Me encuentro aferrada al cuerpo de un hombre joven al que apenas conozco. Pero sé lo suficiente, me desea y tiene una calentura desbordada de la cual me he encargado esta noche; me esta echando el tercero de la noche, mientras nos besamos. Estoy sobre él, y él esta dentro de mi, ambos sudando, nuestros cuerpos están tan compenetrados, siento tanto placer que no dejamos de besarnos y explorarnos. Muevo mis caderas, adelante y atrás, hasta que me vengo. Luego él, me agarra de las nalgas y mientras se van los últimos suspiros de mi orgasmos él toma el control estando abajo hasta que eyacula adentro de mi.
Me hace a un lado, se monta encima de mí y se sigue moviendo, continuamos besándonos. Parecía que se detenía, pero sigue y sigue, y mi clítoris es estimulado con el movimiento, rasguño su espalda, viene otro orgasmo y él se viene de nuevo. Cuando saca su pene, siento que un montón de semen sale de mi vagina.
El se hace a un lado, a mi me toma un tiempo para recuperarme, levantarme un poco y caminar. Miro por la ventana del motel el interminable trafico de la ciudad. Miro el celular, tengo varios mensajes. Contesto algunos. Un amigo me invita a motel esta misma noche, le digo que ya estoy en uno. Luego me pregunta que a qué hora termino y le contesto que no lo sé. Insiste en esperarme.
Regreso a la cama, me ponen en 4, hay nalgadas hay mas gemidos.
Miro de nuevo el celular. El mensaje dice "estoy cerca, te puedo esperar". Le digo que si no tiene problema y que prometo bañarme muy bien. Él ríe.
El ultimo es muy apasionado, a pesar que, las fuerzas ya nos abandonan. Cuando se viene, solo salen un par de gotas que cubren uno de mis pezones. Nos duchamos y salimos. Es algo tarde, nos separamos.
En la estrada de la estación de la 63, esta él (el otro). Vamos a tomar una cervezas, comemos algo. Me pregunta que si pase una buena tarde, y le cuento algunos detalles. Solicitamos una habitación con jacuzzy y un vino. Le insisto en que ya me había bañado y reímos, nos besamos, se le pone dura, me penetra, chupa mis senos, nos miramos a los ojos y nos movemos lentamente. Conversamos, dice que extrañaba sentir mi cuerpo.
Luego en la cama me pregunta si estoy cansada, le digo que lo compruebe. Y de nuevo me siento fundida con él, nos besamos, nos tocamos, me hace suya.