
He conocido personas que trabajando en un bar logran de alguna manera un equilibrio casi perfecto, se vuelven nocturnas, pero estudian, tienen relaciones y familias ejemplares, como que en todo hay un limite bastante claro que les permite llevar paradojicamente una vida sana. Pero también hay otros casos en que la vida nocturna, y el trabajo nocturno los consumen; recuerdo un buen amigo, emprendedor, con un aire independiente de aquellos que detestan tener jefes, lo que lo llevo a la idea de montar un bar. Lo curiosos es que literalmente se bebió su propio bar.
En mi caso, me pondría en los segundos. Seré sincera, cuando mi blog empezó a crecer y ha tener una idea clara, pensé saltarme e ignorar este periodo de mi vida, pero he decidido que para mantenerlo lo mas fiel a mi vida... debo contarlo, así que va a ser un año de mi vida, un año oscuro por así decirlo, un año que no viví, sino sobreviví.
Alcohol y Sombras es una serie donde ilustro la etapa más cruda y oscura, donde me puse en riesgo, y en donde tuve contacto con practicas sexuales más extremas y con personas dañinas, y de algún modo abusadoras. Por lo que es posible que no sea una lectura para todo el mundo.
Todo empieza 6 meses después de los acontecimientos de EN EL BAR, ¿y por que doy un salto de 6 meses?, en realidad considero que en ese periodo de tiempo no paso nada, fue un periodo muy tranquilo, me sentía tan mal que pasaba fines de semana enteros en mi casa, incomunicada, aislada. Incluso conviví con un par de compañeras, que hicieron que mi libido llegara casi a cero. Tuve una pareja formal, y había muy poco sexo.
Trabajando en el bar, recibía tantas propuestas indecentes, que termine por ignorarlas todas, creo que hasta me fastidiaban, estaba de mal humor casi todo el tiempo... estaba muy triste y peleada con la vida. Eso facilito que todo esto pasara, pues de haber estado bien estoy segura que habría tomado otras decisiones.
Pero todo cambio una noche, una noche cuando lo conocí a él.