con la otra finca, me doy cuenta que el ruido de la sierra se ha ido, presumo que él era el que estaba trabajando con la sierra, de todos modos no es un misterio que me quite el sueño. Me fijo de nuevo, y se nota como su pene esta muy duro en su pantalón.

-Vecina, aquí tengo lo que necesita- se bajo los pantalones, hasta la rodilla, su pene se me muestra totalmente erecto. Se acerca a mi, me toma del antebrazo, con firmeza, con seguridad, me dejo llevar, apoya mis manos contra un árbol, me hace inclinar levemente, toca con sus dedos mi vagina que ya esta bastante húmeda, él me da una gran lamida desde mi clítoris hasta mi coxis ... aquello casi me hace perder la razón.

Siento la punta del pene en mis labios vaginales, con un ligero movimiento percibo como me entra poco a poco, hasta que entra todo, el hombre pone ambas manos en mis hombros, enseguida comienza con un ritmo constante y rápido. Escucho una voz que llama a alguien.

-Venga marica, entre por la esquina, estoy con la vecina- le dice al que llamaba en tono de cómplice. No aminora su ritmo, mis gemidos inundan ese espacio, escucho pasos en la hierba y luego un silbido.

Cierro los ojos por un momento, me concentro en las sensaciones de mi cuerpo, estoy empapada de sudor, en mi vagina hay una explosión de sensaciones placenteras, en mi hombro me doy cuenta de que cada vez aprieta mas sus manos en mi, signo de que esta a punto de venirse. Me vengo yo primero, se me doblan las piernas pero él no me deja caer y mantiene mi posición, él se viene, se hace a un lado y otra persona toma su lugar, no pierde el tiempo y me penetra con fuerza; escucho más pasos en la hierba, escucho conversaciones, escucho algunas risas, no logro entender con claridad. Termina este segundo, viene un tercero y un cuarto.

Es surrealista, estoy sola de nuevo, como si nada hubiera sucedido, pero mi cuerpo me dice que sí sucedió.

Regreso a la casa, me tardo el doble de tiempo o el doble de esfuerzo, o tal vez sean ambas al tiempo, me quito las botas y las medias, entro a la ducha, me siento sucia, con fluidos y sudor de esos hombres, pero la sensación me excita, aprovecho y me toco. 

Sergio me llama preocupado, temiendo que este aburrida, le digo que no, que esto era lo que quería -claro las sorpresas han sido bienvenidas también- , me dice que dejo algo para comer, preparo mi almuerzo y disfruto una limonada de menta con ingredientes de la huerta, lo cual me genera emoción, me tomo todo con calma, no tengo tiempos que cumplir, es sol ya no esta tan brillante, empieza su camino al ocaso, son aproximadamente las 4PM, y no he dejado de pensar en lo de esta mañana, ha sido algo extraordinario. Miro de nuevo el paisaje, y por impulso quiero volver allá. Escucho de nuevo la sierra, los pájaros y regreso, voy hasta la cerca, me dirijo por el mismo camino, voy al mismo árbol y me apoyo de la misma manera, me quedo quieta esperando que el sonido de la sierra o otro sonido me indique movimiento; la sierra deja de sonar, de nuevo los pasos, no sé cuantos son, no los miro, solo escucho.

Me incorporo, me devuelvo en el camino, escucho que me llaman voces que no me son familiares, voy al camino de subida, a la casita, entro, hay una mesa de madera en medio de la casita, me apoyo igual que lo hice en el árbol.

-Cómo usted quiera vecina- escuche que dijo alguien.

La luz del sol entra directamente por el marco donde debería haber una puerta, cuando miro atrás el solo es cubierto por las siluetas de un grupo de hombres, algunos restregándose la entrepierna con sus manos, otros con su pene ya afuera.

-Qué preciosura de muñequita-

-Bienvenida mamita!!-







Casita Libidinosa: Introducción

Apenas pongo un pie en el camino empieza a llover, primero es una ligera llovizna, pienso que podré caminar sin ningún problema, tomo el camino que me habían indicado, no obstante, al dar tres pasos la lluvia se hace más intensa, decido entonces quedarme bajo un árbol que da una buena sombra; parece una selva tropical el paisaje que tengo a mi alrededor, huele a tierra húmeda y a plantas de las que desconozco su nombre. Me quedo ahí un rato, contemplando, disfrutando.

No tengo prisa, es temprano, el viaje fue corto y tengo toda la semana, traje el celular como mero accesorio, pienso dejarlo olvidado en un rincón de mi maleta; llevo un morral con cosas básicas, un libro, no mucha ropa. No tengo problema con la lluvia, sin embargo, me da temor el camino que se me hace como una pista jabonosa de barro, y no se me antoja caerme en ese camino, seria un mal inicio. Tomo el teléfono, busco en llamadas recientes y marco a Sergio. Lo he notado algo ansioso desde temprano, me ha llamado cinco veces, para asegurarse que tomara el bus adecuado, que recomendara al conductor que me avisara dónde bajarme, entre otras cosas. Me contesta al primer timbre.

-¿Estas perdida?- se apresura a decir.

-No, jaja, ya estoy en el camino, iba a aventurarme a caminar, pero empezó a llover y ese camino se ve muy resbaloso, ¿vienes por mi?- 

No tarda en llegar, tiene una camioneta azul, dos puestos, llena de barro. El camino es corto, ni cinco minutos, llegamos a una casa pequeña de ladrillo, una cerca de alambre, y una reja blanca no muy alta, salen dos perros ladrando, uno negro y uno blanco con manchas negras -desconozco las razas-, me da un poco de temor salir, siempre he considerado que el perro de finca gusta de la carne humana. 

-¿No te iras a quedar ahí?- dice Sergio entre preocupado y burlón.

Tomo aire, y salgo haciéndome la valiente, cierro la puerta y trato de no mirar a los perros a los ojos, me asusto al sentir la nariz húmeda de uno en mi mano, luego el otro me lame un dedo, entro lo mas pronto posible a la casa; en la parte de atrás la casa tiene una reja blanca, no tienes puertas, me parece interesantes sentarse y que solo haya una gran ventana que da al exterior, evidentemente esta nublado y no puede apreciarse nada del paisaje, los perros se quedan viendo a través de la reja, yo aun así no me atrevo a verlos a los ojos.

Sergio me muestra mi habitación que esta al fondo, pasando el baño y la cocina, la casa es coherente con lo que vi desde la entrada, dejo mi mochila, guardo mi celular y me olvido del mundo. Escucho pájaros cantar, el sol sale de nuevo. Los perros se han echado en la entrada, se ven tranquilos, espero ya se hayan familiarizado conmigo, abro la reja y salgo, en efecto, apenas si les importa mi presencia, veo los pájaros en un árbol donde Sergio a instalado una pequeña plataforma donde les pone comida, veo un pájaro amarillo comiendo, luego me dirijo a ver el paisaje. Me doy cuenta que por el contrario de la casa el terreno de la finca es bastante amplio, todo se da en una especie de deprimido, como si la casa estuviera en la cima de una colina y todo el terreo baja y vuelve a subir a los lejos en una colina en donde hay una casita más pequeña en medio de la maleza.

-¿podemos ir hasta allá?- pregunto sin mirarlo.

Tomamos un camino de piedra, que va bajando en escalones no tan altos, aun hay niebla, pero cada vez el sol esta más presente; el perro blanco nos acompaña, pasamos al lado de una casa donde veo otro perro más grande y más feroz, este me ladra con ira, ni siquiera lo miro y sigo de largo. Más abajo veo un techo de aluminio grande, me emociono al ver vacas, las observo un tiempo, Sergio me explica que vende la leche y deja algo para la casa, nunca compra leche de la que tomamos en la ciudades. Seguimos bajando, pero ya el camino de piedra ha desaparecido, ahora solo hay un pasto bastante alto, llega a mis rodillas, se alcanza a percibir un sendero que es invisible al ojo distraído. Hay arboles muy grandes en esta parte, seguimos bajando hasta encontrar una cerca de alambre, pienso que hasta ahí va el tour, pero Sergio con una mano la abre y se ve un camino pequeño, con mas maleza, veo hormigas en el camino, imagino que podría haber arañas, serpientes, otros pájaros cantan sobre nuestras cabezas.

Seguimos avanzando, el camino se hace resbaloso y de difícil acceso, él me pregunta varias veces si quiero seguir, y le digo que si; me entusiasma la aventura, es como estar en una historia de Julio Verne, o algo así, la hierba invade el camino, veo que mi jean se va llenando de hojas y de rastros de las plantas, ahora hay que subir de nuevo, hay una parte muy empinada, y llegamos a la casa que se veía a los lejos, esta abandonada, puede ser un poco tétrica en la noche, pero la admiro, y me parece agradable, ahora puede verse el pueblo desde ahí, la niebla ha cedido lo suficiente. Hay mas camino hacia abajo, Sergio me indica hasta donde puedo caminar, pero le digo que lo haré en otra ocasión estando sola.

El regreso se me hace más fácil, el perro blanco se adelanta y pienso que me ha comenzado a agradar, sobre el otro no estoy segura, y sobre el que esta encerrado ni hablar, su nombre debe ser Cujo. Al llegar a la casa siento mi cabello húmedo por el sudor, no ha sido muy larga la caminada, pero ha supuesto un esfuerzo del cual no estoy habituada. 

No les he hablado de Sergio, no sé si sea necesario hablar de él, pero diré un par de cosas: él es un hombre que ha vivido del campo por mas de 30 años, sin embargo, puede pasar fácilmente por hombre de ciudad, tiene poco cabello, mide 1, 80 aproximadamente, su calva y cuello son testimonio de largas jornadas al sol, es amable y con un buen sentido del humor.

Sergio se quita la camisa y entra a su cuarto, me invita a que lo siga.

-Te había prometido consentirte, y ya quiero comenzar esa labor- mientras dice eso me acuesto en su cama, él desabotona mi pantalón y me lo quita, luego hace lo mismo con mi panty, ya me siento mojada, introduce un dedo y al tiempo reposa su lengua en mi clítoris, gimo de placer, cierro los ojos y arqueo mi cuerpo.

-¿qué tal si empezamos suave... no sé, unos 15 minutos de esto?- me dice sin apartado su lengua de mi clítoris pero sin detener su dedo.

-No pares- digo levantando mi cabeza buscando su mirada, y me dejo caer de nuevo.

Tal vez pasaron los 15 minutos o tal vez más, su rostro esta empapado de mis fluidos luego de mis tres orgasmos, apenas si me muevo, él se levanta, agarra su pene en la mano y me penetra. Me emociono por sentir el movimiento de nuestros cuerpos, es como si ya conociera mi cuerpo, sabe donde tocar y sabe la intensidad adecuada. Rasguño su espalda, y él pierde el control. 







viernes, 23 de marzo de 2018

Un pensamiento de hoy

¿Cómo están?, yo muy bien, agradezco a los que se han tomado la molestia de escribirme; he estado muy alejada, afortunadamente es por cosas buenas para mi vida. Este ha sido un año muy productivo, he aprendido un montón de cosas y he afirmado otras que ya conocía.

Nunca había tenido un trabajo tan administrativo, le ha dado a mi vida cierto orden -por ejemplo ya no trabajo en casa-, pero claro, eso me obliga a estar en una oficina una buena cantidad de horas frente a una pantalla; sigo teniendo una vida sexual un tanto maníaca y placentera, los que me siguen creo que no tienen dudas que es un aspecto primordial en mi vida. No obstante, esto de estar frente a una pantalla todo el día ha hecho que no me apetezca encender mi PC cuando llego a casa... es más, creo que estoy sub-utilizando NetFlix -tal vez me vea dos películas al mes-, creo que dejare de pagar por ello.

La buena noticia es que esto es temporal, espero que a mediados de Junio o antes, mi trabajo requiera estar menos frente a una pantalla; estos meses que vienen los veo agotadores, de modo que no creo que pueda escribir por algún tiempo... y bueno, también puede verse como que en ultimas este blog se alimenta de experiencias, así que de todos modos sigo haciendo la mitad de la tarea.

Eso me hace pensar que este blog será mucho más intimo en futuras entregas, creo que empece contando mis historias y ahora quiero contar mis más íntimos pensamientos libidinosos.

Besos y abrazos a todos.


Pd: también estoy alejada de mis redes sociales, creo que incluso he olvidado algunas de mis claves, en fin, estoy bien, no he muerto o algo por el estilo.






lunes, 5 de febrero de 2018

No soy buena amiga: coñito timido y coñito jugueton


Ayer tuve tiempo para pensar, y como dispuse de ese tiempo me vi envuelta en un torbellino de arrepentimiento seguido por ráfagas narcisistas en donde solo me explico lo sucedido por los inevitables deseos sexuales que tenemos las personas, y sobre todo las personas que vivimos para el placer. En ocasiones cuando empiezo a conocer a una persona, y me invitan a salir es recurrente que me pregunten "¿y tienes alguna amiga para que salgamos los 4?, o ¿y no tienes alguna amiga para mi amigo?". Mi respuesta habitual es NO, ya que en realidad no las tengo, no porque sea antipática, o a razón de "querer todo para mi", creo que simplemente es un tema de evitar problemas.


Estoy convencida que todo tiene una explicación, y en este caso creo que tiene que ver con una experiencia que recordé ayer, y a la cual espontáneamente denomine de la siguiente manera: 1) coñito tímido y coñito jugueton.

La primera sucedió cuando tenia 18 años de edad, y a la pregunta de que si tenia una amiga para su amigo, por alguna razón una vez dije si. ¡Si, Edna, aun me acuerdo de ti!. Ella me pregunto que si era atractivo, yo le dije que si, y no mentía, ya había visto una foto suya; ambos eran contadores o administradores, lo que recuerdo es que sus clientes eran hoteles y algunos moteles, por lo que evidentemente tenían a su disposición privilegios que el usuario común no tiene.

Después de clases salí con Edna, y justo frente a la universidad nos recogieron en una camioneta, allí estaban ambos, nosotras nos sentamos en el asiento trasero, nos saludamos y nos presentamos, creo que todos estábamos algo nerviosos. le dije a ella que el plan era una habitación de hotel (que en realidad era motel) donde tomaríamos y hablaríamos los cuatro. Imaginara querido lector que la habitación lo tenia todo, sauna, jacuzzy, una cama gigante, minibar, etc. Al entrar ella apretó mi mano, nos miramos y sus ojos estaban redondos de espanto; la mire y con los ojos trate de decirle que se relajara.

Ellos se quitaron la ropa, entraron en el jacuzzy, tenían vino y algunos quesos para comer; no espere mucho tiempo y los acompañe, me desnude y entre en el agua que se me hizo más caliente de lo que esperaba, sin embargo, no tarde en relajarme, me pasaron una copa de vino y tome un poco, y Edna, pues se quito los zapatos y metió sus pies al agua luego de mucho insistir. Tuve la sensación de "quedar mal con ellos", con ami amigo nos acercamos, nos besamos, nos tocamos, y su amigo quiso buscar a Edna de igual forma pero su actitud no fue la mejor, es mas se torno agria y se mostró molesta. No entrare en detalles, pero todo termino con ella pidiendo un taxi.

Y ahí, pues hay una doble sensación para mi: una de vergüenza, y otra de sentirme juguetona teniendo a dos hombres a mi disposición... termino siendo una noche fantástica para los tres. 

A la mañana siguiente ambos me preguntaron: "¿de casualidad no tendrás mas amigas que sean como tu?", puse los ojos en blanco y negué con la cabeza.




martes, 23 de enero de 2018

Hombre Frustrado


Definitivamente es un hombre frustrado, acepte su invitación este mañana tal vez porque no tenia nada mejor que hacer. Él no es tan atractivo, pero puede llegar a ser agradable, y si hace un esfuerzo, pues la verdad llega a ser alguien bastante desagradable; tal vez es en aquellos días de estrés y que no se preocupa por peinarse, tiene una abundante barba y cuando tiene un mal día es barba parece la de un gato erizado, y su pecho y hombros están llenos de vellos, aveces se ven bien, y otras veces parece un vagabundo.

Me escribe y bajo, ya su carro esta estacionado frente a mi apartamento, tiene vidrios polarizados por lo tanto no puedo darme cuenta si esta solo o acompañado o si ya me ha visto.

Entré a su carro y de inmediato me percate que no era un buen día para él, tiene tufo como si en lugar de café en el desayuno, tomase dos botellas de Heineken; hago el gesto de bajarme del carro pero él me detiene, me toma de la muñeca con fuerza y me hala hacia él, tiene rabia, no sé si hacia mi o hacia el mundo en general o si la rabia no tiene un objeto determinado.

Me di cuenta que esto podía salir muy mal así que no respondí, luego pude ver que su pene estaba afuera, erecto, casi palpitando; comprendí cómo calmar a este hombre frustrado. Él corre el asiento del conductor hacia atrás, me bajo el jean y lo dejo en la silla, hago lo mismo con el saco y mi ropa interior, me monto encima del hombre frustrado, me mira con deseo, con una mano sujeta mi brazo y con la otra mi cuello, lo hace con fuerza, luego me da unas nalgadas como avisándome su deseo de que me mueva con rapidez. No lo quiere lento, lo quiere rápido y sin arandelas. Hay mucha gente, pero no pueden vernos, el polarizado lo impide.

Lo hago rápido, casi mecánico, aveces un poco lento, pero él me exige de nuevo ritmo, a pesar del frió el suda y yo sudo; nos venimos y quedo sin aliento acostada en su pecho, su sudor es alcohol. Lentamente me levanto, él no se mueve, no me mira, me visto de nuevo, y no decimos una palabra, su respiración es agitada, seguramente años de cigarrillo le impiden respirar mejor y mas pausadamente. La gente me mira, o creo que me miran, no podían vernos pero me pregunto si el carro se alcanzaba a mecer de manera sospechosa. 


La primera impresión no corresponde


Es un día más frío que todos los demás, no tengo un plan en especial o una actividad previamente planeada, creo que es usual que mis domingos sean así, es como que me dejo llevar, tal vez en parte a que el resto de la semana debo casi que planearla hora por hora... pero el domingo no, ese día mi cerebro descansa. Suelo ir a algún café, con mi tablet o un libro, es igual, voy solo a leer un rato y tomarme un capuccino o dos. 

Entran dos universitarios, no creo que superen los 19 años de edad, los escucho hablar despreocupadamente, uno es venezolano y el otro es español; el primero pide un te y el segundo un cafe muy negro, tal vez un americano, se sientan a mi lado y me miran, yo, clavo mis ojos en el libro "Lords of the sith", sonrío mucho en la lectura, me parece increíble como escucho toda la banda sonora en mi cabeza, la respiración de Vader, la voz del emperador. en seguida me doy cuenta que no debe ser usual ver a una mujer leyendo estos libros.

Me distraigo un rato de la historia y pienso lo tiernos y respetuosos que son aquellos dos, los imagino con novia o tal vez muy tiernos para que alguna mujer los tenga en cuenta, mucho Eros y poco Thanatos; o lo que es peor, mucho dragon ball y poca vida real. El venezolano se muestra agradable conmigo, el español más bien apático, tal vez celos de amigo; lleva 3 años fuera de su país, estudia y no trabaja, vive con sus padres. 

Vamos a mi apartamento, tenemos sexo, me dice que soy la segunda mujer en su vida, yo no le doy ninguna información al respecto. No es inexperto, y tampoco tierno, creo que tierno es las definición más equivocada a su estilo... tal vez ha visto mucho porno.

Mientras escribo esto, él me ha dejado 15 o 20 mensajes, no le respondo aun, aveces si te metes con alguien tan joven una termina por alguna razón conociendo "los suegros", y por alguna razón me aman o me odian. 


miércoles, 17 de enero de 2018

Es cuestión de soñarlo

He estado viajando, literalmente desconectada del mundo, sin preocupaciones, sin los problemas de todos los días, sin la necesidad de revisar el correo, sin morir por las molestas notificaciones del celular. Solo leer y follar; leí un par de libros y me folle a un par de amigos, todas mis necesidades estaban cubiertas.

¿Saben?, aveces me siento como una niña jugando a ser adulta, no sé porqué tengo esa sensación, de seguro no soy la única; otras veces me siento "vieja", bueno, biologicamente estoy lejos de serlo, sin embargo, repaso mi vida y... vaya si he vivido cosas. 

No quisiera volver al trabajo, creo que seria una pensionada muy alegre, viajando, leyendo, haciendo no sé qué y no sé cuando, pero, creo que puede ser divertido pensar simplemente en el propio placer. Por ejemplo, compartí una gran cama con esos dos amigos, despertar en medio de ellos era bastante agradable; obviamente las noches eran geniales y el sexo bastante placentero, y solo pensé en lo extraordinario que seria una relación de tres... ya saben eso que llaman poliamor (creo), pero ¿quien propone eso?, acaso, ¿debo pedir que sean mis novios?, cuando es un trío es bastante "sencillo", es un acuerdo por y para el placer de todos, y llega el otro día y cada uno continua con su vida.

Un día se presento un amanecer perfecto a mi modo de ver; nada mas empece a abrir mis ojos cuando uno de ellos estaba estimulando delicadamente mi clítoris, tal vez ya llevaba tiempo haciéndolo pues ya estaba mojada. Un olor a un rico desayuno también se hizo presente, y el sonido de los huevos cocinándose, me follo, y al terminar casi enseguida ... el desayuno en la cama. Más tarde, los tres nos duchamos juntos.

Estoy pensando desordenadamente, lo dejo así, breve, sin sentido, y me voy a dormir, hoy duermo sola, me siento bien, solo un poco pensativa.

Un saludo a todos los libidinosos en este nuevo año.