viernes, 13 de septiembre de 2019

Tentativa de inventario de los hombres que me folle a mis 18 años de edad

Un compañero del semestre, cabello rizado, moreno, alto. Ex-compañero del colegio, quiso revivir viejos tiempos. Estudiante de ingeniería y novio de una amiga. Un vigilante de la U. El mejor amigo de mi papá, quiso ayudarme cuando salí a vivir sola. El profesor de matemática básica. El profesor de biología, nunca vi fumar a nadie como él lo hacia.

Un costeño que conocí en un bar, nunca supe su nombre. Un muchacho tímido de Pasto, llevaba poco tiempo en la ciudad. El policía bachiller que estaba todo el día en la estación de la 63. Administrativo de la U, trabajaba en admisiones y solía salir con estudiantes, se caso con una. Negrito del bar, muy atractivo, muy joven. Negrito de San Andres, nunca lo olvidaré. Señor mayor que conocí en una red social, nuestra relación era viajes y sexo, me llevo a San andres.

Muchacho de FB, estaba desesperado por perder la virginidad. Un taxista, cobro la carrera de otra manera. Mi primo, se emociono al saber que vivía sola. Mi ex-novio del colegio, nos encontramos de casualidad en una disco. El amigo de una amiga, me invitaron de paseo.

Un militar que conocí en una red social. El músico de una orquesta en una feria de pueblo. El administrador de un hotel en Villavicencio. Un compañero de la U y su hermano que estaba aun en el colegio. El vigilante del edificio donde viví, y también su compañero del otro turno. Un futbolista que nunca supe si se hizo famoso. El abogado, mi jefe de ese trabajo espantoso. Un locutor de una emisora universitaria, no sé si sea también ahora famoso. Un bajista de una banda de metal de Bogotá.

Un poeta que era profesor en un colegio. Mi otro jefe, en una papelería. El ingeniero que arreglo mi pc de mesa. Un técnico de Telmex. Un piloto de Avianca que siempre estaba ebrio. El estudiante de contabilidad que se afeitaba en la mañana y en la noche ya tenia barba de nuevo. Un compañero de la U que llevaba 7 años tratando de terminar la carrera. El mesero del bar a donde solía ir.

El estudiante costeño recién llegado a la ciudad. El paisa que siempre tenia la camiseta de un equipo de fútbol. El ciclista que siempre entrenaba pero nunca competía. El hombre de FB que me llevo a en su carro a viajar. El estripper que contrato una amiga para la despedida de soltera de su hermana. El vecino que me ayudo a subir una caja muy pesada. El muchacho que me llevo al baño de una disco y no lo vi cuando salí y su amigo que me acompaño a mi apto. El representante de los estudiantes que siempre me saludaba. El de ingeniería que tenia moto.

Gracias por todo, estaré bien

Hay una decisión que ya acepte toda la vida me van a cuestionar, los ojos bien abiertos de sorpresa, indignación, incredulidad, no me generan ya ninguna molestia, creo que incluso ya lo espero; cuando menciono tajantemente que no quiero tener hijos creo que dudan hasta de mi humanidad. Mis razones son muchas, pero la historia detrás de esa decisión no la sabe nadie, nunca la conté, siempre la evité. No me avergüenza, pero me da algo de escalofríos. 

Anoche follé con un español que tiene siete hijos, le encanta tener hijos, ser padre, lo que hizo que se indignara al contarle mi decisión hace ya muchos años tomada, al hacerme a un lado, recordé cuando cumplí 18 años de edad; estoy en el baño de la casa de mis padres, sentada en el inodoro, tengo una prueba de embarazo que arroja negativo, todo por un compañero de Universidad que decidió quitarse el condón sin mi consentimiento y de lo que me percate cuando él se había ido. Cometí el error de dejar la prueba en el baño.

Estoy en el suelo, mi rostro arde, mis padres me miran, no hablan, solo me miran, mi mamá tiene la prueba en su mano y mi padre se frota la palma de su mano derecha, aun debe sentir el tacto de mi mejilla; dejo una nota en mi cama: GRACIAS POR TODO, ESTARÉ BIEN.

Apenas si tengo dinero, voy a la U, anoto todos los números de residencias universitarias, voy a la más barata, es una casa, vieja, descuidada, parece vacía. Abre un hombre, tiene 58 años de edad. Estoy triste, tengo rabia, esa noche me folla, me folla con rabia, no usa condón, se viene adentro, lo hace dos veces, quiere dejarme embarazada. 

Voy a hacerme la cirugía, me piden una prueba de embarazo, sale negativa, una semana después estoy en cama, adolorida, no solo dolor físico, pero me siento tranquila con mi decisión.