miércoles, 3 de octubre de 2018

Pedir exclusividad conmigo es un error

Ayer salí con Antonio, el militar. Cenamos, hablamos, hablamos de él, hablamos de mí, pregunto por mis otras relaciones, le dije que era mejor no hablar de ese tema. Fuimos a mi apartamento, nos besamos, me quito la blusa, chupo mis senos mientras mencionaba que tenia el periodo, mordió mi pezón al escuchar esa advertencia, luego se lo chupe detenidamente, saboreando.

Lo masturbe en el sofá, se puso de pie y se vino en mi cara. Lamí mis labios, fui al baño, me limpie; tome algo de agua, me metí a la cama, Antonio me siguió, me beso nuevamente, chupo mis senos, me dijo que dejara que lo metiera por atrás, le respondí que de la cintura para abajo estaba prohibido esa noche, no insistió más. Nos besamos, beso mi cuello, lamió mis senos, froto su pene contra mi cuerpo, luego lo puso en mis senos los froto, se masturbo y se vino abundantemente.

Al despedirnos esta mañana, dijo de nuevo su obsesión por mí, solo pensaba en mí, quería exclusividad, mi respuesta fue un contundente no. Nos besamos, y comento que haría todo lo posible por enamorarme.

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