martes, 15 de diciembre de 2015

Todos Fracasos IV: Obesidad Morbida

Creo que Ruben lleva casi un año haciéndome la misma invitación, creo que no la he aceptado solo porque me suena a un plan demasiado romántico, y el romanticismo cursi me crea algún tipo de aversión.

Esta cursando su segunda carrera como administrador de empresas, es chef, parece que desde hace años tiene obesidad mórbida, que hace que sea alguien reconocido en la U, en parte por su físico y en parte porque es una persona realmente agradable.

Desde que nos conocimos siempre me hablo de ir a su apartamento, en donde me prepararía lo que yo quisiera acompañado por vino; nunca me decidí, y no fue enteramente por su físico que he evitado esa invitación tanto tiempo, pero debo admitir que en parte sí lo era.

Amigos y amantes no perdían ocasión para hacer bromas, en donde la imagen común era que si follaba con Ruben quedaría totalmente aplastada.

Mientras él abre el vino todos esos chistes vienen a mi, en una cascada de memorias, de algún modo no pude contener una risita.

Pero la risa termino en el momento en que estoy en su cama, desnuda y esperándolo; ahora hay miedo y ansiedad, Ruben es realmente grande y obeso, me da curiosidad la experiencia pero a la vez me siento como una virgen sin tener la mínima idea de qué hacer y cómo hacerlo.

Se desnudo a los pies de la cama, no pude ver su pene, su barriga lo cubría totalmente, vi que se tambaleo un poco por efectos del vino, se tumbo suavemente en la cama, y rece para que ese movimiento no me catapultara contra el techo, sonreí con la imagen y abrí mis piernas hacia él. Ruben con sus dedos y su lengua comezo a explorar todo mi coñito, con paciencia.

A continuacion se puso de pie, tomo un poco más de su vino y rego unas gotas en mis senos, parece estar mucho más ebrio de lo que imagine; enseguida lentamente se empieza a posar encima de mi, siento un desespero por la idea de tener todo su peso encima, él por otra parte parece olvidar ese detalle.

Se deja caer suavemente, y me penetra, puedo sentir que mis pulmones tienen menos espacio para el oxigeno, trato de moverme y acomodarme para ganarles espacio, y lo logro parcialmente; Ruben empieza a moverse con agilidad, me sorprende, me aferro a él, empiezo a sentir placer y comienzo a pensar que puedo aguantar.

Súbitamente él se detiene, estoy esperando un cambio de posición, pero no sucede nada, solo siento su profunda respiración, y su peso en mi.

!Maldita sea¡ se quedo dormido, eso le sucede por tomar tanto, halo su cabello y hundo mi dedo en sus mejillas para despertarlo, pero apenas consigo algunos balbuceos, no se mueve, y parece que no tiene planeado hacerlo.

Empujo con todas mis fuerzas colocando mis manos en su pecho, ni un milímetro puedo moverlo, luego intento por un costado tratando de llevarlo al borde de la cama, pero todos mis esfuerzos no tienen buenos resultados.

!Maldita sea¡ debí tomar la iniciativa y hacerme encima, pero no, me estoy desesperando, no sé qué hacer; a continuación se me ocurre taparle la nariz con mis manos, tal vez ahogándolo reacciones, pero siento temor de alguna reacción violenta.

!A la mierda¡ si no hago nada aqui me quedare, me decido ha hacerlo, hago un esfuerzo para llevar mi mano derecha a su rostro, con dificultad lo consigo, tapo su nariz, en un principio nada, luego hace un violento movimiento hacia arriba y se desliza hacia mi izquierda, cayendo al suelo en donde todo su peso reposo en la alfombra, y sin despertar del todo.

!Soy libre¡, mis pulmones vuelven a tener espacio para el oxigeno.

Solo pienso en vestirme e irme y hacer algo con esta frustración.

¿Donde esta mi ropa?... hay no, no ahí... !MALDITA SEA¡