domingo, 16 de agosto de 2015

No 4. Quiero más sexo y lo voy a conseguir

Al terminar mi relación con Javier no fue mi preocupación sentirme herida, más bien pensaba frecuentemente que había perdido la oportunidad de experimentar más sexo y tener un cómplice que me ayudara en ese viaje de novedades y curiosidad; conservaba mi pensamiento de niña (hay que tener novio para que haya sexo)

Afortunadamente habían pretendientes interesados (todos del colegio, pues no tenia amistades en otros espacios). Aquí les contare de dos experiencias libidinosas que sucedieron un mismo día, con los que paso "algo" dos semanas después de que se termino mi relación con Javier:

1) En el colegio: Una tarde había una actividad en el colegio, en el cual noveno y décimo en ocasiones se unían en la tardes para una especie de practica, que como es obvio inicio con una capacitación, y de la cual como actividad lúdica nos plantearon lo siguiente:



"van ha hacer parejas, mezclando los cursos, y van a hacer una pequeña presentación de X tema, para eso se pueden distribuir por todo el colegio, y en 30 min nos reuniremos nuevamente".

Luego de la instrucción me busco Carlos, él era de un curso inferior al mio, y nos asignaron un salón de primaria en el primer piso; al cual fuimos tímidamente y sin hablar, enseguida nos sentamos y durante los primeros diez minutos conversamos de la presentación, él sin embargo se mostraba mas interesado en mis senos y mis piernas que miraba con deseo a pesar que no era mi interés en ese momento que me mirara de esa forma, me enfrente sorpresivamente a algo que nunca considere.


-que bonita te has puesto- con un tono de deseo libidinoso.

-ahh gracias- dije al no encontrar otras palabras.

-se lo deben decir todos-

-aveces-

-y ese escote, que rico, todo provocativo-

No supe qué responder, por lo que guarde silencio y evite su mirada con la intención de no seguir con la conversación. Pero mi silencio fue interpretado como una timidez que paraliza.

-déjese chupar las tetas un ratico- me dijo Carlos

Mi reacción fue quedarme en silencio y sonrojarme, pero lo que no vio Carlos es que mis pezones se endurecieron y mi vagina empezó a humedecer casi al instante, mis manos como por vida propia desabotonaron mi camisa, y alzaron la camisa que tenia debajo, Carlos sorprendido y emocionado contemplaba mis pequeños senos, se lanzo y casi con desespero (por el poco tiempo restante), lamia y chupaba mis senos con gran intensidad, sentí demasiado placer, era el riesgo, era una experiencia novedosa... era ...se acabo el tiempo, había que regresar.


-están muy ricas, pero quede iniciado-

Silencio.

-¿no me va ha decir que no le gusto?

-si, la verdad fue rico, pero ya toca irnos-


Al regresar al salón yo me encontraba distraída, excitada como nunca antes, tal vez por no haber encontrado un final satisfactorio y lo quería sin lugar a duda, a continuación mi dedo como moviéndose solo, se dirigió al bolsillo de mi falda estimulando con disimulo mi clítoris, mientras estaba sentada en la ultima fila... quería mover más rápido mis dedos, mas rápido y fuerte para venirme, pero no podía en ese espacio.


Qué rabia ¡¡¡, pensé.


2) Camino a casa: tenia la idea de llegar a casa (pues ya era tarde y como niña buena llegaba siempre temprano a casa), y masturbarme sin restricción, imaginaba pasar el resto de tarde dándome placer hasta donde fuera posible. 


Mis deseos estaban con Carlos, pero no había un lugar para terminar lo que habíamos empezado, y en ultimas mi cuerpo pedía presencia masculina, pero no sabia cómo conseguirla, y en caso de que se me ocurriera una idea no tenia la valentía para llevarla a cabo, dependía exclusivamente de la fortuna de encontrarme con hombres lanzados que me ayudaran con mi propósito.

Hugo, un compañero de clase se ofreció a acompañarme justo cuando atravesaba el patio del colegio para salir, acepte casi sin prestarle atención, !quería llegar pronto a casa¡¡¡, y su amabilidad solo retrasaba mi objetivo. 

Su casa estaba camino a la mía, y apenas si cruzamos un par de palabras.

-uy, pero ¿tienes afán?-

Queria decirle -si tengo mucho afán, estoy toda excitada, mojada y quiero llegar a masturbarme porque no tengo un novio que me ayude-

Pero lo que en realidad respondí fue -un poquito, tengo hambre-

-si quiere le invito un sandwich, pero toca a ir a mi casa que es aquí a 3 cuadras-

-no, tranquilo- sin mirarlo y evitando que se diera cuenta de mi fastidio.

Su insistencia bajo mi calentura, me distraje pensando "que tipo tan fastidioso", pero en realidad tenia hambre, entonces acepte su invitación, ya que no tenia ya razón de llegar a casa.

Era una casa grande, de dos pisos, y Hugo me invito a pasar la sala, que según el silencio intuí que no había nadie más en el momento. Me trajo un sandwich pequeño de jamón y queso de una tienda que ya conocía, me agradaban y lo comí con gusto.

Mi anfitrión se sentó a mi lado invadiendo mi espacio personal, dándome a entender segundas intenciones que desconocía.


-¿si le chuparon rico las teticas?, Carlos me contó... y me imagine que le gusta artico, ¿no?, que se las chupen-


Me quede en silencio pero lo mire desconcertada, pues tenia esa sensación de irrealidad cuando algo es sorprendente en exceso..


-la debió dejar bien calientica, y toda iniciada, venga a mi cuarto y le pego una clavadita rápida-

-si, pero rápido- respondí, pero me recriminaba mentalmente por mi respuesta, aunque no comuniqye dudas.


Rápidamente me llevo a su habitación, al parecer no había nadie en su casa, pues no se preocupo por cerrar la puerta, y por primera vez no me sentía intimidada, o hacia un esfuerzo por no aparentarlo. 


Sin perder tiempo me desnude y me acosté en su cama abriendo mis piernas, Hugo también se desnudo, estaba ya duro y saco de su billetera un condón, se lo puso y con prisa se monto en mi. empezó chupando mis senos, seguido por lamidas que intentaban cubrir el mayor terreno posible en mi cuerpo, rápidamente me penetro, pues era su mayor deseo, se movía rápido, mientras que yo me encontraba totalmente mojada lo que le facilito coger ritmo rápidamente.

Estábamos tan calientes que, a mi asombro, me di cuenta que casi en dos minutos que me estaba penetrando con una buena velocidad, que me venia...y me vine, arañando su espalda y gimiendo, eso lo excito mas, cuando lo solté Hugo lo saco (¿por que? pensaba yo). Fue cuando vi y sentí su gran chorro de semen que cubrió mis senos... y pensé necesito mucho sexo, pero ya tenia que irme a casa.

-que ricas se le ven así todas mojaditas-

-si, se ven bonitas- respondí mirando mi pecho.

Al llegar a casa pese a que ya no tenia la necesidad de masturbarme, al momento de acostarme en mi cama un rato, percibí en mí el aroma tipo del sexo, lo que provoco que me diera placer a mí  misma con mis dedos, añorando de ese modo un hombre a mi lado.

Entonces me sentí un poco triste.