sábado, 30 de noviembre de 2019

Algunas de mis cosas

Pude vivir en casa de mis padres hasta cuando yo lo quisiese, sin problemas, sin deudas, sin tomar decisiones tan relevantes; pensar en qué desayunar, almorzar, cenar, podría haberlo evitado y dejar que mis padres lo decidieran por mí, tal vez mi repertorio de vestidos, accesorios, perfumes, seria mucho más amplio. Mi cama seria sencilla junto a una ventana que me llevaría a ver arboles y escuchar ranas en las noches.

En lugar de eso, decidí tener problemas, deudas, decisiones vitales. Con frecuencia debo pensar en qué desayunar, decidí vivir en apartamentos pequeños con una cama grande y sin una vista acogedora. Vivir en otro país, no tener hijos, no tener una pareja, un matrimonio, una boda. Pude casarme con K... y no tendría que mover un dedo, pude decirle que sí a M... y estaría viajando por el mundo, rechace a P... negándome la posibilidad de vivir en una mansión, huí de B... desechando una vida en Buenos Aires, pude vivir en Barcelona, en Lyon, en Berlin, en Santiago, en el DF.

Pude prostituirme en Europa y ganar mucho dinero (bueno, eso me prometieron), pude ser una esposa en California y con el derecho de follar a quien quisiera. ¿qué tal la esposa o madre de los hijos de un futbolista de relativo éxito?, o tal vez la mujer de un político con el futuro económico asegurado.

Suena bien ¿no?, por ello no me atrevo nunca a juzgar a las que han dicho sí, las que han aceptado y firmado el contrato.

Cada día afirmo que ninguna de esas vidas me habría hecho realmente feliz, y no es que me sienta feliz del todo, soy como usted querido lector, dudo de mis decisiones, siento miedo e incertidumbre por el futuro, pero también vivo lo suficientemente tranquila con mi presente, hay personas que me han hecho daño, hay personas a las que les he hecho daño.

Anoche follé con un hombre que llora cuando eyacula, vi marcas en sus muñecas, es un hombre triste y feliz a la vez, inseguro y desesperado, justo el tipo de persona que me da temor. Me follo con odio y me trató con ternura a los pocos minutos... el caso es que él me hizo pensar en algunas de mi cosas, en varias de mis decisiones.


viernes, 15 de noviembre de 2019

Dos botellas de vino después

Cuando cerré la puerta ya sabia que era un error, sin embargo, seguí adelante y elimine toda duda de mis pensamientos, me desnude, él hizo lo mismo, me ato los pues a la cama, y mis manos a esa misma atadura, de modo que quede boca abajo, con mi colita hacia arriba. Su lengua fue la primera en actuar sin cuota de timidez, con paciencia y persistencia, de modo que me sentí tan mojada, tan emocionada, por esa mezcla de su saliva y mis fluidos, el olor de mi vagina.

Se unieron sus dedos, algunos entraron en mi ano, otros en mi vagina, muy suave, luego muy rápido, y enseguida de nuevo su lengua, que sin esfuerzo me hizo venir, la humedad se multiplico.

- así te quería tener, qué hermosa vista-

-aprovéchala entonces-

-¿qué tal?, ¿te gusta como mi verga llena tu cuca?-

-Mmmm si, me encanta, dale más... -

- Eso, lo vas a sentir hasta el fondo -

Cada vez mas rápido, mas fuerte, sentí su respiración en mi espalda, como se entrecortaba y tomaba un segundo aliento.

- Te deje esa chocha llena de mi leche, que linda se ve goteando, ¿puedo tomarle una foto para el recuerdo?-

- Si, dale, no hay problema, pero que no se vean mis tatuajes-

- Tranquila, solo quiero la chochita goteando con mi leche -

- Dijiste la verdad, me gustaría repetir -

- Nunca miento, mira la foto, quedo muy rica -

-¿Me sueltas?, ya estoy cansada-

- No aun no, ahora quiero tu culo-

-No, te dije que en la primera cita no lo doy-

-Pero es que lo veo muy provocativo-

-Pero no, hoy esta prohibido-

-Igual eso dices ahora, pero cuando ya lo sientas adentro...-

-No, te había dicho que no desde el bar-

-Mira, solo la puntica-

-Sacalo -

-Lo voy a sacar cuando te deje toda mi leche adentro-


Al final de la noche, dos botellas de vino después, seguí atada, luego se vistió, me desato y se fue.

-Nos vemos mañana en el trabajo princesa-




sábado, 9 de noviembre de 2019

Siete mentes perversas

Estoy agotada, no sé si han pasados dos horas o cinco minutos, mi cuerpo esta lleno de sensaciones, principalmente las huellas de siete hombres de mentes pervertidas y cuerpos frustrados; estoy sudando y en mi rostro han dibujado una sonrisa que expresa placer.

Es una habitación no muy grande, se encuentra vacía, no hay muebles, cuadros, solo una colchoneta de inflar que no tendrá más uso, en ella estoy de rodillas observando siete mentes perversas; el primero se acerca tímidamente o más bien no sabe muy bien qué hacer, abro mi boca, mete su pene y lo vuelve a sacar, lo repite un par de veces, se viene en mi cara, tengo la sensación de calidez de su semen, se aleja y se acerca el segundo, éste viene decidido, y eyacula abundantemente en mis senos, lo noto espeso, y que baja casi en cámara lenta; el tercero se acerca con dudas, los demás le dicen "en la boca", pone delicadamente su mano en mi mentón, abro la boca, su semen baja lentamente, es liquido casi como agua; el cuarto viene seguro y dice "que la carita le quede llena", y así lo hace, es espeso y pareciera que al derramarse en mi frente su semen quedo inmóvil ahí un buen rato; el quinto se acerca y me dice "abra la boca", no he tragado el semen del tercero así que tengo la sensación de tener la boca a rebosar; el sexto casi con apuro, termina de llenar mis senos de semen; el séptimo, seguro y sin dudar se derrama en mi rostro.

Cierro los ojos y me encierro en mi misma, disfruto de las diferentes sensaciones, la calidez en mis senos y en mi cara, mi boca llena, estoy llena de siete mentes perversas, mientras lo pienso, bajo mis dedos, froto mi clítoris, que no hace falta estimularlo mucho para tener un nuevo orgasmo, más ligero que los anteriores, pero de alguna manera se siente como una delicada recompensa. Sé que esas mentes me hablan, pero no comprendo, solo hago que ese momento duré por siempre. Cuando escribo esto, se dibuja la misma sonrisa, me sonrojo ligeramente como emulando esa calidez en mi piel.

viernes, 8 de noviembre de 2019

¿Que si he tenido relaciones estables?

Es una pregunta que me la hacen con relativa frecuencia, y suelo responder SI, sin reflexionar mucho sobre el tema, pues en alguna medida nunca me pareció especialmente importante, no obstante, hoy he querido dar una respuesta más completa a esa pregunta.

Si lo pienso en términos de tiempo, actualmente tengo relaciones con las que llevo aproximadamente tres años, y hago énfasis en relaciones pues no hay exclusividad. Por lo tanto si me lo preguntan con la condición de exclusividad podría decir que nunca he tenido una relación así, creo que a razón que soy débil ante la tentación, y en efecto lo intente un par de veces, pero nunca supere la prueba de la tentación de estar con otra persona, así que me rendí y me di cuenta que la exclusividad no es lo mio.

Cierta ocasión conocí un hombre que parecía ideal, era chef, me cocinaba platos deliciosos, era cariñoso, buen amante, le caería muy bien a mis padres, y decidí darnos una oportunidad, convivimos un par de meses, pero a la semana de convivencia me tope con un hombre diametralmente opuesto, un "niño malo" con el que comencé a tener tardes especialmente húmedas. No me gusta engañar, así que esa relación termino, él se caso y ahora tiene dos hijos.

Puede ser que estables deba ser una relación sincera, y de esas tengo cinco en la actualidad, si me lo permiten les comentare a grandes rasgos las características o acuerdos de estas relaciones:

Amante enmascarado: Lo conocí en Tinder hace tres años, no sabemos nuestros nombres, no conocemos nuestras ocupaciones o lugar de residencia, yo no conozco su rostro, pero una vez al mes nos escribimos, nos ponemos de acuerdo y pasamos una noche en un hotel, él siempre me espera con una mascara con una peluca rubia, no hablamos, no conversamos de ningún tema, solo es sexo, al otro día cada quien se viste y se va, y hasta el próximo mes. El acuerdo es no hablar, solo disfrutar.

Joven aprendiz: Lo conocí cuando él tenia 17 años de edad, comenzamos a conversar en alguna red social, él buscaba una mujer con experiencia para perder su virginidad, y desde la primera vez hubo una conexión especial, se podría decir que lo he entrenado desde hace dos años para que me de el máximo de placer; viene a mi apartamento una vez a la semana. Me cuenta de su novia, de sus estudios, yo le cuento de mis amantes.

El piloto: Viene a la ciudad aproximadamente cada dos o tres meses, ya es un hombre maduro, es casado, tiene nietos, es piloto, se pensiona en dos años. cuando viene se queda en mi apartamento 2 o 3 días, cenamos, salimos, jugamos en mi cama. Le gusta hablar de sus nietos, me gusta preguntarle de su oficio. Ambos sabemos que cuando se pensione no nos volveremos a ver.

El profesor: es soltero, tiene dos hijos, hace mucho deporte y participa en eventos deportivos, siempre esta entrenando, y dice que entrena pensando en tener un buen rendimiento en mi cama, y creo que funciona, nuestros encuentros suelen ser muy vigorosos; llevamos un año aproximadamente en donde cada sábado en la tarde toca mi puerta y vamos directo a mi cama o a la ducha si viene de entrenar.

Uber: Ya no uso transporte publico, tengo mi propio Uber, desde hace 6 meses aproximadamente. Cada mañana me recoge en mi apartamento, sube, tenemos sexo un rato, me alisto, me lleva al trabajo, eso sucede todas las mañanas de lunes a viernes, es divorciado y en una pelea irracional por la custodia de los hijos, ella le fue infiel, y creo que tiene cierta rabia con las mujeres en general, se desquita conmigo.

Pienso entonces que sí he tenido (y tengo) relaciones estables, pero podría comprender si tú querido lector no estas de acuerdo con mis argumentos, no me molestaría si piensas que lo que expongo no es valido. Pero de todas formas me gustaría conocer tu opinión.

viernes, 1 de noviembre de 2019

Tentativa de inventario de los hombres que me folle a mis 19 años de edad

Un policía que interrumpía su trabajo por follarme, cinco muchachos de 18 años de edad que estaban haciendo su servicio militar obligatorio, dos vigilantes de la universidad. Siete profesores de diferentes carreras, cuatro taxistas, dos conductores de transmilenio. Un ayudantes de un bus intermunicipal, un bicitaxista, dos bachilleres que hacían trabajo social en una biblioteca.

Dos escoltas de traje negro y lentes oscuros, cuatro vigilantes del edificio donde viví. Cinco turistas argentinos, un turista peruano, tres turistas españoles, un turista aleman, dos turistas mexicanos, un turista de Panama, uno ecuatoriano y uno chileno. Doce hombres casados, ¿seis divorciados?, un abogado de familia, dieciséis ingenieros, cinco estudiantes de ingeniería, tres médicos, un estudiante de medicina, cuatro estudiantes de periodismo, un trabajador social, un veterinario. Un arqueólogo (no Indiana Jones) uruguayo, tres stripers, dos estudiantes de psicología, siete estudiantes de contabilidad.

El recepcionista de un hotel en San Andres, cinco negros de la isla de San Andres y el guía del "tren" que da la vuelta a la isla, el recepcionista de un hotel en villavicencio, el guía turístico en Cartagena. El dueño de un bar en Cali y su amigo, el instructor de natación en Compensar, tres primos paternos. Un estudiante de fotografía y su profesor, cinco estudiantes de arte y dos profesores, cuatro totales desconocidos y mi exnovio con el que perdí mi virginidad.


viernes, 13 de septiembre de 2019

Tentativa de inventario de los hombres que me folle a mis 18 años de edad

Un compañero del semestre, cabello rizado, moreno, alto. Ex-compañero del colegio, quiso revivir viejos tiempos. Estudiante de ingeniería y novio de una amiga. Un vigilante de la U. El mejor amigo de mi papá, quiso ayudarme cuando salí a vivir sola. El profesor de matemática básica. El profesor de biología, nunca vi fumar a nadie como él lo hacia.

Un costeño que conocí en un bar, nunca supe su nombre. Un muchacho tímido de Pasto, llevaba poco tiempo en la ciudad. El policía bachiller que estaba todo el día en la estación de la 63. Administrativo de la U, trabajaba en admisiones y solía salir con estudiantes, se caso con una. Negrito del bar, muy atractivo, muy joven. Negrito de San Andres, nunca lo olvidaré. Señor mayor que conocí en una red social, nuestra relación era viajes y sexo, me llevo a San andres.

Muchacho de FB, estaba desesperado por perder la virginidad. Un taxista, cobro la carrera de otra manera. Mi primo, se emociono al saber que vivía sola. Mi ex-novio del colegio, nos encontramos de casualidad en una disco. El amigo de una amiga, me invitaron de paseo.

Un militar que conocí en una red social. El músico de una orquesta en una feria de pueblo. El administrador de un hotel en Villavicencio. Un compañero de la U y su hermano que estaba aun en el colegio. El vigilante del edificio donde viví, y también su compañero del otro turno. Un futbolista que nunca supe si se hizo famoso. El abogado, mi jefe de ese trabajo espantoso. Un locutor de una emisora universitaria, no sé si sea también ahora famoso. Un bajista de una banda de metal de Bogotá.

Un poeta que era profesor en un colegio. Mi otro jefe, en una papelería. El ingeniero que arreglo mi pc de mesa. Un técnico de Telmex. Un piloto de Avianca que siempre estaba ebrio. El estudiante de contabilidad que se afeitaba en la mañana y en la noche ya tenia barba de nuevo. Un compañero de la U que llevaba 7 años tratando de terminar la carrera. El mesero del bar a donde solía ir.

El estudiante costeño recién llegado a la ciudad. El paisa que siempre tenia la camiseta de un equipo de fútbol. El ciclista que siempre entrenaba pero nunca competía. El hombre de FB que me llevo a en su carro a viajar. El estripper que contrato una amiga para la despedida de soltera de su hermana. El vecino que me ayudo a subir una caja muy pesada. El muchacho que me llevo al baño de una disco y no lo vi cuando salí y su amigo que me acompaño a mi apto. El representante de los estudiantes que siempre me saludaba. El de ingeniería que tenia moto.

Gracias por todo, estaré bien

Hay una decisión que ya acepte toda la vida me van a cuestionar, los ojos bien abiertos de sorpresa, indignación, incredulidad, no me generan ya ninguna molestia, creo que incluso ya lo espero; cuando menciono tajantemente que no quiero tener hijos creo que dudan hasta de mi humanidad. Mis razones son muchas, pero la historia detrás de esa decisión no la sabe nadie, nunca la conté, siempre la evité. No me avergüenza, pero me da algo de escalofríos. 

Anoche follé con un español que tiene siete hijos, le encanta tener hijos, ser padre, lo que hizo que se indignara al contarle mi decisión hace ya muchos años tomada, al hacerme a un lado, recordé cuando cumplí 18 años de edad; estoy en el baño de la casa de mis padres, sentada en el inodoro, tengo una prueba de embarazo que arroja negativo, todo por un compañero de Universidad que decidió quitarse el condón sin mi consentimiento y de lo que me percate cuando él se había ido. Cometí el error de dejar la prueba en el baño.

Estoy en el suelo, mi rostro arde, mis padres me miran, no hablan, solo me miran, mi mamá tiene la prueba en su mano y mi padre se frota la palma de su mano derecha, aun debe sentir el tacto de mi mejilla; dejo una nota en mi cama: GRACIAS POR TODO, ESTARÉ BIEN.

Apenas si tengo dinero, voy a la U, anoto todos los números de residencias universitarias, voy a la más barata, es una casa, vieja, descuidada, parece vacía. Abre un hombre, tiene 58 años de edad. Estoy triste, tengo rabia, esa noche me folla, me folla con rabia, no usa condón, se viene adentro, lo hace dos veces, quiere dejarme embarazada. 

Voy a hacerme la cirugía, me piden una prueba de embarazo, sale negativa, una semana después estoy en cama, adolorida, no solo dolor físico, pero me siento tranquila con mi decisión. 

lunes, 29 de julio de 2019

Infierno: Segundo incidente

Pero M no estuvo en la oficina el resto de la semana, no pregunté a nadie por él, me reserve cualquier comentarios respecto a su ausencia, me limite de nuevo a hacer mi trabajo; no hubo llamadas, no llego un correo a mi bandeja de entrada, lo que significaba evidentemente que conservaba el trabajo, claro, no esperaba menos. 

Un mes después M se presento a una reunión de trabajo, nada había cambiado, llevaba sus lentes oscuros, una camisa blanca. Me senté frente a él, no supe si me miraba, había una tensión que nadie más noto, tal vez a razón de que esa tensión tenia vida solamente en mi imaginación, la reunión fue larga, aburrida, sin sentido; M me llamo a su oficina, me hizo pasar, cerro la puerta y se sentó en un sofá de cuerdo negro gastado en los bordes, se bajo el cierre de su jean, tenia una erección, comenzó a frotarse lentamente mientras expresaba que había pensando mucho en mí, que cada noche me recordaba y que estaba muy ansioso por regresar a ..., sus palabras me interesaron, también poder observar que había sinceridad en sus acciones me emociono, tendió su mano al frente como si me invitara a bailar, pero no me estaba invitando a bailar. Me senté a su lado, de nuevo me tomo del cabello y me inclino, su pene estaba ya muy mojado cuando entro en mi boca, guió el ritmo con sus mano, primero muy despacio, luego algo más aprisa, seguido por movimientos lentos y profundos, no tardo en venirse en mi boca, me recosté entonces al otro extremo del sofá, vi mi reflejo en sus lentes y me lo tome, una ceja se arqueo por encima del borde de estos lentes oscuros. 

Me puse de pie, con intención de salir, llegue hasta la puerta pero M me tomo del brazo y no me dejo avanzar en mi propósito, me llevo contra la pared, bajo mi vestidito, dejando mis senos al descubierto, los lamió suavemente, los chupo, se ocupo de ellos con paciencia. Mi vestido quedo en el suelo y M de rodilla frente a mi se ocupo de inmediato de mi clítoris, en combinación con el frío de la pared en mi espalda resulto ser refrescante; M se puso de pie, pude percatarme que tenia de nuevo una erección completa. 

No aguanto más si estar dentro de ti, me dijo, e inmediatamente me penetro, me beso, me excita viendo mi reflejo en sus grandes lentes oscuros, se escaparon algunos gemidos, M tapo mi boca, acelero el ritmo, me vine, enterré mis uñas en su espalda, luego él se vino, de nuevo adentro de mi. Me estas volviendo loco, me dijo, me puse mi vestido, salí, fui a mi oficina.

Hice algunas entrevistas en la tarde, en medio de la segunda, me di cuenta que mi oficina tenia olor a sexo, me sonroje, me puse algo nerviosa, seguramente las dos personas que había entrevistado se han dado cuenta también. Fui al baño, me limpie, pero el olor no se iba, decidí ignorarlo y seguir trabajando, hacia más calor que cualquier otro día y el ventilador no funcionaba. 

Terminado la tarde M se había ido de nuevo, lo de la oficina no era suficiente para mi, me sentí decepcionada, sola, aburrida. Bueno, tal vez lo más adecuado es decir que estaba desesperada, hambrienta; sin casi pensarlo fui a la oficina del contador, fui decidida, pero un poco más tarde pensé que había tomado una mala elección, pero claro, no estaba en condiciones de tomar buenas elecciones. 

El contador paso la noche encima de mi, me miraba a los ojos, me penetro como otro desesperado, pero no fue lo que esperaba, demasiado tímido para mi gusto. 


Infierno: primer incidente

Y sin embargo, esta no es la historia del mensajero, que fue solo como un dulce que dura poco. Después de dos semanas intensas de follar casi todos los días, él se fue, tuvo que irse, me pidió ir con él, y me negué, ni siquiera lo dude. Nos despedimos una tarde en el río, follamos y no hablamos, solo follamos, así fue nuestro estilo de conversación. Evidentemente los días siguientes lo extrañe. 

Me adapte muy rápido al trabajo, resulto ser mucho más sencillo de lo que pensé, me empoderé de tal forma que cuando no quería ir a la oficina, simplemente no iba; todo cambio cuando llego M, el coordinador, mi jefe inmediato. Según me dijeron solo iba una vez al mes a la oficina, pues su cargo requería que constantemente visitara otras sedes de la empresa y esta estaba de ultimas en su lista. M era un hombre de 35 años de edad, cabello corto, media aproximadamente 1.75, se veía bastante delgado, siempre usaba lentes oscuros, daba la impresión que siempre tenia resaca.

Me entrevisto, y durante aquella entrevista jamas pude ver sus ojos, lo que para mí resulta bastante incomodo, pues es difícil imaginar lo que puede estar pensando la persona, le es fácil esconder reacciones, expresiones que fácilmente se podrían leer, pero cuando no es posible hacerlo queda una sensación de no saber qué sucedió en la conversación. Pregunto por mi vida personal, ignoro mi experiencia profesional y todo finalizo con una llamada que interrumpió el interrogatorio, me dijo que lo esperara al final de la jornada para hablar tranquilamente, asentí y fui a mi oficina. Encendí el PC con una extraña sensación de incertidumbre, y no miento, pensé que era posible que me fuera a despedir por mi juventud e inexperiencia, de modo que, en mis planes estuvo quedarme tal vez una semana más y regresar a Bogotá, buscar un nuevo trabajo y simplemente continuar.

M tenia otra cosa en mente, me llevo a un bar en el centro del pueblo, pidió unas cervezas, y lo más sorprendente fue que a pesar de la oscuridad del lugar no se quitaba las gafas, el interrogatorio continuo, y digo interrogatorio pues estaba algo intimidada y no me atreví a preguntar por su vida personal; minutos después comenzó a hablar de más, su forma de expresarse podía tener sentido en un momento y luego de súbito carecía de coherencia, toco mi pierna, cada vez estaba más cerca, me hablaba más cerca. El bar estaba casi vacío, solo un par de personas solitarias aquí y allá, M se levanto, fue al baño, al salir intercambio algunas palabras con el encargado del sitio y regreso. Eres las psicóloga que estábamos necesitando, dijo, la psicóloga que yo estoy necesitando, pues tengo un problema grave de erecciones y lo peor es que me masturbo cinco veces al día y no quedo satisfecho, hace meses no tengo una vagina para desahogarme. Puso de nuevo su mano en mi pierna, desvié la mirada a una TV en un rincón, M, subió su mano lentamente, llego a mi coñito, los agarro y dijo: "esto es lo que necesito", me sonroje y no pude mirarlo, simplemente porque sabia que solamente vería mi propio reflejo en sus lentes.

Silencio, un silencio tenso nos envolvió un par de minutos, pero sus dedos se movieron y notaron una leve humedad en mi coñito, luego se puso de pie, me tomo de la mano y me dijo que quería mostrarme algo, me llevo al baño de hombres, se bajo los lentes e intercambio una mirada con el encargado cuando pasamos frente a él; el baño era pequeño, el lavamanos era una gran mueble de madera, había un espejo, M se bajo los pantalones, y me mostró su erección completa y luego menciono que ese era su gran problema. Me tomo de la cintura, me hizo girar y me inclino, la experiencia comenzaba a ser surrealista, noté que las cervezas ya habían hecho efecto en mí, seguramente ya desde hace algún tiempo. Su pene entro lentamente en mi coñito, entro por completo, salio y luego de nuevo adentro, con fuerza como si quisiera atravesarme, me tomo del cabello y me hizo mirarlo en el reflejo, pero de nuevo solo veía sus lentes.

Lo hizo con firmeza, una mano en mi cabello, otra en mi cintura, gemí, y él también lo hacia, el rimo se incremento, mis piernas perdieron fuerzas, me vine y a los pocos segundos M también lo hizo, se vino adentro de mí, lo saco y pude notar al instante que su semen caía desde mi coñito y lentamente recorría mi pierna derecha. M se subió los pantalones y salio del baño, no antes sin darme una sonora nalgada, yo tarde un poco más, ordene un poco mi cabello y salí, no obstante, M no estaba, se había ido, el encargado me miro, sonrió y me dio una cerveza, esta es cortesía, dijo, la tome, me senté y la bebí lentamente. Esa noche en mi habitación me masturbe dos veces antes de dormir, ahora pienso que lo hice solamente para evitar pensar en lo que sucedería la mañana siguiente en el trabajo.




sábado, 22 de junio de 2019

Infierno

Ese día hacia demasiado calor,  esa mañana me había ido de la ciudad sin tener idea del futuro, solo improvise y dije sí a un trabajo que no prometía mucho, pero, me resulto interesante pasar algún tiempo en un lugar en donde nadie me conocía. Seria como una especie de nuevo comienzo o como un juego de ser otra por un tiempo; conocería personas, tendría tal vez una amiga, un gato amarillo o un periquito, me levantaría tarde, haría mi desayuno, caminaría hasta el trabajo, escribiría algunos informes, realizaría un par entrevistas. Comería en algún lugar bonito en la noche, ya no haría tanto calor, regresaría a casa, tomaría algo frío y dormiría como nunca, tranquila, cansada, relajada.

Tome la decisión en una llamada que no esperaba, y sin pensarlo solo acepte, al colgar fue que de alguna manera sentí un frío de incertidumbre y arrepentimiento, pero, solo respire profundo y tome la decisión de seguir adelante; al día siguiente estaba en camino con una mochila, miedos, no le dije a nadie, solo desaparecí, deje de estar donde había estado los últimos años, deje de hablar con aquellos que hablaba casi todos los días. El viaje fue muy largo, aburrido, lo que hacia que en mi cabeza nacieran las ideas mas extrañas que había tenido jamas. Al llegar lo primero que me percate fue el clima, creo que nunca sentí un calor así, insoportable por momentos, y creo que jamas agradable.

Debo decir que la habitación que encontré era coherente con el precio del arriendo, demasiado pequeño para mí, pero resultaba curioso, al mismo tiempo, que la habitación tenia una entrada independiente, era una escalera de caracol pequeña que llevaba a una puerta de metal blanca, y que al abrirla en efecto llegabas a mi habitación. Ahora la recuerdo con cariño, no fue tan mala, lo que sucedía es que yo era demasiado joven. La cama era gigante, me imagine que me divertiría mucho ahí.

No lleve mucha ropa pensando en comprar un repertorio decente en el pueblo, ropa que fuera acorde con ese clima, con las personas, creo que tuve la intención de ser una más, sin embargo, fue una intención que nació marcada para fracasar... mis tatuajes, bueno, nadie más tenia tatuajes en ese pueblo, era impensable que una mujer los llevara almenos, claro, que estuviera loca o fuera una rebelde, una turista de una tierra lejana. Así que eso hizo a que fuera imposible ser invisible y, claro, llevar el cabello en un tono rojizo tampoco resultaba un camuflaje social eficaz. Me decían "la de los tatuajes" o "la pelirroja". 

En el primer piso vivía una familia muy tradicional, una pareja de mediana edad, y dos hijos, ya adolescentes. Él estaba casi siempre de viaje, ella ama de casa, pero también debía viajar por negocios que nunca comprendí, cuando ambos padres no estaban venia el abuelo y cuidaba a sus nietos un par de días.

El trabajo resulto ser demasiado sencillo, pausado, podía hacer el trabajo de un día en media mañana, la oficina era particular, hacia demasiado calor y a pesar de mantener siempre la ventana abierta, la brisa nunca entraba, era como si el aire fuera tan pesado que no lograra moverse por mas que lo quisiera. Así que, cuando terminaba temprano, me iba temprano, pasaba la tarde en una piscina, o caminando, o follando.  El segundo día salí con el mensajero de la empresa, joven y atractivo, con una gran vitalidad y arriesgado, me invito a salir y sin dudar acepte, comimos un helado, tomamos una cerveza, caminos y terminamos en mi habitación. Nos besamos, me desnudo, lamió mis senos, jugo con mis pezones y un par de cubos de hielo, luego otros cubitos se derritieron rápidamente en mi clítoris mientras me retorcía en la cama, me penetro, me beso, fue muy suave y lento, me ahogaba de nuevo el calor, enseguida lo hizo mucho más rápido, sentí explotar y lo sentí explotar dentro de mi.

Me abrumo una sensación desproporcionada de sed, me puse un vestido corto y salí por algo de tomar, caminando percibí algo extraño y refrescante en mis piernas, observe que el semen escurría en tres delgadas lineas por mis piernas; regrese con algunas botellas, el mensajero se daba una ducha, al escucharme salio del baño con una erección completa, se acostó en la cama y me invito a acompañarlo, me hice encima de él, su pene de deslizo fácilmente al interior de mi vagina, me moví lentamente mientras sus manos acariciaron mis senos, cerré los ojos, me deje llevar, disfrute, aumente el ritmo, gotas de sudor cayeron de mi frente, me vine, él se vino. 


lunes, 27 de mayo de 2019

La promesa de los 3

Me había hecho una promesa, sin embargo, la había olvidado, y qué bueno fue olvidarla pues la sorpresa fue en verdad una sorpresa. Cuando lo menciono solo sonreí, ya que me sonó a esas frases estereotipadas del amante fogoso y complaciente, pero, en ese caso la verdad solo me he fijado en su físico, M.. puedo decir con seguridad que pasa muchas horas en la semana en el Gym, es calvo por elección, tiene dorso y unos brazos fuertes, firmes, marcados. 

No estoy segura si me agrada o no, y aveces quiero hablar con él, pero la mayor parte del tiempo no quiero ni escucharlo; anoche follamos, fue un muy buen encuentro, nos entendemos de maravilla en la cama y me recordó lo que me prometió apenas nos conocimos: me follaría tres veces en la mañana para que me fuera relajada al trabajo, ya que me ha notado un poco estresada al parecer.

Esta mañana desperté al sentir que chupaba mis senos y, al percatarse que abrí los ojos se aseguro de mi humedad y me penetro, me aferre a él con la poca energía matutina que suelo tener, solamente me deje llevar, lo hizo suave, despacio, pero con firmeza, acompañado de un movimiento regular, me beso, me hizo venir, él se vino también y me dijo al oído que apenas era el numero uno. Se levanto, tomo agua, estiro sus piernas, regreso a la cama, dijo que ya estaba listo para el dos; inicio metiendo sus dedos en mi vagina, luego metió su pene que ya estaba duro (¿siempre lo estuvo?), me beso, no paramos de besarnos, estaba vez lo hizo muy suave al comienzo, luego con fuerza, nos vinimos casi al tiempo, primero él, pero a los pocos segundos me estremecí, hundí mis uñas en su espalda. 

Entramos a la ducha, me alzo, me penetro de nuevo, me dijo que necesitaría todo el día para recuperarse, me reí de lo que dijo, pero sobre todo de cómo lo dijo; al venirnos nuevamente menciono su deseo de convivir conmigo, lo mire a los ojos, toque la punta de su nariz con mi dedo indice y le dije NO. 

lunes, 6 de mayo de 2019

El maletín de R

Hay hombres que aparecen en mi vida, y así como aparecen luego se hacen parte del paisaje, luego, con el tiempo no me percato que ya no están, y sin embargo, puede suceder que vuelven a aparecer; regresan como si el tiempo se detuviera y continuara de repente. R me dijo una noche que estaba en la ciudad, menciono que quería verme.

R es un hombre bien particular, recordé que tenia un especial encanto por un conjunto de lencería rosa que me regalo hace aproximadamente tres años a razón de un capricho suyo; creo que es una especie de cromofetiche que tiene un efecto sorprendente en su fisonomía y en sus erecciones. Siempre usa una gabardina negra, pesada, gruesa. Viaja con una maleta y un maletín de cuero, este segundo es el que es un poco extraño, es su caja de herramientas, si la abres esperas encontrar documentos, carpetas, no obstante, lo que se encuentra es una colección generosa de juguetes sexuales: tres consoladores, uno negro sencillo, uno rosa de dos puntas la segunda es para el ano, uno de vidrio azulado; dos vibradores, uno de forma cónica y otro con la forma fálica tradicional; dos pares de esposas, un lazo negro, unas bolitas anales moradas, aceites de diversos aromas.

Tiene un ritual que creo debe seguir con cada mujer, le gusta abrir el maletín, mostrar cada uno de los juguetes, explicar cómo funcionan, luego una copa de vino, música suave. Luego de regreso a la cama dice algo como "me gustaría empezar por este, ¿te acuerdas cómo funciona?"

Le digo que más o menos, pero no porque no lo recuerde sino debido a que sé que disfruta explicando; esta vez me pide que me quite la ropa, toma uno de los vibradores y pone la punta en mi clítoris, lo enciende, me mira a los ojos, me pregunta qué siento, pero no me deja responder, o más bien pone palabras en mis labios "debes sentir cómo pequeños temblores recorren tus piernas, una sensación que no puedes controlar, como un reflejo que..."

Busca un nuevo juguete, esta vez quiere estimular mi coñito y mi culito, hace la misma pregunta, pero el es que nuevamente responde. Me ata, deja mis piernas abiertas, para su diversión, para jugar con paciencia, es desesperantemente placentero, me retuerzo, quiero terminar pero no me lo permite. Luego deja a un lado su maletín, se desnuda, toma un pequeño dildo, me penetra, lame mi clítoris, no lo soporto y el orgasmo es inevitable. 

Su juego apenas inicia... 

miércoles, 3 de abril de 2019

Vestido Azul IV ¿tragedia o comedia?

Lo sucedido en efecto me ha traído un montón de problemas, me he visto envuelta en un drama que nunca imagine me fuera a suceder; la esposa del hombre calvo esta enceguecida por la rabia y la tristeza, que, para su fortuna tiene con quién canalizar toda esa maraña de emociones, pero su fortuna es mi tragedia. Han sido dos semanas de pesadilla, me han interrogado, me han acusado, me han amenazado. Sin embargo, estoy bien, también he tenido apoyo y todo va por muy buen camino a pesar de lo irreal que sigue pareciéndome esto.

Mi primera reacción fue aislarme, y eso lo aprovecho R, me vio sola, vulnerable y asustada; salí a tomar con él, me hizo beber más de la cuenta, pero no me importó, suelo tener mucho control sobre esto, pero esta vez solo decidí que no me iba a detener, como si nada importara. R, me beso, me manoseo, toco mis piernas, mis senos, mi vagina, todo en el bar, me beso, me lamió el cuello, reímos, bebimos, nos tocamos.

Fuimos a su apartamento, me desnude apenas entrar, me tumbo y me ato a la cama, quede boca abajo a su disposición, lamió mi ano, metió sus dedos, fue gentil, tuvo paciencia, dijo que lo iba a disfrutar demasiado, pero no me lo dijo a mi, estaba hablando consigo mismo en voz alta; me penetro, me mordió en la espalda, una embestida con fuerza, y luego tomo un ritmo calmado, me dijo que disfrutaba mucho de mi culo, no le respondí.

Su gentileza termino rápido, abrió mis piernas con las suyas, me penetro cada vez con más fuerza, entre el dolor y el placer tome la decisión de no volver a ver a R, pero en ese momento no podía hacer nada, no tenia posibilidad de moverme o de escapar. Deje que me lastimara de nuevo. Y lo hizo de nuevo en la mañana, solo hasta casi medio día me desato, luego que por fin quedo satisfecho.

Me fui a casa, lastimada como nunca, quería estar sola, recibí varias llamadas pero no conteste a nadie, esa noche corte mi vestido azul, y no imaginan el descanso que sentí; fui a ver a Angie, follamos, a nuestra manera, relajadas, todo muy erótico, mucho tacto, muchos besos, me sentí a salvo y feliz.

martes, 2 de abril de 2019

Vestido Azul III: ¿tragedia o comedia?

Todo lo que había dicho eran mentiras, no se había divorciado, no vivía solo, y me enteré de la peor forma posible, y es que lo que sucedió puedo comprender que tiene un lado cómico, pero para mí que lo viví las ultimas semanas ha sido una pesadilla. Y pensaba que esto solo sucedía en las películas.

La mañana siguiente este hombre calvo que no me había dicho su nombre, me despertó chupando mis senos, dándome dedito, luego bajo y lentamente lamió mi clítoris, me retorcí de placer, luego le dije que se lo quería chupar, se sentó en la cama y lo lamí, chupe. Enseguida me tomo de los tobillos, puso mis piernas en sus hombros y me penetro, lo vi sudar, y respirar con dificultad, bajo mis piernas y dejo caer su peso sobre mi cuerpo, me miraba a los ojos, su respiración cada vez le resultaba más difícil, se vino, se retorció, como si convulsionara más de la cuenta, luego descanso.

Creo que ese fue el momento exacto en que el hombre calvo murió, pero en ese momento solo imagine que estaba exhausto por el esfuerzo, y que podría haberse quedado dormido, sin embargo, hasta un hombre dormido respira ¿no es así?, pues este dejo de hacerlo en un instante; no imaginan el esfuerzo tan grande que tuve que hacer para hacerlo a un lado, cuando lo hice, trate de escuchar el corazón, pero no escuche nada, coloque un espejo bajo su nariz y se mantuvo limpio. Fue la primera vez que tuve que enfrentar algo así, me quede paralizada con esa sensación de irrealidad... Pero todo era muy real, hice la llamada y en media hora llego la ambulancia. ¿debía ir con él?, ¿o acaso era mejor ir a casa?, decidí ir.

Unas muy aburridas horas después conocí a su esposa, me saludo con una cachetada, me quede en silencio, me grito que todo era culpa mía. Tuve que dar muchas explicaciones a muchas personas.

Esa noche R me escribió, dijo que quería verme, que soñaba verme con mi vestido azul, acepte verme con él; follamos a pesar de que aun seguía asustada, él me noto diferente, dijo que quería mi culo otra vez, supe entonces que quería lastimarme de nuevo, pero esta vez se lo permití, no opuse resistencia, me puso en cuatro, me tomo del cabello y me penetro sin rastro de compasión. Grite... esta vez no tapo mi boca.

Vestido Azul II

No tarde en lucir de nuevo el vestido azul, salí de nuevo, quería emborracharme y follar, desconectarme de la rutina de mi vida, como si le pusiera una pausa y dejara que pasara lo que pasara podría volver y simplemente continuar. Pedí ron con Coca-cola, lo tome despacio mientras escuchaba algo de música, pero por momentos tome deprisa, me sentí triste de nuevo, aburrida; se acerco un hombre, gordo, con poco cabello, toco mis piernas, me dijo que le gustaba mi vestido, sonreí  y le dije que me gustaba su corbata.

Hacia calor en el bar, vi su cabeza llena de gotitas de sudor, y yo misma me sentí algo ahogada, era como si el aire no circulara, como si todo fuera en cámara lenta, o mejor, como si a la cinta le hubieran editado algunos segmentos y no estaba la secuencia completa. Se acerco más, acaricio mis piernas con más confianza.

Fuimos a su apartamento, era grande, pero descuidado, menciono que su esposa se fue con otro y que sus hijos estaban con los abuelos, hace un mes estaba solo. Al cabalgarlo en su cama matrimonial me di cuenta que la habitación estaba llena de fotos de ella, y todas esas fotos nos miraban, él gemía, y me moví hacia adelante y hacia atrás sin ningún control, pensé que era su pequeña venganza personal. Me tomo de las manos, me dio la vuelta y me acostó, se hizo encima, me penetro, lo hizo con rabia, y comprendí que se desquitaba de sus desgracias conmigo. Me aferre a él, me beso, me tomo del cabello y me miro a los ojos, sus embestidas fueron lentas y con fuerza, no dejo nunca de ver mis ojos, tal vez buscando señas de dolor y placer, se las di, aumento el ritmo, se levanto y se vino en mi cara.

Invirtió toda su energía ahí, y se quedo dormido; me quede despierta un rato, revise mis mensajes y encontré que R me había escrito:

"Espero que no este culiando con ese gordo Hijueputa"

Sentí miedo.

lunes, 1 de abril de 2019

Vestido azul

Cuando estoy triste suelo elegir mal, tomo malas decisiones, elijo el peor camino; al estar triste en realidad creo que tomo opciones un tanto autodestructivas. No es que me haga cortes, no, no llego a esas tonterías, pero siento que mi umbral de peligro o riesgo se modifica. Estoy triste hace un par de semanas, y es por lo mismo de siempre, pienso que trabajo demasiado, no gano mucho y sacrifico tiempo que podría invertir en cosas más agradables. Es un tema recurrente en mi, pero así como viene, un día desaparece esta tristeza.

Así triste salí sola una noche, y ahora que lo pienso cuando estoy triste me esfuerzo por seducir, me visto de forma diferente, y creo que envío señales diferentes, como si transmitiera en una señal que solo "hombres malos" pueden captar. Cuando estoy bien, suelo ir muy tranquila, jeans, un saco, una blusita, nada llamativo, y suelo conocer así hombres interesantes... bueno así conocí a W. Pero ese viernes me puse ese vestidito azul, ese que siempre atrae a hombres malos, y lo peor es que creo que es algo que no se cruza por mi mente en ese momento sino a la mañana siguiente cuando esta en el suelo de un motel. Esta vez el vestido azul atrajo a R, el cual tiene 21 años de edad, se rapa la cabeza pues tiene un tatuaje de un dragón que recorre tosa su cabeza, tiene más piercings que vellos en las cejas, sus brazos y su espalda no tienen lugar para más tatuajes, pezones perforados, lengua perforada. Lo curioso es que en el día todo ese metal desaparece.

Dice que trabaja en un callcenter, y me atrapo porque supo hacerme reír, y justo en el momento que más lo necesitaba, tal vez, se dio cuenta de ello desde que me vio. Me contó sus experiencias traumáticas con sus piercings:

"...cuando tenia 17 años, me puse piercings en los pezones, como sabia que mi mamá se iba a molestar si se daba cuenta de que los tenia, trataba de ser muy cuidadoso, pero una mañana mi hermanito me quiso despertar quitándome las cobijas para que fuéramos a jugar, y en esas la joya se enredo con la cobija...y puff, te imaginaras el chorro de sangre, me dolió tanto...".

"... este de la ceja una vez se me enredo con la gorra,y un amigo molestando me rapo la gorra..."

"... antes tenia en la lengua, y me la pasaba jugando con la joya, hasta que un día la mordí y se me partió un diente...".

No puede parar de reír, se me hizo muy dulce esa combinación de hombre malo y niño ingenuo, así que cuando me beso todo resulto ser muy natural, como que no podía terminar de una forma diferente, y sin embargo, no dejaba de ser un hombre malo, sus ideas son raras, su otra ocupación no resulta ser muy legal, solo que de ello me percate tiempo después.

Al estar en la cama vi sus dos facetas, muy dulce a inicio y con el transcurrir del tiempo se hizo más salvaje, sudamos tanto que estando encima parecía que no había ninguna fricción en nuestros cuerpos, lo que le facilitaba el movimiento, me besó con pasión mientras estuvo dentro de mi, las venas de sus sienes se brotaron visiblemente la primera vez que eyaculo. No tardó mucho en volver a penetrarme y llenar mis senos con su semen, fue abundante, liquido y de un olor fuerte; nos acostamos, él me abrazo, bajo sus manos a mis nalgas, las abrió, metió su dedo en mi ano, suave, luego fuerte, le dije que por ahí no, continuo como si no me escuchara, se levanto, me puso boca abajo, metió su lengua en mi culo lo que me enloqueció. Se detuvo, me di cuenta de su intención, pero ya era tarde, puso su mano en mi boca dejo caer su cuerpo sobre el mio y me penetro, el dolor fue al instante, el grito silencioso.

La mañana siguiente vi el vestido azul en el suelo, arrugado, parecía más pequeño que de costumbre, pensé que debería tirarlo, pocas veces suceden cosas buenas cuando lo uso.


jueves, 28 de febrero de 2019

Una semana en ND

Nunca soñé con conocer esta ciudad, jamas llamó mi atención, en ningún momento habría pedido pasar una semana acá, pero creo que así aveces suceden las cosas en la vida, un día simplemente te solicitan en el trabajo que debes ir, y en efecto no hay forma de negarse, simplemente algunas personas toman decisiones y hay alguien que debe ejecutar. Fue un viaje largo, odio los viajes largos, me ponen de mal humor, y este fue increíblemente desesperante.

ND es una ciudad extraña, jamas había visto tanto contraste; de repente estas en un café y por la ventana puedes ver el edificio más lujoso a un lado y en el otro el barrio más pobre; en ND hay demasiada gente, demasiado ruido, la comida aun no logro decidirme si me gusta o no. 

Nunca me había sentido tan observada, los hombres aquí te miran de manera extraña, si me siento deseada pero resulta ser intimidante, a lo mejor no debería mostrar mucha piel. No me atreví a salir de noche. Me quede en el hotel, un hotel bastante agradable, tranquilo, no hay muchas personas. Un empleado del hotel fue especialmente amable, pero me miraba extraño, genero en mi desconfianza.

Una noche entro en mi habitación, uso una llave maestra, me asuste, él actuó, se acerco, me tomo y me beso, no dijo nada. Me desnudo a la fuerza, estando en la cama me penetro con pocos preliminares, me dolió un poco, me adapte, comencé a disfrutar sin mucho esfuerzo. Su ritmo era rápido, fuerte, seguro, entre gemidos pensaba que pronto se vendría, pero no era así, me vine dos veces seguidas y él como una maquina mantenía el ritmo, parecía tener un auto-control especial. Quise dominarle, cambiar de posición, pero no lo permitió, luego se vino en mis senos y mi cara, su semen era abundante, casi como agua.

Al terminar me sentí exhausta, adolorida, él se fue, no dijo nada. Al día siguiente no lo vi en el hotel.

martes, 26 de febrero de 2019

Me Acuerdo IV


  1. Me acuerdo de M, un hombre mayor, sexual, inteligente, seductor.
  2. Me acuerdo cuando M me hablo por primera vez, dijo que tenia unos deseos incontrolables de follarme esa noche.
  3. Me acuerdo que esa noche follamos en su hotel, en el suelo habían dos botellas de vino vacías, que según él nos bebimos, pero que en realidad solo recuerdo una.
  4. Me acuerdo que M se vino en mi boca, luego en mis senos, luego me baño en vino y froto mi clítoris con mucha energía.
  5. Me acuerdo la intensa relación que tuvimos por casi 3 años, pocas veces teníamos ropa cuando nos veíamos.
  6. Me acuerdo de la ultima noche que pasamos juntos, se vino dos veces seguidas en mi vagina, la sentí llena de su semen, sudábamos, nos besamos mucho, hacia calor y se escuchaba el mar.
  7. Me acuerdo el día que lo mataron, yo estaba en clase, tuve un día normal, follé con un amigo de la U, revise facebook y vi la noticia, no lloré, pero me sentí triste.

sábado, 23 de febrero de 2019

Me Acuerdo III


  1. Me acuerdo la primera vez que tuve sexo casual, estaba triste, me sentía aburrida, salí y conocí a alguien.
  2. Me acuerdo que tenia 18 años, y él tenia 34.
  3. Me acuerdo la sensación de estar haciendo algo malo, pero la sensación me resulto agradable, deje de estar triste.
  4. Me acuerdo que la segunda vez fue con un amigo de la U, fue después de clases un viernes y pasamos el fin de semana juntos, solo follamos, comimos y seguimos follando.
  5. Me acuerdo terminar con el cuerpo todo adolorido.
  6. Me acuerdo que mis pezones duraron muy sensibles una semana entera.
  7. Me acuerdo que muchos se enteraron de lo sucedido ese fin de semana.

jueves, 21 de febrero de 2019

Cita doble

Monica tiene mi misma edad, con la diferencia que ella solo comenzó a explorar libremente su sexualidad desde el año pasado, la razón, termino una relación de más de 10 años con un hombre en extremo conservador; hay un hijo fruto de esa relación, creo que le caigo bien, pero él no me cae bien. Ella puso darse cuenta que tenia la posibilidad de disfrutar, conocer, experimentar. En ocasiones actúo como cómplice, ha solicitado también que sea niñera, pero nunca acepte.

El martes ella llamo, comento que estaba saliendo con una persona, y en efecto esa otra persona pregunto por una amiga para su amigo y en ese sentido coordinar una cita doble; en realidad no le vi problema, y acepte ir. La pareja de Monica es un hombre alto y delgado, barba y cabello largo, aparenta 40, pero dice que tiene 32, su amigo, N, aparenta 50, y tiene 51; tomamos vino, comimos algunos quesos.

Monica tuvo que irse, su pareja la acompaño, me quede a solas con N, follamos en la sala, derramo vino en mis senos y me los chupo, nos tocamos mutuamente, se vino en mi boca y mi cara. Me hice encima después de un rato, me moví, los disfrute, me vine, él se vino en mis senos, me abrazo y dormimos juntos. A la mañana siguiente hizo el desayuno, nos duchamos juntos, follamos, nos despedimos, yo fui al trabajo y él tomo un vuelo de vuelta a su país. 

viernes, 15 de febrero de 2019

W o una obsesión pasajera IV

Esa tarde no tomamos café, W estaba apurado, follamos en mi apartamento, apenas si cruzamos palabras, pues nuestras conversaciones suelen ser así, son nuestros cuerpos los que hablan; chupo y lamió mis senos como desesperado, como un animal hambriento. Se lo chupe, lo lamí, se vino en mi boca. Abrió mis piernas, froto mi clítoris muy rápido, desenfrenado, lo lamió en el momento de venirme, antes de anochecer nos despedimos, regreso a casa de L.

La noche no la pase sola, vino Angie, nos duchamos juntas, nos tocamos. Me dijo que notaba algo diferente en mi, me sorprendí del comentario, no suele hacerlos, más bien sucede que habla mucho de ella; me pregunto si salia con un hombre, no lo negué, pero no le di detalles, lo que no vi venir es notar algo de preocupación en la forma de hablarme, le dije que no pasaba nada, que era algo pasajero. Ella es mía, me dijo mientras metía sus dedos en mi vagina, noté que deseaba tomarme, tal ves desahogarse conmigo... se lo permití.

Esos días que tengo varios orgasmos, duermo bastante bien. Pero esa noche Angie no quería dormir, y no lo hicimos, exploramos nuestros cuerpos tan delicadamente como solemos hacerlo cada vez que nos vemos, mordí sus pezones, ella los míos, nos masturbamos mutuamente.

Al despedirnos, tomando un café, me dijo que tuviera cuidado con ese hombre, conteste que lo tendría, que no se preocupara. 

sábado, 9 de febrero de 2019

Me Acuerdo II


  1. Me acuerdo que en el colegio un amigo chupaba mis senos en el descanso, podía ser en un baño, o en el salón en el descanso.
  2. Me acuerdo que ese amigo fue el primero en llevarme a un motel, él tenia 18 y yo tenia 17, yo estaba muy asustada, y él muy nervioso.
  3. Me acuerdo que me sonroje la primera vez que mi mamá me pregunto si tenia novio, por alguna razón pensé en que ella intuía que ya no era virgen.
  4. Me acuerdo que en clase fantaseaba, me mojaba y pensaba en tocarme; eso llevaba a que siempre me vieran sonrojada. 
  5. Me acuerdo un día que fantaseé con un negro que jugaba basket sin camiseta, él se dio cuenta y me saco la lengua.
  6. Me acuerdo una tarde que estaba tan excitada que salí del salón y fui al baño a tocarme.
  7. Me acuerdo que cuando regrese al salón todos estaban riendo, y por un segundo imagine que se reían de mi.

jueves, 7 de febrero de 2019

W o una obsesión pasajera III

L me dijo que sospechaba que W estaba viendo a otra mujer, pensé que evidentemente en algún momento sucedería algo así, en donde tendría que controlar totalmente mis expresiones y no delatar un secreto como ese. Lo logre, le dije que por su atractivo lo mas seguro es que W padeciera de continuas insinuaciones, pero era algo que ella no podía evitar. Adicional a esto estaba su acento, que también tenia un poder con las mujeres, sobre todo con aquellas que se encontraban vulnerables, justo como lo esta L. No soy psicóloga clínica, entonces falle extraordinariamente en mi intento por calmarla, es más, creo que potencialicé sus preocupaciones.

Esa tarde W se vino en mi cara, fue abundante, y mientras me contemplaba si que su erección se reactivo, le dije que debía guardar algo para L, contesto aludiendo a que ella ya tenia suficiente, me puso en cuatro, me penetro, entre gemidos le pregunte que cuantas amantes tenia, dijo que con dos mujeres en su vida le bastaban; entonces me imagine que siempre fue ese muchacho que tenia dos novia, tal vez una rubia y una morena, o una negra y una pelirroja, como si necesitara siempre esa variedad limitada, solo si conociera sus limites, o mejor decirlo así: comprendía y resistía la suficiente complejidad de solo dos mujeres, tal vez una no es suficiente, y en ese sentido, tres serian inmanejables.

Lo saco y se vino en mis nalgas, sentí el semen caer por mis piernas, por mi vagina. Se fue y no supe nada más de L y W por un par de semanas. T tuvo más tiempo en mi vida, para ser más exactos, más tiempo en mi cama, más tiempo dentro de mi; como si de alguna manera intuyera que era su oportunidad, ya que si, he vivido una especie de duelo, extraño a W, aunque la vida son el me resulta más sencilla, pero mi cama sin él... pero ahí esta T, como un jugador suplente que entra al partido a buscar ser titular, y lo ha hecho bien estas semanas, hemos follado hasta caer exhaustos.

W desapareció de mi vida después de haberme follado una tarde en mi apartamento, dejo mis nalgas cubiertas de su semen, me quede acostada en mi cama disfrutando esa sensación de semen caliente en la piel. Pero esto no va a ser tan sencillo, no señor, hoy 7 de Febrero, voy a tomar un café con W en la tarde, invitación que acepte sin apenas pensarlo. 

W o una obsesión pasajera II

La cama suena, las luces están encendidas, en mi campo visual unas sabanas blancas, mis manos se contraen de placer, una mano toma mi cabello, obliga a levantar mi mirada, veo mi reflejo en un espejo grande, estoy en cuatro y detrás de mi esta W, nuestras miradas se conectan. Me distraigo un segundo pensado en L.

L se había presentado esa tarde en mi apartamento, se mostraba angustiada, menciono que su relación con W era perfecta, y eso la asustaba, en la cama sentía una conexión que jamas había sentido en su vida, la entendí, seguramente muchas mujeres pueden tener esa sensación después de pasar una noche con W. Guarde silencio, casi no pronuncie palabras en ese monologo.

W lleno mis senos con su semen, se hizo a mi lado, froto mi clítoris, contemplaba mis senos, mi cuerpo que estaba lleno de él, cerré los ojos y me deje llevar. Ese día se quedo en mi apartamento, me despertó casi a media noche, dijo que estaba caliente y que necesitaba tomarme, no puse mucha resistencia, de nuevo la cama sonó, el cuarto se lleno de gemidos, y mi vagina se lleno de su semen, lo hizo dos veces antes de quedarse dormido, de mi parte no tuve ningún problema de volver a dormir.

Ese día en el trabajo solo pensaba en W, tema que no es muy usual en mi vida sexual, ya que normalmente puedo trabajar bien, y solo en los momentos de descanso dedico algunos minutos a recordar la noche anterior, en pensar si lo disfrute, si volveré a invitar a esa persona a mi apartamento, o si por el contrario fue algo de una sola noche y ya. Muy pocas veces sucede que me es difícil concentrarme en el trabajo, y W ha tenido ese efecto en mi vida. Decido aceptar una invitación de T, tuvimos una noche de sexo no hace mucho, estuvo bien, no extraordinario, creo que le hace falta algo de seguridad en si mismo, y tal vez ver menos porno.

Esa noche follamos con T, estuvo mejor, aveces sucede que en la primera cita hay hombres que se muestran tímidos, y luego te sorprenden, y esa noche justamente sucedió eso, fue como si T hubiera imaginado ese segundo encuentro por días, como si estuviera casi planeado o más bien, como si en algún momento tomara la decisión de tener una actitud totalmente diferente. Funciono lo que hizo, me hizo suya, y tome una buena cantidad de su semen. Pero en la mañana siguiente, extrañe la calentura de W.

viernes, 1 de febrero de 2019

W o una obsesión pasajera

Conocí a W el 3 de Enero de 2019.

Pensé un buen tiempo cómo empezar este relato, y al final solo hice caso a lo que retumbaba en mi cabeza, y es que ha estado muy presente en mis pensamientos estos últimos días, así que así inicio todo... Conocí a W el 3 de Enero de 2019. Estaba sola en un café, me encontré con L, una buena amiga de hace un par de años; iba con W, su novio, su amante, su amigo, lo presento como su novio, W me dio la mano y resulto como si ese contacto fuera un intercambio de energía poderoso y compatible, vale decir que rayos X y rayos Gama se encontraron y han tenido un resultado indescifrable, tan ignorante soy de física como de algunas relaciones entre un hombre y una mujer.

Tal vez es una sensación en la que intuyes o tienes la certeza que eso no va a terminar bien, que seguramente alguien saldrá herido, o simplemente que algo (no sé qué) se desintegrara, desaparecerá y algunas personas pueden llegar a extrañas ese algo. Pero a pesar de eso... simplemente sigues adelante, con miedo eso si, pero con una extraña y hasta molesta determinación. 

Conocí a W el 3 de Enero de 2019, casi va a ser un mes. Un mes desde que L, despreocupadamente se fue y nos dejo solos, W me dijo que era de Brazil, de una ciudad que según entendí es cerca a Sao Paulo (Juis de f.... Luis de...), bueno nunca me he tomado la molestia de verificar. W es alto, de tez blanca, imagino que de la "parte alemana de Brazil", cabello es de un rubio opaco, sus ojos parecen grises, pero por momentos se ven verdes, es antropólogo, dicta clases en una Universidad, dice que no tiene hijos, vive solo.  Hablar con él es bastante entretenido, ha vivido en el amazonas y en África, conoce culturas tan diferentes y variadas, y en tan poco tiempo, W solo tiene 23 años de edad, por la barba se ve algo mayor, pero si no la tuviera es posible que aparentara mucho menos de lo que tiene. En su brazo derecho tiene un tatuaje, menciona que es una serpiente azteca, alguna especie de dios.

Conocí a W el 3 de Enero de 2019, pero esa noche fui sola a casa, pensando en olvidar esa tarde y desear que L y W construyeran una bonita relación, creo que L lo necesita. 

Cometí un error el viernes siguiente, fui a tomar algo con ellos, L se paso de copas, fuimos al apartamento de W, follaron y no me invitaron, me quede en el otro cuarto viendo TV, me excite no lo niego, pero nada más. W entro después a mi cuarto, se presento sin tocar, solo abrió la puerta y ahí estaba, desnudo y con una erección. Desabrocho mi pantalón y no hice nada, lo deje que hiciera lo que deseaba, me desnudo, me beso, chupo mis senos. Me dijo que L se había quedado dormida, que siempre se quedaba dormida y él necesitaba más; me penetro, e inmediatamente me percate de su calentura, no era normal.

Se vino rápidamente, deje que se viniera adentro de mi, sentí como mi vagina era llenada por su abundante semen; pero no se detuvo, siguió, parecía que había guardado toda esa energía por meses, por momentos pensaba en L, que estaba en la otra habitación supuestamente dormida, no quise hacer ruido, pero el movimiento de W no tenia contemplación o prudencia, no había ninguna preocupación por generar ruido. Se vino de nuevo, y yo con él, mi vagina parecía no tener más espacio para su semen. 

Esa noche huí del apartamento de W, tuve miedo, tuve esa sensación, esa certeza que habría consecuencias no muy agradables. Tome un taxi, eran las 2 de la mañana. En la tarde L fue a mi apartamento. 



domingo, 6 de enero de 2019

En 2019

Suele ser divertido leer sus preguntas señor lector, me hacen pensar, recordar, considerar y contemplar algún pensamiento libidinoso; algunas preguntas son muy especificas que invitan a respuestas de si o no. Pero hay otras que aveces no tienen eco en mi sino hasta tiempo después.

Hay un tema que algunos de ustedes tienen curiosidad, que en Diciembre considere tenerlo en cuenta. Mi vida sentimental/amorosa, que evidentemente tiene un matiz diferente a mi vida sexual, no obstante, se entremezcla, danzan juntas; creo que algunos creen que no suelo tener relaciones formales, y la verdad es que no son tan usuales en mi vida, pero mi pasado evidentemente no carece de ese aspecto de la vida humana. Espero encontrar el tiempo para pensar y escribir algo de ello.

Pero seré sincera, este año pinta ser muy ocupado, tal vez estoy en esa época de la vida en que todo es trabajo, madrugo, trabajo hasta tarde, los fines de semana no suelen ser suficientes. En fin, solo quiero que sepan que estoy bien, el trabajo esta bien, lo malo es que este año termina mi contrato y creo que no me renovaran, es decir, vendrán más cambios a mi vida.

Hoy estoy tranquila, luego me ocupare de mis incertidumbres.