martes, 25 de octubre de 2016

En una cama de un motel barato

-Te desperdicias... ¿sabes lo que ganarías si cobraras?- pregunto mientras me penetraba con todas sus fuerzas.

-No tengo idea- dije entre gemidos, mi cuerpo se arqueaba de placer.

-Esa cuquita es una mina de oro, saquemosle provecho- su rostro me hacia pensar que estaba a punto de derramarse, podría ver la lucha interna.

-...hago lo que quiero- quise dejar clara mi posición al tema, pero no logre decirlo eficazmente, estaba entregada al placer y no a los negocios.

-Yo le consigo manes que le pagarían resto- creo que la idea lo emociono tanto, pues cuando lo saco lleno mi cara de su espeso semen, parecía no terminar...y sentí que mi rostro quedo totalmente cubierto.



No hay comentarios:

Publicar un comentario