A mi parecer el jacuzzy esta en al temperatura perfecta, a quién no le ha sucedido que si el agua esta muy caliente cuesta respirar y la atención de todos se dispersa, pues es en esencia incomodo. Pero si la temperatura es adecuada, la interacción se hace desde la comodidad y la calma.
Y así estamos, apenas si hemos intercambiado algunas palabras, pero me gusta que su boca se preocupe más por interactuar con mis pezones que usarla para articular palabras, ya que, en especial esta noche no quiero hablar y no quiero conocer a alguien.
A veces, hablar, conocernos, me aburre, a veces no quiero el protocolo; en ocasiones, no quiero hablar de mi, no quiero discutir las razones para no tener pareja estable o tener hijos. Solo es así y ya, prefiero que me acepten y que asuman que tengo mis razones y mis propios problemas.
Recurrentemente prefiero que me cosifiquen, que su atención este en mi cuerpo, mi placer y su placer. Por eso, cuando este hombre ha entrado en mi, nos conectamos de una forma que ha favorecido nuestro placer. Me ha dado un buen numero de orgasmos y de una intensidad adecuada para decir que he pasado una buena noche de sexo con un desconocido; es casado, así que cuando termina y llenos de sudor, se viste y se va, nos despedimos amablemente concretando un pacto de no vernos jamás.
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