domingo, 27 de septiembre de 2015

Diario Libidinoso I (25-09-2015)

Habíamos hablado por Happn o Tinder, o algo así, nos pusimos de acuerdo para vernos en la tarde, pero mientras estaba en el trabajo chateamos un poco:

X: ya tengo ganas de verte, ¿qué estas haciendo?
Yo: ya pronto, estoy en el trabajo, no hay mucho que hacer en este momento.
X: ya pronto voy a salir, te recojo en mi carro.
Yo: vale, me parece bien.
X: y ahí vamos a un buen lugar y tomamos algo.
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X: ¿como estas vestida? para reonocerte.
Yo: estoy con una minifalda negra y corta, una blusita blanca, y botas.
X: ¿y debajo?
Yo: unos pantys negros, y sin bra
X: ufff que rico, ya voy en camino, llego en 10 minutos. Qué ganas de verte.

Me ocupe con papeles sin sentido, estaba aburrida y no veía la hora de salir. X mostraba en su perfil una foto reciente, lleno de canas, algo pasado de kilos, gafas oscuras que lo hacían ver interesante, su voz era gruesa (eso me atrae), y me gusto su sinceridad, fue directo y claro:

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X: Me llamo la atención tu perfil, me gustas. No me gusta perder el tiempo, soy un hombre casado y sexualmente frustrado, busco una aventura de una noche mientras mi esposa esta de viaje.
Yo: Hola !! :)

Estaba en mi oficina escuchando algo de música, y vi que X me estaba marcando avisando que había llegado, tome mi bolso y salí, baje las escaleras y salí por la puerta de cristal, en frente de inmediato lo reconocí.

-hola, que linda estas- abrió la puerta del carro e hizo un gesto amable para que me sentara en el asiento del copilto.

-muy bien, cansada, pero bien- nos saludamos con un beso en la mejilla.

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Minutos después llegamos a un restaurante de sushi, no había mucha gente, y las luces eran tenues, X había reservado una mesa en la terraza; subimos unas escaleras, era ya de noche y el frió de la noche era derrotado por el fuego de un calentador a gas, me quite mi chaqueta y la puse en el espaldar de la silla.

-de verdad estas muy provocativa- apretó los labios, y miraba mi escote.

-gracias-

-estaba impaciente por conocerte, la semana se me hizo eterna- miro la carta y pidió una botella de vino tinto, ambos pedimos sushi.

-si, pero se paso rápido la semana-

-para ti, para mi no, fue larga y aburrida- suspiro y yo le devolví una sonrisa juguetona.

-pero ya estamos aquí-

Trajeron la cena y el vino, que tomamos como agua, me sentí coqueta y relajada.

-quisiera oler tu panty, ¿te atreverías?- dijo con tono retador.

-¿aquí?-

-si, quiero olerlo-

Mire a mi alrededor, no había nadie que estuviera mirando, me puse de pie a su lado, y con ambas manos me los baje, los tome con mi mano derecha y los puse en su copa vacía.

-ohh si, que sabroso- los puso en su rostro, se restregó el panty y lo olfateo con intensidad.

Intencionalmente me desabotone un botón de mi blusa y me senté a observarlo.

-siempre soñé con una mujer como tu, joven, caliente, deseosa de sexo... reserve una habitación en un motel, te va a gustar, y vas a ser mía por esta noche, no veo la hora de darte por ese coñito sabroso-

-cuando quieras- respondí.

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Al llegar a la habitación lo primero que me fije fue en la cama, era bastante grande y en forma de corazón, el techo era un gran espejo que cubría el espacio donde estaba ubicada la cama y las luces simulaban velas. X no perdió tiempo, se desnudo y se acostó en la cama, boca arriba, esperando que lo acompañara.

-quítate la ropa, pero despacio, muy despacio, quiero disfrutarte-

-como quieras- empece por mi blusa que desabotone lentamente, me la abrí, no me la quite del todo y mis senos quedaron al descubierto, siguieron mis botas, que baje el cierre lentamente, primero de uno y después del otro; luego la mini, que desabroche de un lado y la deje caer al suelo, después termine de quitarme la blusa.

-wow, me encantas, ahora ven acá, quiero que me lo chupes- agarro su verga con una mano y la señalo con la otra.

Me acerque gateando en la cama, y me deje caer delicadamente para chupar su pene, estaba en una erección parcial, lo que me dio a entender que no necesitaba pastillas, o ya la había tomado.

-si, así, que sabroso lo mamas... mírame- me agarro del cabello y levante la mirada

Con un gesto me invito a cabalgarlo, y eso hice, sentándome, con mi humedad entro fácil en mi, de modo que empece a moverme mientras con sus manos apretaba mis senos, pellizcaba mis pezones y en ocasiones se levantaba para morderlos. Enrede mis dedos en en vello canoso de su pecho, levante la mirada para ver el reflejo, observar el rostro de X lleno de placer, y ver el mio a su vez, lleve mis manos a mi cabello y mirándome aumente el ritmo de modo que vi que él estaba a punto de venirse, entonces me detuve, no por completo, seguí con delicados movimientos circulares.

Me deje caer sobre él, y le pregunte:

-¿donde te quieres venir?- susurrando en su oído.

-nunca me han dejado venir en la boca, me quiero venir en tu boca y que te lo comas- me beso, introdujo su lengua en mi boca y con pasión agarro mi cola y un seno.

Se levanto de la cama, me dejo acostada boca arriba con mi cabeza sobresaliendo al borde, se acomodo e introdujo su verga en mi boca, haciendo movimientos como follándome la boca. Y no tardo en venirse, llenándome la boca de semen mientras él exclamo un gemido ahogado.

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La noche transcurrió, X estaba encima de mi, con desesperación lo metía y sacaba, sus movimientos los seguí con detenimiento en el espejo del techo.

-quiero llenarte las tetas de semen- susurro en mi oído.

-llenamelas, quiero todo tu semen- le respondí, y lo bese, acercándome mas a su cuerpo aumentando la fricción, y logrando mi cuarto orgasmo de la noche.

Se incorporo rápidamente, tomo su verga y la acerco a mis senos, untandomelos con dos chorritos pequeños.

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Al día siguiente me desperté, X estaba en el baño arreglándose.

-esta reservado hasta medio día, así que puede aprovecharla, pide algo de comer, todo esta pago- se acerco y me dio una nalgada.

Intente levantarme, pero la resaca del vino no me ayudo, tome el teléfono y pedí agua con gas y un desayuno generoso...