lunes, 12 de octubre de 2015

Pensamientos Libidinosos V

Empiezan las Clases


Hacia mucho sol y Pilar había decidido ir caminando, hizo los cálculos, para llegar a la primera clase a las 7:00am debía salir de su apto a las 6:30 y caminar por la Cra 7 desde la calle 48 hasta la calle 62, luego ir por el parque de Lourdes, hasta la Cra 16. Esa mañana estaba especialmente congestionada las calles de la capital, el humo y los pitos de los carros atronaron el ambiente.

Ella sintió alivio cuando llego a la Universidad, miro su reloj y eran apenas las 6:50am, tomo un respiro y fue a la cafetería a tomar un jugo de naranja; se vio decepcionada al darse cuenta que era jugo artificial, eso realmente la molesto cuando tomo el ultimo sorbo y continuo sintiendo sed y algo de hambre.

Subió las escaleras hasta llegar al tercer piso, entro al salón asignado para la primera clase, se percato que no conocía cuál iba a ser esa primera clase, entro al salón y vio varios rostros familiares, decidió sentarse en la ultima fila, reviso su horario, y estaba marcado para ese día "Historia de la Psicología", después a las 9:00 am "Psicología General" y por ultimo "Contexto socio-colombiano". Va a ser un día largo, y ademas hay que trabajar en la tarde, pensó.

Poco a poco iban entrando personas al salón, hasta que casi se lleno, Pilar miro atentamente a la totalidad del salón, sabia que de alguna manera estas personas la acompañarían durante al menos cinco años, contó 27 personas, de las cuales solo habían tres hombres.

Llego la profesora, cerro la puerta e hizo el acto protocolarios que muchos sospechan va a suceder si o si; vinieron presentaciones y la pregunta obligada: "¿Por qué eligieron esta carrera?", de la cual se escucharon diversas respuestas, algunas altruistas, otras que muchos podrían catalogar como de auto-ayuda, otras fueron difusas y poco claras. Siguió una dinámica de encuentro y acercamiento para que los estudiantes comenzaran a interactuar como compañeros.

Pilar resaltaba entre las mujeres, su cabello rojizo y los tatuajes la hacían diferente, rebelde en ojos de muchos, lo cual ella evidencio cuando en la primera actividad aleatoriamente se relaciono con Viviana y Sandra, que asombradas hablaron con Pilar y entre maravilladas e incrédulas por conocer su autonomía.

-¿En serio vives sola?- pregunto Viviana, levantando sus cejas.

-Si, desde hace como 15 días- respondió Pilar con serenidad, como si viviera sola hace cinco años.

-y ¿ no te da miedo?- dijo Sandra colocando la palma de la mano en su boca.

-¿de qué?- Pilar se encogió de hombros.

-una mujer sola, y joven en esta ciudad...-

En la conversación salio a la luz que ambas mujeres vivían con sus familias, sin novios; Pilar las vio como niñas pero le simpatizo el asunto, intercambiaron correos y números, Pilar no imagino que la amistad duraría el resto de la carrera.

En un segundo momento de la actividad del salón, se formaron nuevos grupos, esta vez Pilar estuvo con unos de los hombres y una mujer que se veía un poco mayor: Harold, moreno y con un afro limpio, vestía ancho y con un estilo gentil con las mujeres, con los hombres se relacionaba diferente, no era de Bogotá, con la conversación menciono que era de Cali, pero que vivía con sus hermanos desde hace mas de diez años en la capital, y Julie, de Ibague, hace una semana estaba en la ciudad, la razón no quedo clara, morena, no muy alta pero con un cuerpo que atraía muchas miradas, era por decirlo de alguna manera una belleza exótica.

La mañana paso en un segundo, y el profesor de la ultima clase no asistió, Pilar decidió quedarse un rato para observar las dinámicas sociales de la U, pudo darse cuenta de varios lugares en donde todos se reunían, en el primer piso, en la entrada del edificio, la sala de Internet en menor proporción; se sintió sola por un instante, se sentó en un escalón a las afueras de la U, esperando que fuera hora de irse, miro las nubes  y dejo que el solo acariciara su rostro por un instante, enseguida percibió que alguien se sentó a su lado, y ponía su brazo en sus hombros.

-¿por qué tan sola?- pregunto Harold.

-No, solo me relajaba asoliandome- respondió Pilar despreocupadamente.

Mientras conversaban a ella le llamo la atención la popularidad de Harold, seguramente ya habia estado en la U, o tenia muchos amigos del colegio que habian entrado a la misma institucion.

-Pero, tienes muchos amigos por qui-

-ahh si, es que empece ingeniería, hice dos semestres y me cambie-

-Con razón, ya entendí-

Harold puso su mano en la cintura de ella, tocándole la piel por un accidente buscado, ella no reacciono, su mente se desconecto, veía a su compañero mover la boca, pero las imágenes de su experiencia en la escuela de arte la distraían con facilidad en los últimos días. Él se puso de pie, tendió sus manos para ayudarla a levantar, entonces la llevo a una pequeña tienda cerca, donde estaban sus amigos.

-No puedo quedarme mucho, me toca trabajar- dijo ella justificando su inseguridad.

-es solo un rato, no te preocupes, nos tomamos algo-

Estaba a un par de cuadras de la U, la tienda no era muy grande, y a esa hora había varias mesas vacías, a Pilar le pareció ridículo tomar tan temprano, pero decidió no tomar en cuenta el reloj. Pidieron dos cervezas, él una Águila y ella una Club.

Él se acercaba cada vez más, es muy alto entonces ella físicamente no tiene escapatoria; los amigos de Harold están en otra mesa, y en ocasiones lo molestan con: "presentela", "esta bonita la novia", ella ríe por la situación, mientras él se sonroja. Por un impulso Harold la besa en los labios, Pilar trata de resistirse colocando sus manos en el pecho de él para empujarlo, pero no tiene éxito; después baja y besa su cuello con pasión, mientras ella por encima del hombro de Harold se percata que sus amigos la miran con interés. Él pone su mano en el cabello de ella, luego lo baja lentamente hasta llegar a unos de sus senos, lo agarra, lo aprieta, ella retiene un gemido.

-me tengo que ir- se termina de un sorbo lo que quedaba de su Club

-pero...- Pilar lo empuja con determinación y se incorpora, siente vergüenza al darse cuenta que sus pezones están duros y pueden verse a través de su pequeña blusa.

Ella abandona el lugar, a Harold lo llaman sus amigos a que sigan tomando, él esta emocionado pero frustrado, sin embargo saber que la vera mañana lo tranquiliza, se termina de un sorbo su Águila y pide otra.