miércoles, 21 de noviembre de 2018

Me Acuerdo I


  1. Me acuerdo de mi primer beso, nos hicimos novios luego de ir a cine, y tuve una sensación extraña en mis labios el resto de la semana.
  2. Me acuerdo de la primera revista porno que vi, un amigo del colegio la llevo y los niños querían ver la reacción de las niñas al ver las fotos.
  3. Me acuerdo que mi reacción ante esa revista porno fue de sorpresa y nauseas, pensé que me iba a vomitar.
  4. Me acuerdo que la primera vez que me emborrache fue con aguardiente y cerveza, y que vomite en un parque.
  5. Me acuerdo la primera vez que hice un oral, no lo disfrute y me sentí torpe, pero él me dijo que lo disfruto, incluso se vino en mi cara.
  6. Me acuerdo de mi desconcierto ante esa primera vez de tener mi rostro lleno de semen, no supe que hacer, hasta que fui al baño a limpiarme. 
  7. Me acuerdo la primera vez que me hicieron un oral, me enloquece por esa sensación, no podía controlar mi cuerpo, y me vine en menos de tres minutos.

martes, 13 de noviembre de 2018

Instructor de gym

Llevaba un tiempo sin escribir, fue un mes duro, de poco sexo y mucho trabajo. Cuando algo así sucede en mi vida, suelo ser distante, simplemente me alejo de todos; no es que me comporte como una amargada, no señor, solo es que el descanso se me hace fundamental. Y para mi descansar equivale a no salir de casa y leer. Por alguna razón note que Netflix me cansaba, o más bien me aburría. 

El lunes me anime a salir con alguien, con el que nunca considere salir; solo les diré que Miguel es instructor en el gym al cual asisto, y ahí debo mencionar que tengo una especie de prejuicio con los instructores: 1) su trabajo creo que fácilmente los lleva a una vida promiscua, 2) esta promiscuidad por lo general no distingue genero y 3) su narcisismo puede ser insoportable. Lo siento si algún instructor me lee, pero esa ha sido mi opinión durante bastante tiempo. El lunes me di cuenta de una habilidad que ellos suelen tener, y de la que denominare "olfato de vulnerabilidad". Sí, el lunes me encontraba vulnerable, algo triste tal vez, algo que Miguel capto en una señal que se suponía no tenia destino, pero la capto y se puso en acción. Se acerco sin que me diera cuenta, me tomo por la cintura... es fue la acción que me derroto, sentir sus brazos, su firmeza, naturalidad. Espero a que nadie viera y me robo un beso, no me resistí, no escape.

Fuimos a su apartamento, no lejos del gym. Un apartamento prácticamente vacío, solo una cama y un sofá; una cama pequeña de eterno soltero, pensé. Fue rápido, casi sin preliminares, como si presintiera que en cualquier momento me arrepintiera, y en efecto en el momento que me penetro, sentí que no debía estar ahí, pero no huí. Cerré los ojos y me deje llevar, estaba vulnerable, sin embargo, no tarde en sentir un orgasmo, y luego otro. Él parecía no cansarse, no tener limite, hasta que sentí como mis senos se llenaban de su liquido caliente y muy espeso.

Me levante, fui al baño, me limpie. Él ser acerco de nuevo, pero esta vez le dije que tenia que irme, debió ver algo diferente en mi, pues no insistió.

Hoy, estoy bien. 

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Libidinosa

Esta frente a su laptop, no le apetece esta tarde salir de su pequeño apartamento, la cafetera dejo de sonar advirtiendo que el café esta listo, ella todos los días deja que pasen un par de minutos a modo de ritual antes de preparar una taza, y en donde espera que caiga hasta la ultima gota; se sirve el café, le agrega algo de leche y toma una pequeña pastilla de chocolate para acompañar la bebida. Se detiene en la ventana, hay nubes grises pero no parece que vaya a llover, sus pensamientos se elevan en un remolino que mezcla recuerdos y emociones, el centro de todos estos pensamientos es una entrevista que le realizaron el día anterior, todo a propósito de su libro que ha teniendo alguna visibilidad y que de alguna manera a cumplido un hito nunca mencionado. 

De algo siempre estuvo segura y es que su relato debía trascender su imagen, lo importante siempre ha sido lo vivido, lo soñado y lo contado, por ello nunca fue actriz porno o chica webcam. Cuando recibió el correo de la emisora invitándola a una entrevista ella no respondió ese correo, no por miedo o inseguridad, simplemente no le intereso y continuo con su vida como si ese libro nunca hubiese nacido. Un día ella olvido ese libro, y olvido el blog que lo alimento, se dejo absorber por la rutina y lo operativo de la vida. 

Tomó un sorbo de café, mordió el chocolate, ideas de trabajo e informes llenaron su mente, como tinta que se riega en un pañuelo, frunció el ceño señalando una molestia con la vida misma; no obstante, no se detuvo mucho en ese tema, decidió orientar sus ideas a la laptop, para ser más precisos a un excel de aquellos en donde interactuan textos y números casi de manera incomprensible.

Cuando sintió hambre se levanto y se preparo un sadwich, al comerlo fue consciente del hambre que tenia; adicional a esto, pudo darse cuenta de lo cansaba que estaba de estar frente a una pantalla en un trabajo tan operativo como es trabajar en una hoja de calculo. Pensó en acostarse unos segundos y descansar sus ojos.

Una forma que ella ha descubierto de descanso es la fantasía, pero es una fantasía que se confunde con recuerdos, de modo que en ocasiones ella olvida si lo soñado fue real o imaginario, por lo general resulta ser una mezcla de ambas; al cerrar los ojos regreso diez años, un pasado que parece remoto y cercano a la vez. Esta con dos amigas de la universidad, como parte de un ejercicio pre-practica profesional las han llevado a unos juzgados, con el propósito de observar juicios orales. Pilar y sus amigas entran en una sala, puede verse al juez, y lo que ella imagina son un equipo de abogados, no entiende bien la dinámica pues trata de encajar esa imagen con series y películas en donde los protagonista son precisamente abogados.

El caso es sencillo, es un hombre de la costa colombiana que lleva poco tiempo en Bogotá, desesperado por no conseguir un empleo asalto a una pareja, uso una navaja y robo sus celulares y algo de efectivo; no obstante, era novato y lo atraparon, de eso ya ha pasado dos años y debe cumplir una pena de cuatro. Pero eso es solo ruido para Pilar, como viento en un parque. Ella se ve interesada en él; es alto, acuerpado, cabello corto. Sin intención ella dice en voz alta a sus amigas que le haría un juicio oral en su apartamento como parte de un peritaje, ellas contienen la risa, pero se muestran de acuerdo que podría ser una buena idea.

Luego Pilar cambia de opinión, pero esto se lo reserva para ella; como psicóloga debe hacerle una entrevista, y al ser una profesional rigurosa, la entrevista debe hacerla en la celda, pero por alguna razón en su mente libidinosa la guían de una forma particular a esa celda. Esta desnuda, la llevan dos guardias, lleva unas esposas pesadas y que hacen un ruido estruendoso con cada paso que da, el camino es largo, lento. El destino es la celda al final de un túnel oscuro, a pesar de ir desnuda no tiene frío, al contrario, el ambiente parece cargado de una humedad calurosa y pesada, esa celda no parece el hábitat de un recluso cualquiera, la definición más cercana seria la jaula de un animal salvaje.

Al llegar lo puede ver, también esta desnudo, esta de pie y la observa con una tranquilidad que la sorprende, sin embargo, por la forma en que sus manos se aferran a los barrotes, esa tranquilidad parece una mascara; uno de los guardias menciona que solo tendrán una hora para la entrevista. Abren la celda, la empujan dentro, la cierran y se van, el eco de sus botas resuena por el túnel. El animal tiene su pene erecto, lo pone en la boca de ella. La celda, el túnel se inunda con sus gemidos, no es fácil discernir si sufre o disfruta.

Al abrir sus ojos, esta de nuevo en su apartamento, siente una humedad significativa entre sus piernas, pero no desea estar ahí, sin ningún genero de duda quiere estar en esa celda.