miércoles, 22 de febrero de 2017

Me gusta bailar desnuda

Nunca me he considerado una "nudista", cuando he hablado con algunos o alguna puedo leer en ellos y ellas que el tema nudista va más allá del solo hecho de quitarse la ropa; la mayoría lo toma desde un punto de vista de contacto y orgullo al propio cuerpo, otros, ya desde una perspectiva más erótica, con el contacto de la piel.

En mi caso desde muy joven me he sentido muy cómoda estando desnuda, creo, sino estoy mal que nunca me he sentido avergonzada por que me vean sin ropa. Me he paseado por playas nudistas, por bares con esa temática, por baños turcos, entre otros, en donde el culto al cuerpo es la premisa de base. Para mis lectores más antiguos, recordaran cuando publique algunas de mis experiencias siendo una modelo para una escuela de arte, fue de mis primeros trabajos, recuerdo muy bien que no fue difícil hacerlo.

En ocasiones me piden hacer bailes eróticos, y por lo general no los hago, pues los hago cuando hay el ambiente adecuado y cuando siento verdaderos deseos de hacerlo; creo que es importante tener algunas canciones para ello, de modo que salga lo mas naturalmente erótico posible.

Preferiblemente la música debe estar a todo volumen, y debo estar lo suficientemente caliente para hacerlo, exploro mi cuerpo al hacerlo... me preparo, y me conecto a mi amante en un nivel superior al carnal, es como si empezáramos a conversar desde el deseo, y para ello no es necesario saber nuestros nombres.

Anoche lo hice, tuve un encuentro casual, bebimos, y fuimos a mi apartamento; me desnude, y sin que lo pidiera le hice en show improvisado.

Les comparto mi canción favorita para hacerlo... pero deben escucharla a un volumen generoso...y tal vez así puedan visualizarme... conectarse conmigo... hablemos desde el deseo.

lunes, 20 de febrero de 2017

500 Unidades en el Taximetro III

Carlos

Eran creo que las 5:00 am cuando vi el vídeo, supuse por un instante que era otro vídeo más, así que lo ignore, no le di play, mi esposa me sirvió un generoso desayuno y con energía salí a trabajar alrededor de las 6:00 am. Tenemos un grupo de wsp con algunos compañeros,en el que solemos compartir muchas cosas, cosas serias y no tanto; creo que de ese modo nos acompañamos y tratamos de hacer el día o la noche lo mas agradable posible. Pero gracias a ese grupo no puedo dejar mi celular a la vista de mi esposa, !seria un demente si lo dejara por ahí¡, es un grupo que no me enorgullece. 

Estoy seguro que cualquier mujer se sentiría ofendida de poder ver el contenido de las cosas que compartimos; es más muchas esposas pedirían el divorcio de sus esposos, pues podrían conocer oscuros secretos que solo se comparten entre amigos. Mi esposa me mandaría a volar, pues, podría enterarse que le he sido infiel con una de sus amigas... básicamente debido a que compartí con mis amigos los contenidos subidos de tono de nuestras conversaciones. Debo decir que es una mujer bien especial, la otra noche realizamos un trío con ella y un amigo, fue delicioso, y bastante divertido, tomamos, reímos, gozamos.

Otro compañero suele compartirnos fotos de sus pasajeras, un acto descaradamente inmoral, seguramente ilegal, sin embargo, disfruto las fotos que nos envía; aunque en algún momento lo descubrirán y no sé en qué problemas se meterá, pero tiene tanta suerte que podría alegar locura y le creerían. 

Suelo comenzar el día con un servicio en donde llevo a dos niños a su colegio, les sirvo como ruta escolar; !si pudieran ver a la mamá de esos niños¡, creo que es por eso que empiezo el día con animo, pues suele hacer una exhibición de un tremendo escote todas las mañanas, y siempre tengo una irracional esperanza de que un día uno de sus pezones se comporte de manera rebelde. Pero no ha pasado, y seguramente no sucederá jamás.

Dejo a los niños en el colegio alrededor de las 7:00 am, me estaciono, y reviso mi celular, veo mensajes de mi esposa, los ignoro, hay un mensaje de mi "amiguita", es una foto de sus senos, los saboreo mirándolos y le escribo cuantas ganas tengo de tenerlos pronto, me responde con un guiño. A continuación entro en el grupo de compañeros, recuerdo que Joan había enviado un vídeo en la madrugada, lo miro, veo que es una mujer haciendo una mamada, es una mujer muy atractiva por lo que se puede ver; mi interés crece al percatarme que es un vídeo de mi compañero, pues dice estar con esa mujer en este mismo momento, haciéndola gozar.

Se imaginaran a un montón de hombres chismosos alentando a que envíe más vídeos y fotos, por un momento Joan aparece desconectado, y en momentos se conecta para enviar algunas fotos; es una mujer bastante joven, esbelta, esposada a una cama y con varios juguetes de un sexshop, algunas imágenes son primeros planos del coñito, otros de como es penetrado por los consoladores, y vídeos de cómo mi compañero los usa con esa mujer.

Veo enseguida un mensaje privado de Joan, me pregunta acerca de la mujer, si me parece atractiva, le respondo que me fascina por lo que puedo ver; luego me pregunta si me atrevería a ir y hacer un trío, le pregunto dónde, y me da la dirección. No niego que la situación me parece medio fantasiosa, no me la creo del todo, sin embargo Joan siempre es muy serio en estos temas, confieso que no puedo ignorar esta clase de juegos, ya que simplemente me enloquecen y me obsesionan.

Tomo rumbo al sector de Chapinero, trato de no ir muy rápido, e incluso hago un par de servicios, uno al sur y otro hasta el edificio Colpatria, me toman casi toda la mañana, luego retomo el camino con una emoción que no puedo ocultar, por la Cra 7ma voy caso volando, no me agarra un solo semáforo, llego a un parqueadero, paso por una tienda, pido una caja de condones y una botella de agua, camino un par de cuadras, entro en la portería del edificio, llamo a Joan y me dice que me anuncie para subir el apartamento 716. Me registro rápidamente, pido el ascensor, se demora unos minutos lo cual ayuda a aumentar mi impaciencia, cuando al fin llega veo un par de muchachas muy lindas, entro al ascensor, marco el séptimo piso, también entra una señora mayor y marca el quinto, no nos saludamos.

Llego al 716, la puerta esta abierta, entonces entro y veo a mi compañero en boxers, no me resulta agradable verlo la verdad, cierro la puerta y nos saludamos, me señala la cama y ahí la veo, la mujer de las fotos, es casi medio día y me pregunto qué tanto habrá gozado; me acerco, puedo ver que esta esposada a la cama, tiene las piernas abiertas, un vibrador zumba en el interior de su vagina, sus ojos están cubiertos, la cama es un desastre, las sabanas están mojadas, una gran mancha de humedad se va esparciendo.

Mando mi mano a su vagina, esta empapada, ella jadea como si hace minutos terminara una hora de ejercicio en el gym, gime cuando rozo su clítoris que se ve hinchado, lo froto delicadamente y luego con mayor firmeza, ella trata de cerrar las piernas pero no se lo permito, con mi otra mano tomo el consolador que esta en su interior, lo saco, lo vuelvo a meter hasta el fondo hasta que su espalda se arquea, abre la boca como en un grito silencioso.

Joan se acerca y se sienta en el otro costado de la cama, en sus manos veo una bolitas anales, de aquellas en donde cada una es más grande que la anterior; mientras yo juego con el vibrador en la vagina de ella, él va metiendo sin prisa cada una de las bolitas en el culo de esta mujer, pienso que aún no me lo creo, todo ha sido tan de repente... ella sigue mojándose, me cuestiono dónde guarda tanta humedad esta flaca pervertida.

Me tomo la libertad de pellizcar uno de sus pezones, luego el otro, me sentí muy duro, no podía aguantar más, me puse de pie, me baje mi pantalón, me puse un condón, saque el vibrador y me hice encima de ella, la penetre sin dificultad, lo hago lentamente, empujo hasta el fondo, me doy cuenta que ella apenas si se mueve, esta agotada pero no dice "no más".

Miro la mesita de noche, hay dos cajas de condones vacías, agarro su cabello, me acerco a su rostro, puedo ver como suda su frente, su cabello esta mojado, le digo que me parece una perra excelente, me pide que le quite la venda de los ojos, lo hago de inmediato, la miro a los ojos, me pierdo en ellos, le digo puta y eyaculo en su vagina... siento como si una frustración muy grande me abandonara.




CONTINUARA....





500 Unidades en el Taximetro II

Joan

Llevo casi una semana esperando este momento, y me encuentro en cierta medida dividido por dos sensaciones que me confunden, y que, me están volviendo loco; hace una semana exactamente empece a hablar con esta mujer que ha sacado en una solas palabras mi lado más perverso, sin embargo, siento un profundo temor que todo sea simplemente una fantasía, un espejismo erótico.

Bueno y es que el temor es fundamentado, no sale de la nada; me explico, aproximadamente un mes atrás tuve una cita a ciegas con una paisa, me había dicho estaba recién llegada a la ciudad, fue enfática en que venia a estudiar, pero que se sentía aburrida, pues el ambiente era diferente al acostumbrado en su ciudad natal. Le pedí una foto, me envió una en donde estaba frente a un pastel -parecía su cumpleaños 19-, la vi muy bonita, deseable; nos citamos en un centro comercial del sur, ella llego media hora tarde, y me lleve una decepción al momento de verla, luego me dijo que la foto era de hace cuatro años, cuando tenia 30 kilos menos.

Hace dos noches tuve un servicio casi a media noche, debía recoger a alguien en Cuidad Salitre y llevarla a Federman, un camino corto y fácil; cuando llegue, quede deslumbrado con lo hermosa que era mi pasajera, ella apenas me dirigió la palabra para decirme su destino, la mire por el espejo en repetidas ocasiones, no pude dejar de notar que estaba atenta a su teléfono, sin duda era pre-pago, y al solo pensar en ello, y todo lo que algún afortunado iba a disfrutar esa noche... tuve una erección e imagine toda una escena con ella. Cuando me pago deliberadamente toque su mano, ella simplemente retiro su mano y se fue, termine masturbándome enseguida en mi taxi.

Y eso nos lleva al día de hoy, son aproximadamente las 4:00am, en la ciudad hay una neblina de aquellas que se forman luego de una tarde lluviosa, hace bastante frío, voy en el carro subiendo por la calle 45, me detengo en un semáforo, contemplo la soledad de las calles, la tranquilidad; mi corazón se acelera y noto que mi frente esta perlada de sudor, no por que me sofoque el calor, creo que es sudor de nervios, ansiedad, o como quieran llamarlo, realmente no sé qué me sucede. Luego llega a mi un pensamientos tranquilizador, aunque triste: "lo peor que puede pasar es que me dejen plantado...".

Debo mencionar algo relevante para que mi relato se entienda mejor; soy casado, tengo una hija de meses de edad, con mi esposa hace ya dos años que la vida sexual es una mierda, pues mis deseos se incrementan mientras los de ella disminuyen, y considero que en la actualidad su deseo sexual es nulo. Aveces ella solo me permite estar con ella por costumbre o por cortesía, pero no le hecho la culpa a la maternidad, eso ha venido sucediendo desde antes del embarazo, sin animo de ofender a nadie debo decir que la culpa es de algunos cristianos entrometidos. Pero eso no viene al caso, lo que quiero resaltar es que he vivido los dos últimos años en la fantasía, imaginando escenas enteras con mis pasajeras, y claro, viendo vídeos porno.

Tenemos un grupo de wsp con mis compañeros, en el cual compartimos hablando toda la jornada de trabajo, y bien, no sé como vaya a sonar esto, pero cada vez que pienso en ese grupo, me doy cuenta que somos un montón de taxistas sexualmente frustrados; un compañero se ha entregado al fetiche de fotografiar a sus pasajeras, y los otros, bueno no se quedan atrás, se han obsesionado por contar los detalles de parejas y mujeres a las que han prestado servicio. La otra noche un compañero dejo una nota de voz donde nos relato como un hombre manoseaba a su novia en su taxi, esta mujer, abrumada e intimidada no opuso resistencia a su novio, pero tampoco fue la mas colaboradora, mi compañero fue explicito en decir que la situación le genero una erección... !se sorprenderían cuantas parejas hacen lo mismo¡, aunque parece ser más una fantasía masculina.

Al pasar la Cra 7ma pensé que esta mujer misteriosa tendría que encargarse en tal caso de mi frustración de casi dos años, y eso podría ser muy bueno o muy malo, pero en ultimas una experiencia novedosa seria ganancia para mi... sin duda. 

Hace casi dos semanas que me puse en contacto con esta mujer misteriosa, o para ser más preciso con la imagen o idea de esta mujer, y todo empezó por una conversación en un grupo, de aquellas conversaciones en las que uno no se da cuenta en que momento se sumergió en un tema con personas desconocidas en ese endemoniado wsp; hablaban de una mujer, en términos que reproduciré aquí, pero que me dejaron interesado, pues sin duda sonaba como una mujer que podría ser interesante, sobre todo para mis actuales intereses.

Una semana paso y puede ponerme en contacto con ella, le dije que podría pasar por ella al trabajo, que podía ir en la noche, o un fin de semana, pero no resonó mucho en ella; solo fue hasta que le dije que podría ir de madrugada que pude captar su atención, y entonces pude conversar con ella, conocerla un poco, morbosear su mente pervertida... si creo que eso la define mejor, una mujer deliciosamente pervertida.

En la portería del edificio dije al vigilante que venia al apartamento 716, dije mi nombre, y el vigilante se dispuso a sacar un libro grande, me pidió que escribiera mi nombre y un documento, cuando me dispongo a firmar me causa gracia ver que mis manos tiemblan, él hace la llamada por el citofono y me dice que pase. Me dirijo al ascensor, se abren las puertas casi al instante, entro y marco el piso 7, me miro en el espejo, creo que me noto exageradamente nervioso, mis manos sudan, trato de sonreír, sin embargo, los músculos de mi cara parecen concreto.

A las 7:00Pm fue mi ultima conversación con ella, le pedí, si era posible que me esperara desnuda; me pregunto si cumplirá su palabra, y también me pregunto si no quedare congelado de los nervios. Se abren las puertas del ascensor, me encuentro con que hay dos pasillos largos a cada costado, decido ir al de la izquierda, no encuentro el numero de apartamento, regreso y tomo el otro pasillo, puedo ver que me voy a cercando. Al llegar a la puerta, me paralizo un par de segundos, con la mente en blanco, huir no es una opción, toco el timbre y suspiro profundamente.

Se abre la puerta, todo esta oscuro, todo es silencio, no me decido a dar el primer paso y entrar; entonces ella sale, -en efecto completamente desnuda- me sonríe, yo le devuelvo una sonrisa casi seria, me quedo un instante hipnotizado por su figura, sus teticas pequeñas, su tatuaje en forma de sol al lado del ombligo, un coñito completamente rasurado. Ella se pierde en la oscuridad de nuevo, pienso que aún no conozco su voz ni ella la mía, no pudimos o no quisimos decirnos un "hola".

Di un paso, di el segundo, cerré las puerta a mi espalda; ella dijo "la luz esta a tu izquierda", -me encanto su voz, no diré más- la busque en la oscuridad, prendí la luz, la pude ver arrodillada en un pequeño tapete -me pregunto si el tapete tiene esta función- en una sala no muy grande, note que ella cerro sus ojos y no vi ninguna intención de abrirlos; pensé que ella estaba en desventaja, así que me desnude, deje mi ropa en una silla, ella continuo con los ojos cerrados mientras me acerco, mi verga ya esta medio parada de modo que se la froto delicadamente en su rostro, ella abre la boca y saca la lengua, la pongo entonces en su boca, y mi verga es lamida, chupada, una y otra vez, mientras observo su rostro lleno de lujuria sin control. Tomo entonces mi celular, pongo la cámara, le doy REC y grabo un pequeño fragmento de esa mamada... no hay nada que me parezca mas caliente que esas escenas.

Ella abre sus ojos, no parece sorprenderse, pero por dentro siento un pequeño escalofrío al pensar que esa acción descuidada y sin consentimiento previo la moleste; me sorprende que me sonría, le digo solamente lo hermosa que se ve en esa posición, ella cierra los ojos de nuevo, y pronto, sin avisar, comienzo a sentir que estoy a punto de venirme, me preocupo por un lado y no lo creo por otro, ya que nunca una mujer me ha hecho venir de esa manera. Me sonrojo de vergüenza o de placer cuando eyaculo en su boca, ella no se retira, más bien permanece ahí como esperando que me salga la ultima gota de semen; dejo de grabar, saco mi verga de su boca, puedo ver como ella saborea... me siento en un sofá, no puedo verla -por más que lo quiera- a los ojos.

Un pensamiento perverso cruza mi mente, tomo de nuevo mi celular, abro el wsp, y envío el vídeo al grupo de amigos, todo esto mientras ella me dio la espalda, fue a la cocina y vi que tomo una copa de vino que previamente estaba ahí; da la vuelta, me dice que vayamos a la cama, yo solo asiento con la cabeza, me pongo de pie y la sigo, casi se me salen los ojos cuando vi su cama...

Lo primero que me llamo la atención es que es una cama bastante grande, uno pensaría que una mujer así de pequeña no necesita una cama así; sobre la cama hay un montón de artículos que no dan espacio para sentarse, veo dos pares de esposas, unas rosadas y unas negras; en el cojín están posadas elegantemente unas vendas para los ojos, son negras y se notan que son de un material muy suave; evidentemente resaltan varios consoladores y vibradores, de tamaños y colores diversos, puedo contar casi una docena; por otro lado unas bolitas anales, unas de tres bolas del mismo tamaño todas, y otras de cuatro, de diferentes tamaños cada una.

Ella hizo al lado algunos de los consoladores y se acostó en la cama, tomo las esposas negras y se puso una en la muñeca izquierda, enseguida me dijo en tono coqueto "esposame a la cama", y lo hice al instante. Entendí muy bien su intención... le daré una noche inolvidable.



CONTINUARA...








lunes, 13 de febrero de 2017

Angie III


Es probable que Chapinero sea de los sectores de la ciudad donde más cosas suceden, recuerdo las palabras de un amigo que me decía "Angie, es que nosotros vivimos donde la ciudad esta viva de verdad". Y cada día le doy más razón a esas palabras. Solamente el otro día caminaba por la 7ma poco después que acabara la ciclovia de los domingos, y pude ver en la ventana de una casa vieja la grabación de un vídeo porno profesional -me refiero al montaje de todo un escenario, luces, varias cámaras, los actores- que no es que estuviera a la vista de todos, pero que el transeúnte  atento podría ver sin dificultad. Otro día me entretuve viendo una especie de "competencia" de drones que zumbaban en el cielo, y hace un tiempo algunas obras callejeras, en donde actores y actrices estaban desnudos, pero sus cuerpos estaban totalmente pintados, creo que se conoce como bodypainting.

También no es raro ver los fines de semana -y entre semana- personas tomando en las calles, y con ello todo lo que implica, he visto peleas, he sentido compasión por los guardias y policías que deben tratar con borrachos problemáticos; me he sorprendido por los actos sexuales que se presentan en algunos bares de la zona, y me he asqueado por ver personas vomitando y durmiendo en la calle.

Sin embargo todo eso sucede allá afuera, pues tengo la sensación que cuando cierro la puerta de mi apartamento llego a una zona segura, en donde podría terminar el mundo pero yo estaría a salvo en mi apartamento; esa era mi sensación de todos los días hasta que Jairo trajo todo ese caos que sucede en Chapinero a nuestro apartamento. Ello me llevo a no sentir por primera vez esa seguridad en la que era mi zona segura.

La sala es una zona de guerra, veo botellas, vasos, camisetas, pantalones, comida, entre otras cosas, regadas por el suelo. Enseguida todos me observan, como conteniendo el aliento en un segundo, lo que se convierte en el segundo posterior en chiflidos y gritos de emoción; puedo darme cuenta que llevan ya tiempo así, y apenas son las 4:00 pm si no estoy mal. Jairo se acerca y me murmura su deseo en que participe de su reunión, lo miro a los ojos, no contesto su pedido, centro mi atención en las personas, especialmente en la mujer... puedo decir que se ve bastante más joven que yo. Esta sentada en el sofá, ocupando una posición central, evidentemente ella es el eje de toda esta actividad que a mis ojos carece aún de sentido y orden, tiene sus piernas abiertas, un hombre de cabello largo se encuentra a su izquierda, y tiene su mano, sus dedos para ser más precisa, en su entre-pierna. Otro hombre, con la cabeza rapada, esta a su derecha, ligeramente inclinado, se encarga de lamer y chupar sus senos... los demás están casi rodeando la escena, tal vez esperando su turno o siendo testigos privilegiados de la acción. En total son seis hombres, siete si contamos a Jairo.

Sin decir una palabra me retiro de la sala y me encierro en mi habitación, creo que todos describirían esa acción como si estuviera escapando de algo; cuando cierro la puerta siento un enorme alivio, me dejo caer en mi cama, cierro los ojos, paso mis dedos por mi cabello.

Pienso en el instructor, su forma casi "profesional" de follarme, me pregunto si se habrá prostituido; pienso en como caí fácilmente en su juego y como agradezco a las casualidades por haberlo hecho, seguramente habrá roto muchos corazones, pues, debo confesar que tengo muchos deseos de escribirle, pero si lo hiciese cabria la posibilidad de enamorarme de alguien del que es mejor no hacer ese tipo de estupideces.

Pienso en la mujer, entregada totalmente al placer y a un grupo de siete hombres lujuriosos que la tienen como un objeto de placer; puedo escuchar sus gemidos, sus gritos, veo sus gestos en mi mente. No niego que trato de imaginarme lo que esta sintiendo esa desconocida, me da curiosidad y un poco de miedo, ya que un trío HMH ya es todo un reto para mi, y para cualquier mujer, ahora bien, estar con siete es ir más allá de los limites del cuerpo femenino.

Si, realmente considero salir y aceptar la propuesta de Jairo, pero me cuesta tomar la iniciativa, los gritos de esta mujer están en la frontera del dolor y el placer, y temo que en mi caso las sensaciones estén sesgadas hacia el lado del dolor.

Dos años atrás tuve mi primer trío HMH, uno de mis amantes recurrentes una día me pregunto si quería estar con él y un amigo que estaba en la ciudad, y que según él, llevaba casi un año de sequía. Considere excitante la idea de ayudar con su problema, y aún más emocionante la idea de estar con dos hombres al tiempo... ser el centro de atención de dos hombres narcotizados por el deseo sexual. No entrare en detalles, sin embargo, quiero resaltar que me vi en problemas en dos momentos particulares en nuestro encuentro.

En primera instancia, al momento de intentar una doble penetración, tuve una sensación de ahogo, como si mi respiración dejara de ser un proceso automático, enseguida puede darme cuenta lo incomodo de la situación, y como ellos buscaron generar movimientos que en un principio me resultaron dolorosos; pude aguantar un tiempo, luego del cual el placer empezó a estar más presente. En segunda instancia ellos se turnaron para estar conmigo, casi sin dejar que descansara entre uno y otro, eso hizo que en un punto mi cuerpo -especialmente mi vagina- estuviera en el umbral del agotamiento.

Esta mujer es mucho más pequeña que yo, mucho más delgada, lo que me lleva a pensar que seguramente ella estará experimentando algo mucho más extremo. Si hacemos cuentas, en caso de que me atreviera a salir, seriamos dos mujeres para siete hombres: eso quiere decir que una tendría a tres hombres y la otra a cuatro, y seguramente, por aquello de la novedad, yo seria la que tendría a cuatro hombres. Pasar de siete a cuatro resulta significativo, pero también es de considerar que abra rotaciones, lo cual resulta verdaderamente intimidante.

Mientras estoy acostada los ruidos de la sala son cada vez más insoportables, llevo mi mano a mi vagina y la froto por encima de mi pantalón, la escena es profundamente erótica y mis sentidos no pueden negar esa realidad; me cuestiono entonces mi inicial cobardía, considero que tal vez podría arrepentirme si solamente me quedo encerrada en mi habitación.

En un instante me atraviesa una profunda sensación de determinación, me pongo de pie, y me quito la ropa, la dejo en mi cama, toco mi vagina -la cual lleva húmeda casi desde que llegue a mi apartamento-, abro la puerta y salgo sin prisa, puedo escuchar los gemidos de la mujer y cómo el grupo la anima a continuar, a no detenerse, me apoyo en una pared cruzando mis brazos, y miro atenta la imagen que me muestra esta bacanal urbana; la mujer esta en cuatro, apoyando sus manos en el espaldar del sofá, hay un hombre moreno que la penetra desde atrás, y hay un joven con gafas y el pelo en punta que tiene su verga dentro de la boca de la desconocida, que se encuentra de pie tras el sofá. Jairo es el primero en percatarse de mi presencia, da un grito manifestando su emoción, que lo entiendo como que "ahora si se armo la fiesta", se acerca, me toma de la mano, me lleva al sofá, me invita a ponerme en cuatro al lado de la mujer desconocida, lo hago sin poner resistencia, nuestros hombros se rozan, observo de cerca su rostro, abre sus ojos y me observa, nos miramos, y creo ver una ligera sonrisa en sus labios que le están dando placer al hombre de gafas, yo le devuelvo la sonrisa... siento que me dan una nalgada y Jairo invita a un amigo a que me penetre, mientras él mismo se hace frente e mi rostro -tras el sofá- y restriega su verga en mi cara.

No tardo en sentir como penetran mi vagina, no puedo ver quién lo hace, pero lo hace con firmeza, chocan las manos con Jairo, y éste me acerca un vaso pequeño de aguardiente, toma mi rostro con su mano y lo guía hacia arriba haciendo beber todo el contenido del vaso; después mete su pene en mi boca, moviéndose ligeramente hacia adelante y hacia atrás.

Este inicio no me es del todo extraño, ya lo he hecho antes, solo que sin tantos ojos mirando; me es imposible negar que la sensación de ser observada es muy agradable, muy excitante para ser más precisa. Jairo tiene una mirada distinta, cuando hemos estado juntos suele ser más "inocente", pero hoy su mirada raya con la locura, puede tener una simple explicación en que esta doblemente embriagado, por el alcohol y por la situación en si.

Alguien me toma de la cadera y me lleva a ponerme de pie, el hombre de cabeza rapada se sienta en el sofá, toma su pene erecto y me mira... entiendo su intención y me acerco, abro mis piernas y me hago encima de él, su verga entra despacio hasta el fondo, enseguida otro hombre se hace atrás, mete un dedo en mi culo, lo hace delicadamente, luego mete otro, los mueve de adentro a afuera, la sensación me llena de un placer que va creciendo con cada movimiento, llega otro hombre y pone su verga en mi cara, la restriega, abro mi boca y la mete la cabeza, la lamo, la chupo. El que esta detrás saca sus dedos, percibo como pone la cabeza de su pene en la entrada de mi culo, y va empujando poco a poco, grito ahogadamente, y en ese grito el que esta en mi boca mete la mitad de su pene en mi boca, lo mueve como masturbándose con mis labios.

Miro a mi lado y veo como la desconocida también tiene tres hombres, de la misma forma que me tienen a mi... pienso que es la primera vez que estoy con tres al mismo tiempo, ella, no creo que sea su primera vez así, puedo ver que se mueve ligeramente, mientras que yo no puedo mujer un dedo a voluntad; ella gime, como sintiendo solo placer, yo grito -o trato de hacerlo-, debido a que siento más dolor que placer desde el momento que me han penetrado ambos asta el fondo, los tres me sujetan con fuerza cuando se percatan que intento librarme de ellos, el que esta en mi boca me toma con ambas manos mi cabeza, el que esta debajo me toma de mis caderas, casi que enterrando sus dedos en mi piel, el que esta atrás pone sus manos en mis hombros y deja caer su peso sobre mi.

Jairo se acerca, me mira a los ojos, se divierte con mi mirada un tanto desesperada, luego se acerca a mi compañera; no estoy segura cuanto tiempo ha pasado, podrían ser solo cinco minutos, o podrían ser 20, cuando los tres hombres terminan quedo tendida... agotada en el suelo, el tapete tibio me acoge, me siento destrozada, todo me duele, y creo no tener fuerzas para ponerme de pie. Alguien se hace encima de mi, me penetra sin mayor dificultad, no lo rechazo, pero no es del todo bienvenido, tomo un respiro y un segundo aliento, pongo mis manos en su pecho, lo empujo y digo cuatros veces "NO MÁS¡". El hombre se detiene, se pone de pie, mientras que trato se sentarme, y apoyo mi espalda contra una pared fría que me da una sensación de descanso. Pongo mi mano en mi vagina, es como si estuviera ardiendo.

Una gota de sudor baja por mi frente, el apartamento se siente bastante caliente, huele a sexo; paso mis dedos por mi cabello, me preguntan dónde quiero que se vengan, pero solo respondo NO con un ligero movimiento de mi cabeza. Mi compañera, acostada en el suelo tampoco se mueve, la veo igualmente agotada, el hombre de cabello negro se acerca a ella, se extiende sobre ella y la penetra con rudeza, ella grita y gime, se aferra a él, y la veo temblar, estremecerse en orgasmos que no cuentan con energía para expresarse. A continuación el hombre de gafas le dice al otro que es su turno, el otro se levanta, y el de gafas toma ami compañera de la mano, la hace girar, con sus piernas abre las piernas de ella y la penetra por su culo, ella gime y trata de moverse, él lo hace con fuerza y sin consideración... creo que todos pasaron por ella, y Jairo fue el ultimo, y lo que les voy a narrar no tengo como definir lo sucedido, por momentos "asqueroso" es la palabra que más resuena en mi cabeza, "sucio", "extremo", "perverso", en ultimas no ´se con cual quedarme, por eso le quedara a usted querido lector darle el calificativo con el que usted considere esa practica.

Jairo coloco a mi compañera en cuatro, en el suelo, con una mano llevo a que colocara su cabeza en el suelo, inclinandola, la penetro por su culo, metiendo y sacando su pene cinco veces y de forma muy lenta. Luego se puso de pie, tomo un objeto blanco que tenia a sus espaldas, no lo pude ver bien al principio, sin embargo cuando lo puso en el ano de mi compañera puede darme cuenta que era un embudo; él introdujo buena parte de la parte inferior, luego dijo a sus amigos que no quería manchas de semen en el tapete, y que todos iban a venirse en el embudo... enseguida Jairo comenzó a masturbarse, me miro, me sonrió y sin tardar mucho se inclino, pude ver como salieron varios chorritos generosos de su semen.

Quede perpleja, abrí mis ojos hasta que casi se salieron de su órbita al ver algo que nunca considere podría darse; cuando el segundo hombre imito las acciones de Jairo pude ver como mi compañera levanto su rostro, que pude ver claramente pro primera vez, sus mejillas se mostraron coloradas, sus ojos cerrados, y en general una fisonomía que no podría definir de otra manera sino de un absoluto e indudable placer. El tercero siguió a los anteriores, lo hizo rápido, me pregunte qué tanto ella sentía en el instante, luego el cuarto, que se acerco a ella y beso su mejilla, lo vi bastante cargado, el quinto dijo que el semen se había rebosado, entonces le pidieron a mi compañera que se moviera un poco para que fuera entrando, así lo hizo, y según ellos iba funcionando -sinceramente no sé si eso tenga alguna explicación-, vino el sexto, que le dio una nalgada que seguramente le dejara sus nalgas rojas, la tomo con fuerza del cabello y le dijo algo a su oído, eyaculo con facilidad, y el séptimo, que se acerco, pellizco sus pezones se masturbo rápidamente y se vino en el embudo. En total siete hombres eyacularon en ese embudo.

Tuve ganas de vomitar, lleve mi mano a mi boca, y no pude ver más la escena....




Continuara...





martes, 7 de febrero de 2017

Angie II

No ha sido el mejor día en la universidad, he estado distraída, y si me pidieran hacer un balance de la mañana no dudaría en decir que ha sido un desperdicio, no estoy segura qué motiva esta mala sensación; en estos casos suelo pensar en muchas cosas, diversas estrategias para simplemente ignorar esta sensación desagradable e indeseada.

Analicemos la situación detenidamente. Es jueves, y mañana debo madrugar, lo que implica que ir a tomar no es una buen opción, sin embargo no la descarto del todo; podría salir a comer algo, pero ir sola me parece aburrido y sin sentido... también esta,  la opción de simplemente ir a casa a dormir. Elijo solo salir a caminar, a ver el camino mismo a dónde me lleva, son aproximadamente las 2:00pm, el día es gris pero de seguro no va a llover, por lo menos no ha sucedido en un tiempo. La multitud de estudiantes aveces me hace sentir segura, otras veces simplemente me fastidia, sin embargo, que los hombres de la U me miren resulta ser una brisa agradable.

Entro a Juan Valdez y pido un granizado de café mediano, tomo asiento junto a la ventana, observo mares de estudiantes hundidos cada uno en sus propias preocupaciones, y también parejas despreocupadas por el futuro.

Mi celular suena, es un aviso de wsp, lo ignoro un momento, tomo otro sorbo del granizado y pongo el celular en una mesita, reviso atentamente la pantalla -20 mensajes nuevos-, dudo por un segundo si responderlos o simplemente olvidarme de ellos. Al abrir la app observo que la mayorías son de mi mamá, otros de amigo que decido ignorar, y un "hola" de un numero desconocido; pensé que no tenia mucho que hacer así que respondo este ultimo mensaje.

Se inicio una conversación con este "desconocido", que en su foto de perfil solo pude ver un tatuaje de un brazo relativamente musculoso, no niego que eso capto -y mantuvo- mi atención. Menciona que ya nos hemos visto, y que él sabe quien soy, además que tenemos amigos en común; enseguida me comenta que también le han contado cosas de mi, mis cejas se arquean y le pregunto ¿qué cosas se hablan de mi?, él me responde que sus amigos le han comentado mi gusto por el sexo y de mi mente liberal.

En ese momento la conversación se hace interesante, me propone vernos, pues según él trabaja cerca a mi U. Al terminar mi granizado sé con seguridad mi destino, un modesto gimnasio a unas pocas cuadras; tomo camino por toda la Cra 13 hacia el norte, y observo como pasan miles de personas, muchos estudiantes, personas que tiene su oficina cerca, o que viven en el sector. Cuando llego al gym -después de haber caminado 15 minutos aproximadamente- subo una estrecha escalera que me lleva a un segundo piso, en donde efectivamente hay un gym modesto, con algunas maquinas. Mi desconocido me recibe amablemente, y resulta ser mucho más atractivo de lo que esperé.

Él es instructor y propietario del gym, al verlo Angie piensa en lo activa que debe ser la vida sexual de un instructor; ya que ahí puede verse desfiles de jóvenes universitarias, mujeres que seguramente la belleza hace parte de sus sustento, mujeres maduras con un segundo despertar sexual, y en general mujeres con una libido agitada.

Angie toma la decisión de no darle nombre al desconocido, y éste tampoco se preocupa por dárselo. El instructor cierra la puerta de modo que ambos quedan solos dentro del gym, enseguida él la invita a pasar a una zona húmeda, un sauna de un tamaño adecuado para tres personas máximo. Ella sin dudarlo se interesa por la invitación, entra en el sauna y lo examina minuciosamente, sonríe y percibe como ella empieza a excitarse con la conversación sin palabras que están teniendo. Angie comprende que su nuevo instructor sabe de sus intereses, así mismo, infiere que debe ser amigo de alguno de sus conocidos, -tal vez de alguno de sus amantes- en tal caso no tiene nada mejor que hacer.

"Sí, no pierdo nada", pensé, y luego me di cuenta como él se quitaba su camiseta, tiene un cuerpo muy bien cuidado y trabajado, una espalda ancha y unos brazos fuertes que, me hacen soñar con tenerlos alrededor mio. Creo, sino estoy mal que se ha duchado recientemente, pues su piel se ve fresca y brillante, puedo adivinar que lo ha hecho varias veces -me refiero a seducir a una mujer- pues, sin mucho esfuerzo esta funcionando conmigo. Me dice que busque una toalla en un pequeño cuarto al fondo, y que ahí puedo cambiarme para entrar al sauna, así lo hago, el cuarto esta oscuro, prendo la luz y puedo ver varios casilleros llenos de toallas blancas, cierro la puerta y me quito lentamente mi ropa.

No dejo de pensar en qué momento acepte esta invitación, no sé si he sido hipnotizada o si solo desde que salí de la U estoy funcionando en automático, o si mi libido tomo el control de mis acciones. Puedo jurar que no he dicho si, pero el instructor actúa como si ya lo hubiera dicho o como si asumiera un si rotundo de mi parte... pensándolo mejor, el solo hecho de venir es si, sin dudas, y en mi cabeza solo digo si.

Dejo mi ropa doblada en un casillero que esta a media altura, me pongo una gran toalla blanca que llega hasta mis rodillas; salgo de la habitación y me dirijo al sauna, veo que mi instructor ya esta adentro, esperándome, lo veo sentado con una pequeña toalla de mano apenas cubriéndolo, mi cuerpo tiembla un poco de la emoción y del anticipo de otras emociones más intensas, entonces me siento a su lado. Me deja saber que le soy atractiva con unas simples palabras, pero no puedo decir que es una conversación, más bien es como si estuviéramos sentados juntos y cada uno hiciera un diminuto monologo.

Estamos húmedos, sudorosos y desnudos, como en un juego previo en el cual ninguno se atreve, o ninguno sabe en realidad cómo iniciar.

A continuación menciona que esta listo, en un principio no lo comprendo, trato de buscar su mirada, él lleva su mirada hacia la puerta, y luego encuentra la mía, luego hace un pequeño movimiento donde sus ojos apuntan casi imperceptiblemente hacia abajo, entonces sigo su mirada y puedo ver como la toalla esta elevada apenas cubriendo una erección completa.

Con sus dedos haciendo una pinzas retira la toalla, dejándome ver por completo su pene erecto, verlo me emociona, y no ignoro mi sentir y mis deseos, enseguida me inclino, saco mi lengua e inicio a lamer de abajo a arriba su verga palpitante, el toma mi cabello con su mano como guiando y acompañado mis movimientos. El sabor me encanta, la textura me enloquece y mi humeada se acrecienta con cada lamida que le doy, lo meto luego en mi boca, chupo con entusiasmo la cabeza.

Llevo mis propios dedos a mi vagina, me penetro ligeramente con dos dedos, él poco a poco va dejando mi toalla en el suelo; tira ligeramente de mi cabello y me guía para que me ponga de pie, me pone contra la pared, lleva sus dedos a mi vagina, mete dos dedos, hace tres movimientos lentos y circulares, luego saca sus dedos, y los lleva a su boca, prueba mis fluidos, a continuación lo repite, mete dos dedos en mi vagina, da tres movimientos circulares y esta vez mete sus dedos en mi boca, luego con sus dedos aprieta mis pezones que por el calor y la humedad se conservan suaves.

Se gira y se coloca un condón, me toma de la cintura con firmeza y me besa, baja sus manos, aprieta mis nalgas, baja un poco más y me toma de mis piernas alzándome y apoyándome contra la pared, luego baja una de sus manos, toma su pene y busca penetrarme, entra de un solo empujón firme. Sin dar espera mi instructor inicia un movimiento regular, ni muy rápido ni muy lento, pero profundo y firme, me retira de la pared y me aferro a su cuello, mi peso cae sobre su pene, lo que hace que cada penetración sea aún más profunda. El ritmo continua, otros ya se habrían cansado, pero él no, él continua como si el gasto de energía física fuera insignificante.

Me aferro con mas fuerza y entierro mis dedos en su espalda, tiemblo con un orgasmo tempranamente inesperado para mi. No permito que continúe con la forma en que me aferro, él comprende y delicadamente me deja ponerme de pie, sin embargo, me toma del brazo, me hace girar de modo que quedo dándole la espalda, pone su otra mano en mi cabeza y me obliga a inclinarme, me dice que él no ha terminado, y al tiempo que me dice esas palabras de nuevo su pene esta dentro de mi vagina, esta vez con mayor velocidad y fuerza.

Mis movimientos eran limitados, en parte por mi estado pos-orgasmico, y en parte por sus manos en mi caderas que me sujetaban con firmeza; rápidamente me llene de placer, fije mi mirada en nuestras sombras y pronto llego otro orgasmo que hizo que mis rodillas flaquearan, pero mi instructor no me dejo caer y continuo penetrándome, no sé cuanto tiempo paso, pero en algún momento cruzo por mi mente que jamas iba a terminar. Aumento la velocidad, saco su pene y pude sentir como su semen cubrió mi espalda baja y mis nalgas, restregó su verga en mi cola, lentamente, como percibiendo cada curva de ellas.

El instructor me indico dónde estaban las duchas, cuando pude recuperar mi aliento fui rápidamente, sentí que me ahogaba el calor y mi propio sudor parecía quemarme. Me duche con agua tibia, escuche voces y asumí que el gym estaba abierto de nuevo a los clientes, me apresure en secarme y vestirme, y cuando salí ya había un par de personas haciendo spinning, mi instructor apenas si se percato de mi presencia y lo entendí como que debía irme; ya en la calle puedo darme cuenta que me siento diferente, más relajada, creo que la sensación que se tiene luego de hacer algún ejercicio, paso por una tienda y pido una botella de agua con gas, pues igual que cualquier ejercicio también percibo estar al borde de deshidratamiento.

Decido entonces ir a mi apartamento, y tal vez, ver una película, tal vez solo acostarme y tocarme un rato.

Quince minutos después me encuentro viéndome en el espejo del elevador, me veo algo sonrojada y radiante si me lo permiten decir; se abren las puertas del ascensor, se oye música a un volumen moderado, proviene de mi apartamento, imagino que es alguno de mis compañeros con alguna amiga, en plan de conquista y seducción seguramente, entro al apartamento y me sorprendo al ver mi sala llena de personas, tal vez siete personas, una sola mujer, y un Jairo -mi amante/compañero- casi borracho.

No entiendo muy bien lo que esta sucediendo, mi reacción es de absoluto silencio, en parte es que nunca había visto mi apartamento de esa manera, en parte es que esperaba estar sola, dudo un instante si seguir o simplemente irme... observo con mayor atención, en efecto solo hay una mujer, el resto son hombres que desconozco, la mujer esta desnuda y sus ojos están cerrados como viviendo en un mundo interior.




Continuara...