martes, 6 de octubre de 2015

No 25. Mi Primer GangBang. Parte 1

De nuevo estaba ahí, en el sofá negro de imitación de terciopelo, denuda y mirando a los estudiantes que estaban concentrados en su labor, trate de no pensar mucho en la tarde anterior cuando me entregue a los placeres junto con el profesor y un estudiante; en cambio repetía una y otra vez en mi mente lo que más me había llamado la atención en mi primer día de clases en la Universidad.

La clase termino, esta vez dos horas me parecieron 20 minutos, y en poco tiempo me quede sola en el salón, no me moleste en vestirme pues a pesar de no haber hablado directamente con el profesor mi intuición me decía que él vendría de nuevo, entonces lo espere. Me tendí en el sofá a disfrutar la textura del sofá en toda mi piel.

La puerta se abrió, entro el profesor, no estaba solo, entonces me puse de pie tratando de aparentar que no esperaba a nadie, y busque la bata blanca que sujete con ambas manos dando la espalda a los recién llegados. Mire por encima de mi hombro, era el profesor y cuatro estudiantes que se acercaban a mi, quede desconcertada, por un momento imagine que no habría algo de acción.

-ven Pilar, quiero presentarte a algunos de los estudiantes- puso su mano en mi hombro y me dio la vuelta, con su otra mano señalo a los cuatro estudiantes.

-vale- respondí casi dudando.

Me acerque con naturalidad con la bata en mi mano apenas notando que estaba desnuda aún, el primero me saludo de beso en la mejilla, era el mas grande, tal vez 1.90cm de estatura, y era un poco gordo con barba y cabello largo y crespo; el segundo me tendió la mano, se la di y de un pequeño jalón me dio un beso en la mejilla, era casi de mi estatura, que para ser hombre se veía muy pequeño, pero lo compensaba con un cuerpo atlético muy marcado; el tercero me abrazo y me dio un beso en la mejilla, moreno y calvo, alto tenia un aire elegante particular, un rompecorazones; y el ultimo con un saludo más seco era el más mayor de todos, incluido el profesor, un hombre que estaba en sus 60´s con bigote canoso, delgado y apestaba a cigarrillo.

-es la modelo más bonita que hemos tenido ¿cierto?, y ademas es toda una mujer de verdad- dijo el profesor posando su brazo en mis hombros, me estrecho y con uno de sus dedos acariciaba uno de mis pezones con delicadeza.

Me sonroje y sonreí.

-si, se nota- dijo el más alto.

-eso hay que comprobarlo- dijo el mas viejo

Deje caer la bata al suelo, el profesor bajo su mano aún más buscando mi vagina, se sorprendió al notarla húmeda.

-ya esta bien mojadita- puso su mano para que los dejas la pudieran ver, exhibiendo mis flujos.

El mas viejo tomo la iniciativa, se hizo a mis espaldas poniendo sus manos en mi cintura y llevándome contra la mesa, me tomo del pelo, gire mi cabeza encontrando su boca, jugamos con nuestras lenguas, su mano bajo buscando mi humedad, enseguida estimulo mi vagina frotándola en toda la extensión superficial. Vi que todos empezaron a quitarse sus pantalones, entonces el más grande se acerco, acaricio mi rostro y me giro para ponerme enfrente de él, el viejo no se desprendió; el más grande con ambas anos empezó a pellizcar mis dos pezones, luego hizo un movimiento rápido hacia abajo, me cargo en sus brazos y me acostó delicadamente en la mesa.

Me excito la sensación de estar a disposición de los cinco, a continuación el más bajito vendo mis ojos con una corbata, no podía ver nada, la mesa tenia un mantel grueso por lo que me sentí lo suficientemente cómoda. Percibí un enjambre de manos que recorrían mi cuerpo, con lentitud como queriendo estimular cada célula de mi piel.

-relájate, te vamos ha hacer maravillas- dijo una voz que sentí a un lado.

-les dije que no iba a poner problema- todos rieron picaramente.

-vamos a gozarnos todo este cuerpo- escuche a mis pies.

-... y hacerla gozar, se lo merece- estuve de acuerdo, pero no lo dije.

Unos dedos empezaron a pellizcar mi pezón derecho, otros dedos más delgados se encargaron de mi otro pezón, otros dedos exploraban y ponían a descubierto mi clítoris, dos dedos entraban y salían lentamente de mi coñito y un dedo exploraba la superficie de mi ano.

Enseguida alguien puso su verga en mi mano izquierda, la inicie a frotar lentamente, la apreté, sentí otra verga en mi mano derecha e hice lo mismo; los masturbaba lentamente y con intensidad, también me di cuenta que una verga estaba frotando y dando pequeños golpes en mi rostro, pero empece a gemir cuando todos los dedos en mi cuerpo hicieron su labor con mayor intensidad. Los que estaba en los pezones los apretaron más, los jalaban a tal punto que se acercaban a mi umbral del dolor, aveces el limite entre dolor y placer se hacia difuso; el que estaba en mi clítoris lo frotaba frenéticamente, los dos que estaban en mi coño entraban y salían rápidamente, y el que estaba en mi ano había entrado y se encontraba haciendo amplios movimientos circulares dentro de mi.

Gemí y me retorcí en la mesa... vino un tremendo orgasmo húmedo, mi cuerpo trato de retorcerse sin control peros varias manos me contuvieron contra la mesa.

-ufff tremendo orgasmo le sacamos-

-se vino super-fácil, qué hembra-

-la mano de verga que le voy a dar-

Me quitaron la venda, vi todos sus ojos que me observaban atentamente, me incorpore, baje de la mesa, uno de ellos se me acerco y me dijo algo al oído.

-tienes cinco vergas para ti sólita, no nos vayas a decepcionar- lo mire a los ojos, me arrodille frente a él, tome su pene y lo metí en mi boca, no le aparte la mirada.

Los demás se acercaron y me rodearon en un circulo de vergas. Las quiero todas, pensé.