jueves, 27 de octubre de 2016

Lluvia y Fear Factory

Rock al parque puede ser el cielo y el infierno a la vez, debo decir que odio las multitudes, los empujones, el que te pisen los pies, la sensación de no poder respirar y de no poder escapar; ese día estaba especialmente lleno y para rematar mis amigos son de aquellos que quieren estar en el centro o al frente, donde según ellos sucede lo mejor ya que el sonido llega mejor. No estoy segura de eso, además tengo una desventaja y es que mi estatura me impedía ver gran parte del escenario, es algo frustrante, ya que para mi en realidad disfrutar un concierto esta relacionado con ver el escenario sin problemas y poder tener espacio para respirar.

Ese día aprendí que igual que el cine la compañía tiene gran correlación con la calidad de la experiencia; sin embargo a los que han tenido la posibilidad de ir estarán de acuerdo conmigo que una de las mejores experiencias tiene que ver con la diversidad de personas con las que se comparte, ya sea porque te causan gracia o que definitivamente te recuerda que todos viven la vida de forma distinta.

Resulta interesante el agua que venden en el lugar, con un grado de alcohol mucho más alto de lo esperado. Por otro lado el contexto promueve de alguna manera que el aguardiente se tome como agua... en poco tiempo ya me siento mareada, a pesar que (o eso pienso) no he tomado casi nada.

Al llegar la noche viene lo mejor y lo peor, lo mejor es que podre escuchar a Fear Factory, me gustan un par de canciones de ellos, y lo peor es la lluvia... y aun peor no traje chaqueta. Algunos pensaran que con el aguardiente basta para alejar el frío, pero esta noche no es tan así; traje una camiseta blanca, no llevo brassier..., ya imaginaran el efecto.

Un amigo me abrazo, y me daba más aguardiente, me tocaba tal vez con la intención de calentarme (en todos los sentidos); hay ojos mirando mi camiseta, varios pares, pero como ya saben aquellos que me conocen un poco, eso nunca me ha intimidado. Mario es un hombre grande, me siento bastante pequeña cuando me abraza, y sus manos ásperas siempre me están tocando..., me he acostumbrado a ellas.

-Tocamelo- susurro a mi oído.

No hice nada, estoy esperando que salga FF, ya falta poco, Mario toca mis senos con una mano, aprieta mi pezones, él sabe que eso me agrada bastante.

-Tocamelo- volvió a decir, pero esta vez tomo mi mano y la llevo a su pene, lo tenia afuera, duro a pesar del frío.

Ha tomado bastante de seguro, puedo notar que estar al limite de perder el control o la cordura, música y sexo están en ocasiones profundamente relacionadas.

-Eso, así- dijo mientras suavemente lo masajeaba a mis espaldas.

En multitudes así siempre hay duda de la atención del publico, se asume que esta 100% hacia el escenario así en el momento este vacío.

-¿Me lo mamas?- dijo en mi oído, seguí en silencio.

En sano juicio seguramente no lo consideraría una posibilidad, por lo menos no ahí, pero en mi estado actual es fácil olvidarse en repetidas ocasiones del contexto. Me gire hacia él, lo mire a los ojos y me arrodille, vi su pene grueso apuntándome, y lo metí a mi boca sin esperar más peticiones.

Hay más ruido, por mi mente pasa la duda si es porque FF va salir o porque me observan o tal vez ambas cosas; suena un estruendo, llueve con mayor intensidad, son ellos, me cuesta reconocer la canción..., tal vez no la conozco.

Enseguida puedo sentir como mi boca se llena de su semen, le sale bastante, lo saboreo, me pongo de pie, no miro a nadie..., me lo paso, me encanta esa sensación.

ahora mi atención esta en el escenario.



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