lunes, 16 de noviembre de 2015

Sexo en la ducha

Cuando hablo con personas sobre sus fantasías en el plano sexual, o sobre las preferencias a la hora de tener algún encuentro intimo, ya sea casual o con la pareja estable, el sexo en la ducha resulta ser algo recurrente en el imaginario de muchas personas; hombres y mujeres comparten que la idea de la desnudez, el agua, la humedad hacen parte de una practica alterna a la cama, y que lleva a otras experiencia en donde los sentidos tienen experiencias diferentes.

Debo admitir que al principio la idea de tener sexo en la ducha no llamaba mi atención, pues lo consideraba poco practico, incomodo y que me parecía una perdida de tiempo. Varios de mis amantes siempre me hablaban de que querían follarme en la ducha, y yo respondía con gestos de indiferencia; no le veía sentido, no entendía qué podía brindarme cambiar la cama por la ducha, mejor la comodidad de la cama a la incomodidad y el frió de una ducha. Sin embargo con el tiempo cambie de opinión...

Tendría alrededor de 19 años de edad cuando empece a frecuentar moteles en la ciudad de Bogotá, y cuando empece a viajar con cierta frecuencia a lugares cálidos de mi país. En los moteles (según donde vayas) puedes encontrarte con baños y duchas de lujo, que te llevan a pensar en la agradable sensación que debe generarte bañarte ahí; o si viajas a clima cálido con algún amante la ducha se vuelve un lugar deseado en varios momentos del día. Por lo que desde entonces me uní al club de los que les encanta tener sexo en la ducha.

En la actualidad es para mi una practica recurrente e indispensable en mi vida sexual.


Requisitos Para una Optima Experiencia 


  1. Una ducha lo suficientemente amplia: si la ducha es muy pequeña, el placer de la situación se disminuye, ya que las posibilidades de cambiar de poses es limitada. Si la ducha es lo bastante amplia es como si ya la imaginación deja de tener limites. En lo personal me gusta jugar a que se me cae el jabón... y eso necesita de una ducha un poco amplia.
  2. Relación Fuerza-Peso: resulta fundamental que exista una buena relación entre la fuerza del hombre y el peso de la mujer; hombres con poca fuerza con una mujer con un peso elevado hace que la experiencia se convierta en un trabajo, e impide que la situación fluya; por tal razón es fundamental que haya una buena relación... pues personalmente me encanta un hombre que pueda cargarme en la ducha.
  3. Flexibilidad: resulta siempre básica para cualquier practica fuera de la cama.
  4. Temperatura del agua: agua muy fría dificulta una erección, ademas que distrae demasiado... a no ser que estés en un clima muy cálido.
  5. Pulcritud: siempre va a ser fundamental la limpieza, un baño sucio siempre baja la libido a cualquiera.
  6. Desear el cuerpo del otro: si no hay una verdadera atracción física... esta no sera una buena practica.

Lo bueno


El cambio de contexto, estar fuera de lo habitual siempre resulta ser una experiencia que te genere sensaciones diferentes, resulta ser muy sensual la desnudez y el contacto con el agua, resulta ser la situación ideal para conocer completamente el cuerpo de tu pareja.

Enjabonarse mutuamente puede resultar una experiencia muy intima y placentera, en donde se le da a la piel una atención especial.

Lo no tan bueno


No todas las duchas son aptas para esta practica, y tampoco es algo para hacer con todas las personas; me he dado cuenta que cuando el cuerpo de mi amante no me atrae lo suficiente (así sea el mejor amante del mundo), esta resulta una practica poco placentera.

Lo mejor


Si la atracción física es muy fuerte, esta es de las mejores practicas que pueden compartir, la situación se da para jugar mucho, para tocarse y mirarse.