miércoles, 13 de julio de 2016

Arena Erótica

La arena esta entre mis dedos, esta tibia, puedo escuchar la música, y personas riendo, hombres conversando en un idioma que no puedo identificar, apenas si puedo ver una luces en la isla; y al otro lado un tenue borde brillante.

Es la primera vez que vengo a la isla, siempre me hablaron bien de ella... y de los isleños también.

Voy en mi segundo "coco loco", me parece divertido tomar con un pitillo de un coco, y no sé si es la humedad, o el mar mismo que hace que rápidamente se me suba a la cabeza.

Un isleño, con unas rastas bastante largas no me quita la mirada de encima, me hace pensar que le debe parecer curioso verme sola a esas horas de la noche y en ese lugar; debo decir que no es muy atractivo, pero su cuerpo es pura fibra, esta bastante bien formado.

No tardo en estar con él a solas, su español es bastante curioso, él cree que me tiene a mi, pero en realidad yo lo tengo a él... ha caído.

Como imagine sus músculos son sólidos, su piel suave, me toma con fuerza y dejo que me lleve al otro lado de la isla, donde no hay luz, y donde solo resalta el sonido de las olas.

Tener su pene en mi boca es el inicio de una noche inolvidable, su sabor es bastante agradable para mi, el cómo me levanta con facilidad para penetrarme completa un encuentro que trasciende la fantasía. Entre música, arena, mar, es de los mejores encuentros sexuales que he tenido.

La abundancia de su semen siempre me encanto, y durante la siguiente semana siempre hubo espacio en mi cama para él. Fui suya, y fue mio.

Su potencia y su ritmo hizo que terminara esa noche con marcas de mis uñas en su espalda... y que volver a esa isla fuera un plan semestral.

Es realmente particular entablar una relación sin conversaciones, o incluso que las conversaciones fueran solo actos sexuales; creo que nunca cruzamos mas de tres palabras... tan solo hablábamos para ponernos de acuerdo, y concretar un encuentro.

Varios fueron los encuentros en la playa, en la noche, en donde recibí sus envestidas, su semen. En donde ahogue gritos, gemidos por temor a ser descubiertos.

Hace aproximadamente 5 años fue la ultima noche que estuvimos juntos, recuerdo que solo me follo y se fue del hotel sin decirme adiós...


Fui suya...y fue mio...


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