miércoles, 3 de febrero de 2021

Vigilia

 Creo que aquí puedo decir cosas que no le diría a alguien en persona, es una de las bondades de tener un blog. También es interesante contar algo, poner en palabras mis pensamientos y luego leerme tratando de reconocerme en mi narrativa, y en efecto, a veces me reconozco y a veces no. Sin embargo, puedo decir que me reconozco en un 98%, un porcentaje alto ¿no es así?

Llevo dos semanas follando con el vigilante del edificio donde vivo. Él pensó que era prepago, pues se dio cuenta que me visitaban hombres diferentes y pasaban la noche conmigo; no me molesta que piensen eso, me divierte. Saber que lo hago por puro placer le ha encantado y multiplico su atracción por mi. Insistió en que podría hacerme algunas visitas clandestinas, lo que me pareció interesante y acepté. 

A veces me llama de madrugada, casi a media noche, y me pregunta si puede subir. La primera noche subió a la una de la mañana, no hablamos, él me llevo directamente a la cama, abrió mis piernas paso su lengua con paciencia y luego me penetro, mi cama interrumpió el silencio y él derramo en mí semanas de abstinencia en su matrimonio. 

Anoche lo sorprendí, deje la puerta abierta, luces apagadas, y lo espere en cuatro, en el suelo apoyada en algunos cojines. No hablamos, solo nos conectamos, me penetro, dejo mi cola llena de su semen y se fue. Seguramente le habría gustado ver que cuando cerro la puerta, pase mis dedos por mi cola y lleve algo de su semen a mi boca. 

Regresa el viernes, veremos qué sucede...



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