viernes, 20 de noviembre de 2020

Salgo a comer sola

 Tengo marcas en los brazos y en la espalda, la cara no me la tocó, ni las piernas. Francis está detrás de mí, mirándome por el espejo y mencionando varias veces que lo siente. Le digo que es mejor que recoja sus cosas.

Salgo a comer sola, me arde la piel, pero mi espíritu está tranquilo, no siento rabia o deseos de venganza, no tengo la intención de lastimar a nadie, no obstante, reconozco que, si permito que Francis siga viviendo conmigo, el desenlace podría ser peor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario