jueves, 7 de enero de 2016

Tomando el sol

25-12-2015
25-12-2015

Es verano, un verano de mierda dicen algunos, un verano con un sol intenso que se esconde a las 8:00pm, con una cotidianidad diferente y personas diversas.

Catalina me convenció un día de algo impensable, de ella puedo decir que es una mujer que le gusta la buena vida y la naturaleza; no pude negarme a tomar el sol en un parque de la ciudad, idea que desde mi referente bogotano me resulta absurda. Pero mucha gente lo hace, y eso de alguna manera me deja a mi como la desadaptada.

No he visto arboles tan grandes y verdes, generan una sombra generosa; Catalina lleva un bikini azul claro, es una mujer atractiva, cualquier hombre que la admira queda abrumado por su presencia, y mide 1.75, entonces a su lado parezco su hermanita menor. Yo llevo un bikini negro, unas gafas oscuras y un gran sombrero blanco, me siento incomoda, pero pronto dejo de pensar en eso, empiezo a disfrutar del parque y su verdor.

Hay poca gente, nadie sale el 25 al parecer, o solo huyen del sol. Tendemos un par de toallas en el prado, me pongo mis audífonos y suena "T.N.T" de AC/DC, mientras Catalina se pone a leer algo de Chejov; puedo darme cuenta que ella disfruta al máximo de esto, yo por mi parte trato de disfrutarlo.

Hay poca gente, pero puedo ver varios hombres muy atractivos, pero trato de no darles mucha importancia. Me acuesto boca abajo, desabrocho la parte de arriba de mi bikini quedando en topless, y me emociono cuando empieza a sonar "Bring me the disco king"; luego Catalina contesta una llamada, creo que es su pareja, parecen estar organizando una cena especial, me invitan, pero me niego, no quiero ser violinista de una pareja recién conformada.

Cuando ella se va me deja su libro, y busco ansiosamente "la tristeza", mi cuento favorito de Chejov, y me imagino la nieve en Rusia, lo cual me hace olvidar del fuerte verano; también me hace pensar en todo aquello que no vemos por estar tan ocupados.

Alguien se acerca, es un muchacho joven, ya lo había visto haciendo cosas de jóvenes, montando patineta en las escaleras de un monumento y grabándose a si mismo; seguramente tendrá un canal de youtube, o solo sube sus saltos en su face. No tiene camiseta y lleva una gorra vieja.

Cuando me habla puedo darme cuenta lo joven que es, queda encantado con la forma en que hablo, eso me da un poco de risa; me pide que le ayude grabando un par de sus saltos, y pienso que quiere impresionarme, tal vez piense que soy una adolescente tonta.

Siento su mirada, y la veo, con mis lentes oscuros puedo verlo sin que se percate; decido ayudarle, tomo su cámara y me siento, olvidando que estaba en topless, si que sus ojos y atención se posaron en mis senos, pero actuó naturalmente, como si estuviese en una playa nudista.

Me invitó a su casa, acepte luego de que me dijera que sus padres estaban de viaje; también ayudo pensar de escapar del sol y tomar una cerveza helada, ademas estaba caliente por alguna razón.

Creo que el estar casi deshidratada genera que me maree con facilidad con una cerveza, cuando me acosté desnuda en la cama vi que el techo daba vueltas, mire a un lado y vi una foto antigua de una pareja, se ven felices, el muchacho sin quitarse la gorra lame mi clítoris delicadamente, la degusta, la saborea.

Pongo mis manos en su cabeza, lo agarro con fuerza haciendo que restriegue su rostro contra mi vagina; su cara queda empapada de mis líquidos, sube y se concentra en mis senos, los chupa, los muerde pasionalmente. Estamos sudando, él ofrece prender el aire acondicionado pero me aferro a él para impedírselo, entierro mis uñas en su espalda para hacerlo subir, y le digo a su oído que me penetre.

Él me penetra rápidamente, puedo notar su inexperiencia, pongo ahora mis manos en sus nalgas y guío su ritmo, él lo exagera y nuestro sudor lubrica intensamente nuestra fricción desenfrenada aumentada por mis gemidos de placer.

Al poco tiempo viene ami un orgasmo muy intenso, rasguño su espalda, él sigue moviéndose sin bajar intensidad al ritmo, lo que hace que tenga una nueva ola de placer y un nuevo clímax; a continuación aumenta la intensidad, saca su pene y llena mis senos de su semen.

Se acuesta a mi lado, exhaustos miramos el techo recuperando el aliento, me monto encima de él sonriendo, cuando me dice que quiere más.