martes, 24 de noviembre de 2015

Monologo II

Esta terminando el semestre, estoy llevando una buena vida... me encanta, vivo sola, estoy estudiando algo que me gusta, tengo una vida sexual plena y satisfactoria. No hay nadie que me vigile y hago lo que quiero, cuando quiero y con quien quiero, y apenas tengo 18 años. Pronto cumpliré 19.

Pero me siento mal, no sola, me siento triste.

Apenas mayor de edad, apenas viviendo libremente; disfrutando y experimentando mi sexualidad, aveces de formas muy arriesgadas, aveces con personas insospechadas, pero al fin y al cabo teniendo una aventura que me genera placer.

No entiendo mi tristeza, mis ganas de vivir se esta drenando dejando mi cuerpo casi vacío. Tengo otro retraso apenas de una semana, pero esta vez no me importa.

¿Tal vez un nuevo trabajo?, pronto tendré más tiempo. Volver con mis padres no es una opción, tampoco es la U, creo que elegí bien o por lo menos no hay arrepentimiento en mi. La alegría se fue y me dejo vacía.

Hay un hombre desnudo en mi cama, aún duerme; no sé su nombre, no sé si es casado o tiene hijos, anoche me genero un buen orgasmo es todo lo que importa, pero hay algo diferente, desde hace algunos días no quiero que nadie se quede en mi apto... no lo soporto. No quiero que me hable, no lo quiero ver.

Quiero que todo se vaya a la mierda.

Voy a tomar ese trabajo, puede ser lo que necesito, o puede que me destruya.

Me vale una mierda, lo tomare y...